Vertido aguas cenotafio
De lo más profundo del océano a San Fernando
En el salón del cenotafio del Panteón de Marinos Ilustres se han vertido aguas de la fosa de las Marianas y de las proximidades de la isla de Guam
Un acto sencillo pero solemne y con mucho significado. Así ha sido el vertido en la piscina del salón del cenotafio del Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, de las aguas procedentes del fondo de la fosa de las Marianas, el punto más profundo de los océanos, y de las proximidades de la isla de Guam .
Un cenotafio es un monumento funerario en el que no está enterrada la persona a la que se dedica y, en el caso del situado en el Panteón de Marinos Ilustres, con él se recuerda a todos los marinos españoles fallecidos que reposan en alguno de los cinco océanos del planeta .
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Así, bajo una lápida sin nombre, en la piscina en la que hay aguas de todos los océanos, y tras el sonido del chifle (silbato utilizado por el contramaestre para dar órdenes en los buques), el español Héctor Salvador y el estadounidense Víctor Vescovo han vertido aguas recogidas por ellos mismos en la fosa de las Marianas, en el océano Pacífico.
Expediciones civiles y militares
Según ha explicado el relator durante el acto, el pasado 18 de abril, el ingeniero aeronáutico Héctor Salvador , a bordo del batiscafo 'DSV Limiting Factor', bajó hasta los 10.706 metros en el abismo de la Sirena, en la fosa de las Marianas , donde recogió una muestra de agua. El abismo de la Sirena es el segundo punto más profundo de la fosa de las Marianas. Sus 10.730 metros no distan mucho de los 10.925 del abismo Challenger. Héctor Salvador se convirtió así en el primer español en bajar al área más profunda de los océanos.
Por su parte, Víctor Vescovo es la primera persona en bajar hasta el punto más profundo de cada uno de los cinco océanos , durante la 'Five Deeps Expedition 2018–2019'. «Ambos son unos pioneros como lo fueron los marinos que hace 500 años llegaron a Guam, durante la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano», ha asegurado el relator de la Armada durante el acto.
Tras ellos, cuatro sargentos alumnos de la Escuela de Suboficiales de la Armada han sido los elegidos para verter las aguas recogidas en las proximidades de la isla de Guam, perteneciente al archipiélago de las Marianas, por el buque escuela Juan Sebastián de Elcano , durante su XCIII crucero de instrucción en el que dio su undécima vuelta al mundo y por la fragata 'Méndez Núñez' durante la circunnavegación a la Tierra que realizó en 2019.
El significado de las Marianas
«El archipiélago de las Marianas, y en concreto la isla de Guam, forma parte de la historia de España y de una doble hazaña de los marinos españoles », se ha explicado durante la ceremonia. «Por un lado, fue descubierta durante la primera vuelta al mundo de la expedición Magallanes-Elcano. Supuso el final del cruce del océano Pacífico tras casi tres meses de penurias y sufrimientos. Fue la primera tierra firme que avistaron el 6 de marzo de 1521, donde aprovecharon para descansar y recoger víveres».
Pero Guam «también forma parte del éxito que supuso el Tornaviaje y el Galeón de Manila. Después de varios intentos fallidos, en 1565, formando parte de una expedición al mando de López de Legazpi, Andrés de Urdanieta partió de las Filipinas», cruzando el Pacífico para llegar a Acapulco. Esta ruta, en la que se hacía escala en Guam, junto a la Flota de Indias, en el Atlántico, fue una de las rutas «más importantes que permitían unir España con todos sus territorios ».
Por todo ello, y teniendo en cuenta que el Panteón de Marinos Ilustres celebró el año pasado su 150 aniversario, esta ceremonia tiene un mayor transfondo que el simple vertido de unas aguas. Como ha recordado el relator, el Panteón de Marinos Ilustres «es el lugar en el que la Armada respetuosamente atesora y custodia la memoria de todos los marinos que, a lo largo de los siglos, han luchado por la seguridad y la prosperidad de España y de los españoles allá donde fuese necesario, en el mar o desde la mar».
«Aún queda mucho por descubrir»
«Larga trinquete en nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres Personas y un solo Dios verdadero, que sea con nosotros y nos guarde, que acompañe y nos dé buen viaje a salvamento y nos lleve y vuelva a nuestras casas». Con la oración del piloto, que comenzó a entonarse hace más de 500 años, la primera vez que un barco español se hizo a la mar para cruzar el Atlántico, hacia las Indias, portando la imagen de Nuestra Señora del Rosario, ha comenzado del director comandante de la Escuela de Suboficiales, capitán de navío Jesús Ángel Paz Pena , su discurso, con el que ha concluido el acto.
El director de la Escuela de Suboficiales ha querido recordar a aquellos marinos españoles que descubrieron, conquistaron y controlaron un imperio que se extendía por el mar Mediterráneo y los océanos Atlánticos y Pacífico. Algunos de ellos reposan ahora en el Panteón de Marinos Ilustres, ha recordado el capitán de navío Paz, como Francisco Antonio Mourelle de la Rúa, el teniente de navío Juan Manuel Durán González o Alejandro Malaspina. «Marinos cuya memoria custodia la Armada» y de los que ha destacado que «fueron y son un ejemplo de compromiso, dedicación y trabajo en la búsqueda de la seguridad y prosperidad de España y de los españoles, allá donde sea necesario, en la mar o desde la mar».
El capitán de navío Paz se ha referido a Héctor Salvador y Víctor Vescovo como unos «pioneros», al igual que lo fueron en su día los mencionados marinos españoles, que «nos recuerdan que aún queda mucho por descubrir y explorar y que, simplemente, la aventura en sí ya es apasionante». Asimismo, les ha dado la enhorabuena por sus aventuras y deseado suerte en sus próximas hazañas. « Espero que esa oración del piloto siga acompañándoos , y que antes de cada inmersión la Virgen del Carmen continúe la protección que necesitamos todos los marinos y os 'de buen viaje a salvamento, y os lleve y devuelva a casa'»
Tras la ceremonia de vertido de aguas en el cenotafio, Víctor Vescovo, que fue oficial de la US Navy, ha pronunciado una conferencia en la Escuela de Suboficiales sobre su gesta: haber bajado a los puntos más profundos de los océanos.
