Coronavirus

Una familia destrozada por un whatsapp viral: la caza de brujas del coronavirus

Un audio de un sanitario acusó a una trabajadora de haber llevado el Covid-19 a la residencia de ancianos de Alcalá del Valle

Los bulos corren como la pólvora en busca de respuestas o posibles casos de coronavirus

Varios alcaldes de pueblos de la Sierra de Cádiz han pedido tranquilidad a la población ante la difusión de noticias falsas

Desinfección en la residencia de ancianos de Alcalá del Valle. FibrAlset Televisión

Fran M. Galbarro

Tiempo de incertidumbre, autopista para la desinformación. La inseguridad generada por la crisis del coronavirus , inimaginable hace apenas un mes, es el caldo de cultivo perfecto para la difusión de medias verdades, bulos y teorías sin fundamento.

En la búsqueda de respuestas del confinamiento todo vale y los ciudadanos piden explicaciones. Incluso culpables. Mientras China y EEUU usan la propaganda para culpar al otro del origen de la pandemia , a nivel local hay quien busca señalar al paciente cero en la zona.

En poblaciones pequeñas, cualquier indicio es válido para sacar conclusiones. Mensajes virales, audios y vídeos sacados de contexto... y el boca a boca de siempre, trasladado a los grupos de whatsapp, más activos que nunca. La información sin contrastar circula a diario, a veces con nombre y apellidos y dramáticas consecuencias: algunos mensajes pueden llegar a arruinar la vida de una familia .

Alcalá del Valle sufre el mayor brote de coronavirus de la provincia de Cádiz con uno de los porcentajes de contagio por habitantes más altos de esta crisis. En su residencia de mayores cuatro personas han muerto y se confirmaron casi 60 casos de coronavirus. Entre ellos, el caso de Ana (nombre ficticio para proteger su identidad), una trabajadora de la residencia de ancianos que, tras dar positivo, se volcó desde casa en atender telefónicamente a las familias de esos residentes.

Ya en aislamiento domiciliario, varios amigos le escribieron para pedir «que no hiciera caso» a «lo que la gente estaba hablando». Ella «estaba a full» e ignoró cualquier rumor. Pero una llamada desde otro municipio de la Sierra de Cádiz le puso en alerta. «Me ha llegado un audio que es terrible» , le advirtió una amiga. En apenas unas horas se había viralizado.

En el mensaje, un profesional sanitario alertaba de que el origen del foco era ella. «Hace un par de semanas o tres una muchacha de la residencia estuvo en Venecia, en Italia, y no sabía que estaba contagiada. Ha infectado a varias compañeras. Ha estado trabajando con más de 40 internos, a los cuales se les ha tomado las muestras y van a dar positivo porque algunos se están empezando a asfixiar . Esta noche tendremos que ir a certificar un par de muertes o algo así. Lo veo venir», decía el audio, que ha llegado a la mayoría de los móviles de la Sierra de Cádiz.

«Hay gente que indirectamente me ha insinuado que yo tengo la culpa» del brote de coronavirus en Alcalá del Valle

Ana había estado en Italia el 13 de febrero. Entonces sólo habían dado positivo dos turistas chinos en Roma. Una semana después se confirmaron los 16 primeros casos en Lombardía, a 200 kilómetros de Venecia. Ana, que tiene una hija con patología de alto riesgo, preguntó si continuar con su vida normal suponía algún riesgo tanto para los ancianos como para su familia. Los expertos le recomendaron seguir trabajando al no tener síntomas. Esta trabajadora dio positivo más de un mes después de su viaje, pasado el periodo de incubación (14 días). Según profesionales sanitarios consultados, es «poco probable» que el contagio se produjese en Italia .

Sin embargo, fue señalada por llevar el coronavirus a la localidad. « Hay gente que indirectamente me ha insinuado que yo tengo la culpa . El coste de todo esto es muy alto», explica, mientras recuerda sus primeras sensaciones al escuchar aquel audio: «Me sentí fatal. Entendí la presión destructora que las redes sociales ejercen sobre muchas personas, y me acordé de aquella chica que se acabó suicidando. La entendí. Muy pocas personas me llamaron para preguntarme y el mensaje seguía circulando. El daño puede ser irreparable».

Traslado de los ancianos de la residencia de Alcalá del Valle a La Línea. Juan Jesús Barriga / FibrAlset TV

La Policía Nacional ha detectado más de 200 bulos desde que se decretase el Estado de Alarma en España. En la provincia de Cádiz, son varios los ayuntamientos que se han visto obligados a emitir comunicados oficiales para recordar que «muchas noticias no son ciertas» .

En Algar , una anciana fue señalada, supuestamente, por haber dado positivo y llevar la Covid-19 a la localidad. El Consistorio tuvo que emitir un comunicado oficial para «evitar malos entendidos» y recordar que, para entonces, no se había detectado ningún caso de coronavirus en el pueblo.

Los alcaldes de la Sierra de Cádiz reciben decenas de llamadas de sus vecinos para contrastar rumores sobre posibles casos de coronavirus

La alcaldesa de Guadalcacín, por su parte, pidió «tranquilidad» ante la alerta generada por los «rumores». Así, solicitó que «no se alarme a la población y que se respete la intimidad de las familias». Varios alcaldes consultados en la Sierra de Cádiz reconocen haber recibido decenas de llamadas para preguntar sobre posibles casos de coronavirus en su municipio.

Sin ir más lejos, el primer edil de Alcalá del Valle tuvo que trasladar un mensaje de tranquilidad ante las dudas generadas en torno a Ana. «La población ya tiene miedo suficiente y no necesitábamos ese whatsapp», decía, en referencia al sanitario, cuya conducta fue puesta en conocimiento del SAS. «Fui con mi hijo a ver el Atlético-Real Madrid y tres días después se conoció que Madrid era la población más afectada. Yo mismo como alcalde pude haber traído aquel virus », explicó en una comparecencia.

Desinfección en las calles de Puerto Serrano. Ayuntamiento de Puerto Serrano

Ana ha necesitado tratamiento psicológico durante los últimos días. Hace unos días no hubiera atendido a la prensa, pero hoy ofrece su testimonio para intentar concienciar a la población de lo que puede suponer difundir un bulo, un mensaje sin contrastar. «Ojalá nadie pase nunca por lo que he pasado, estoy pasando y pasaré . Mis hijos me han visto llorar a escondidas en mi habitación. Ha sido terrible», explica.

«Ojalá nadie pase nunca por lo que he pasado, estoy pasando y pasaré. Mis hijos me han visto llorar a escondidas en mi habitación»

Y aunque poco a poco lo va superando mientras guarda cuarentena, « hay momentos en los que pienso: ¿cómo voy a volver a mi vida normal? La mente es perversa y te hace pensar esas tonterías. Al fin y al cabo un irresponsable dijo algo que no es cierto y cuatro perversos lo han usado para el morbo. Cuando caigo en ello, sacudo la cabeza y digo, ¡vamos, Ana!”.

Ahora busca asesoramiento legal para denunciar lo ocurrido. «Quiero que (el médico) siga trabajando, aunque sea un imprudente. Pero hay un código deontológico para todos , sobretodo cuando uno lo rompe y hace tanto daño», añade. Lo cierto es que esta historia le marcará para siempre, «como cuando marchas de un país o cuando sufres la muerte de un ser querido». «Esta crisis ha sacado lo peor que tenemos... pero también lo mejor. Las personas que han estado conmigo son las que van a quedar en mi vida», asume.

«Pediría a la gente que no intente buscar chivos expiatorios ni hacer caza de brujas. Desgraciadamente, el coronavirus avanza por donde menos te lo piensas», argumenta Ana. «La gente debe saber que tiene poder para no reenviar . No todos tienen una perturbación mental y la mayoría no disfruta a la hora de hacer daño. Pero al hacer virales esos mensajes hay familias que quedan destrozadas», concluye.

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