“Los niños llegan con miedos y aquí aprenden a confiar porque el skate es una terapia”
Por las rampas de La Bodega Skate Center no solo ruedan tablas: ruedan sueños, segundas oportunidades y un deseo imparable de construir un futuro con las manos —y los pies— sobre la tabla.
Este centro deportivo y cultural de Jerez de la Frontera, referente nacional del skateboarding, se ha convertido en un lugar donde la inclusión y la comunidad se dan la mano cada día. Tres nombres ponen rostro a este impulso: los hermanos Israel y Javier Pérez Peña y Oussama Bouaoud.
Oussama Bouaoud tenía 17 años cuando se lanzó al mar desde la costa de Tánger en una tabla de surf de poco más de dos metros. Sin traje de neopreno, sin leash, sin apenas nada más que unas calzonas, una camiseta y una mochila con lo poco que pudo llevar consigo. “Pensé que eran solo 15 kilómetros, no sabía que había tanta corriente”, cuenta con la calma de quien ya ha sobrevivido a una prueba que parecía imposible.
Nacido en Taghazout, un pequeño pueblo costero del sur de Marruecos, Oussama soñaba con un futuro distinto aunque tuviera que apostarse la vida sobre una tabla para cruzar el Estrecho.
Hoy, con 20 años, vive en Jerez, y tiene un contrato de prácticas con el programa Incorpora de la Fundación La Caixa. Ahora colabora con La Bodega Skate Center, donde da clases de skate y ayuda en tienda.
“Trabajo rodeado de tablas. Es como si el mar me hubiera traído justo al lugar donde tenía que estar”, dice con una sonrisa tímida. En La Bodega no solo ha encontrado trabajo: ha encontrado un espacio donde crecer, expresarse y ser parte de una comunidad que le impulsa.
Israel y Javier: levantar un sueño entre rampas
Detrás de La Bodega Skate Center están Israel y Javier Pérez Peña, dos apasionados del skate que imaginaron este lugar como algo más que un parque de patinaje.
Lo construyeron desde cero en la calle Cañada Miraflores, (muy cerca de ÁreaSur) apostando por una visión donde el deporte, la cultura y el compromiso social van de la mano. “La Bodega nació como respuesta a una necesidad: un sitio donde cualquier chaval o chavala pudiera sentirse libre, acompañado y escuchado”, explican.
Ahora, con el respaldo de la Unión Europea y la Real Federación Española de Patinaje, La Bodega pone en marcha el programa Skateboarding Beyond, una iniciativa que usa el skate como herramienta para promover la inclusión social, la igualdad de género y el desarrollo comunitario. Las clases son gratuitas y están dirigidas a menores, personas FLINTA y colectivos en situación vulnerable. La iniciativa está financiada por la Unión Europea que busca fomentar la inclusión social, la igualdad de género y el desarrollo comunitario a través del skate.
Este proyecto, que se desarrolla simultáneamente en España, Alemania y Suecia, tiene como eje central el uso del skateboarding como herramienta de empoderamiento juvenil y transformación social, promoviendo espacios seguros y accesibles donde todas las personas puedan aprender, expresarse y desarrollarse.
“El skateboarding no es solo un deporte: es una forma de canalizar emociones, de expresarse y de construir identidad”, explica Israel. Y Javier añade: “Los niños llegan con miedos y aquí aprenden a confiar porque el skate es una terapia".
En La Bodega, las tablas se convierten en puentes entre mundos, en vehículos de transformación social y en herramientas para imaginar otros futuros posibles.
