La anorexia nerviosa se mantiene a raya

Los problemas alimenticios en adolescentes se han estabilizado. Lejos quedan ya aquellas oleadas de chicas que intentaban imitar a las modelos y caían en una anorexia nerviosa o una bulimia de la que es difícil salir. Explica la doctora Concha de la Rosa, pediatra y psiquiatra infantil, que hace ya algunos años que ambos trastornos se mantienen a raya.

Muchos de los problemas que se abordan en adolescentes vienen desde que son niños. «Los que recibimos de forma más habitual son trastornos afectivos y de consumo de drogas». También hay situaciones de adicciones a nuevas tecnologías como el móvil o internet. En general, «no son los más recurrentes, porque se suelen derivar a los centros de desintoxicación, pero algunos llegan a Salud Mental», explica la especialista.

También se atiende a un buen número de adolescentes con problemas de adaptación y cuadros depresivos o de estrés. Cuenta De la Rosa, que «este tipo de problemas pueden aparecer en cualquier momento de la vida». En muchas ocasiones, «surgen en la infancia, pero no se detecta o permanecen latentes y por las experiencias vividas se puede agudizar».

A la hora de diferenciar entre sexos, la patología es más frecuenten en varones mientras son niños, luego la cosa cambia y afecta más a las chicas. En la vida adulta se ve perfectamente esa división con una mayor afectación en las mujeres, aunque año tras año la distancia se va acortando. El año pasado asistieron a las consultas de salud mental un total de 176.511 adultos.