El Ayuntamiento sanciona a unos 30 puestos por dejar las cajas vacías en el pasillo

No sólo el etiquetado y las facturas está dando quebraderos de cabeza a los comerciantes del Mercado Central. El reglamento municipal sobre el mantenimiento y la conservación de las instalaciones se ha convertido en uno de los grandes problemas surgidos a raíz de la apertura del nuevo recinto. Desde entonces, alrededor de 30 puestos han sido denunciados por dejar las cajas vacías de frutas y pescados en los pasillos del mercado una vez que se abre al público a las nueve de la mañana. La obligación de recoger todos los desperdicios antes de recibir a la clientela no termina de agradar a los comerciantes, que incumplen con asiduidad la norma. La uniformidad es otra de las obligaciones incumplidas por parte del personal. Aunque hasta ahora no hay denuncias, en estos meses ya se han producido varios apercibimientos por no disponer del gorro o por acudir al puesto de trabajo con un pantalón deportivo en lugar de la indumentaria aprobada y recogida en el reglamento.

La prohibición de fumar es también otro de los escollos más importantes que se han encontrado los responsables de velar por la conservación del recinto. La configuración del edificio, abierto en su zona superior, hace suponer a clientes y comerciantes que se encuentran al aire libre. Sin embargo, al tratarse de unas instalaciones municipales, tampoco está permitido. Por este motivo, durante los próximos días se colocarán en todas las puertas del mercado diversos carteles anunciando la prohibición de fumar, así como la de llevar perros o bicicletas al interior. Hasta el momento ya se ha denunciado a varias personas por estos motivos.