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La Smart Cap de Rota: cuando la tecnología se pone al servicio de la inclusión

Cinco alumnas del IES Astaroth crean una gorra para ayudar a personas con discapacidad visual

Una prenda tan cotidiana como una gorra puede convertirse en una herramienta de libertad. Esa es la idea que ha inspirado a cinco alumnas del IES Astaroth de Rota (Cádiz), que han diseñado una propuesta tan sencilla en apariencia como innovadora en su propósito: una gorra equipada con sensores y conectada a una aplicación móvil que emite señales sonoras para avisar de obstáculos en el camino. ‘Smart Cap: una gorra sonora’ no es solo un proyecto escolar de robótica; es una iniciativa que nace desde la empatía y la convicción de que la tecnología debe servir, ante todo, para mejorar la vida de las personas.

La propuesta parte de un planteamiento que se debatió en clase: cómo poner los conocimientos de Tecnología, Digitalización y Robótica al servicio de un objetivo social. El alumnado reflexionó sobre las dificultades cotidianas que afrontan las personas con discapacidad visual y, a partir de ahí, decidió trabajar en una idea que uniera innovación técnica e inclusión social. El resultado es un dispositivo que combina lo accesible con lo útil: una gorra equipada con sensores que detectan barreras y que, gracias a una aplicación móvil también desarrollada por las estudiantes, transmite alertas sonoras para advertir de la presencia de obstáculos.

Julia, Lucía y Valerie

Un proyecto con muchas voces

Detrás de esta iniciativa están Lucía González Carrasco, Jireh Valerie Lemus Delcid, Martina Vaca Santana, Aldara Domínguez Benítez y Sara Mabel Iglesias Chavarría, que han trabajado bajo el nombre de equipo ‘Astaronde quieres llegar’. A su lado, el profesor José Ramón Dorado Repiso ha actuado como guía y acompañante de un proceso que, más allá de los aspectos técnicos, ha sido una experiencia de trabajo colaborativo y de formación integral.

El proyecto tiene un marcado carácter multidisciplinar. No se trata solo de computación y robótica: han intervenido también áreas como Música, Educación Física, Lengua, Inglés o Ciencias Sociales. Cada disciplina ha aportado una mirada complementaria: desde el diseño y la programación hasta la reflexión sobre los derechos de las personas con discapacidad, pasando por la creatividad artística o el análisis del impacto social. Así, ‘Smart Cap’ ha servido para conectar distintos saberes y, sobre todo, para desarrollar la empatía y la conciencia solidaria del alumnado.

El reconocimiento de RedeSTEAM

Ese enfoque social y la innovación que encierra la gorra sonora han tenido recompensa. El proyecto ha obtenido uno de los premios del jurado en la IV edición de RedeSTEAM, el concurso organizado por Redeia que busca impulsar las vocaciones científicas y tecnológicas entre alumnas de 14 a 16 años. En concreto, ‘Smart Cap’ ha sido distinguido en la categoría de Transformación digital para la innovación social, que reconoce aquellas propuestas capaces de aplicar la tecnología en beneficio directo de la comunidad.

La competición ha reunido este año a 266 alumnas de 3º y 4º de ESO y de FP equivalente, distribuidas en 66 proyectos de 28 provincias españolas. Una participación que crece edición tras edición y que refuerza la visibilidad del talento femenino en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). El equipo gaditano ha sobresalido en este contexto por el espíritu solidario de su idea y por la claridad con la que ha conectado la robótica con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular la inclusión social de personas con discapacidad.

El galardón se entregará el 16 de octubre en Madrid, en el marco de las Jornadas de Sostenibilidad de Redeia. Las alumnas y su profesor viajarán hasta la capital para recoger el premio y participar en talleres inmersivos diseñados para estimular su curiosidad científica y reforzar sus vocaciones tecnológicas. Además, el IES Astaroth recibirá equipos y materiales para laboratorios y aulas STEAM por valor de 3.000 euros, lo que permitirá seguir desarrollando proyectos con impacto social.

Aldara, Martina y Sara
Aldara, Martina y Sara

Empatía, tecnología y futuro

Lo que distingue a ‘Smart Cap’ no es solo su viabilidad técnica, sino el trasfondo humano que lo sostiene. La propuesta es el resultado de una reflexión sobre los retos que enfrentan a diario las personas con discapacidad visual: la dificultad de moverse por entornos desconocidos, la necesidad de contar con apoyos que garanticen su autonomía y el derecho a participar en igualdad en la vida social. Convertir esa reflexión en una solución concreta —una gorra conectada a una aplicación móvil, diseñada y programada en el propio aula— es una muestra de que la tecnología puede y debe ponerse al servicio de la justicia social.

El profesor Dorado lo resume como “la culminación de muchos años de trabajo con proyectos que siempre hemos querido orientar hacia lo social”. Su objetivo, añade, no es solo enseñar a programar o a construir un prototipo, sino formar ciudadanos y ciudadanas conscientes, capaces de poner sus conocimientos al servicio del bien común.

Reducir la brecha de género en STEM

El logro de estas cinco alumnas se enmarca también en un debate más amplio: la necesidad de empoderar a las mujeres en la ciencia y la tecnología. Los datos del I Observatorio Mujer y STEM son claros: solo el 1% de las alumnas españolas de ESO contempla estudiar un grado tecnológico y apenas un 5% una ingeniería. La presencia femenina en estas áreas sigue siendo minoritaria y el camino hacia la igualdad requiere referentes, oportunidades y proyectos que despierten vocaciones.

RedeSTEAM, que desde su primera edición ha involucrado ya a 679 alumnas de 121 centros educativos, nace precisamente para cambiar esa dinámica. Iniciativas como la del IES Astaroth demuestran que cuando las jóvenes encuentran un espacio de motivación y reconocimiento, responden con ideas creativas, útiles y socialmente comprometidas.

‘Smart Cap’ no es solo un invento escolar: es un ejemplo de cómo la tecnología puede abrir caminos de inclusión y al mismo tiempo abrir puertas a una nueva generación de mujeres científicas y tecnólogas. Una gorra que escucha y avisa se convierte así en una metáfora de lo que estas alumnas han conseguido: que la educación escuche las necesidades sociales y que la juventud avise, con sus proyectos, de que un futuro más igualitario y solidario está en marcha.

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