SAN FERNANDO

Un año sin empleo ni prestaciones en plena pandemia

Los trabajadores del comedor de Camposoto en San Fernando continúan sin recibir las nóminas pendientes y sin resolver su integración en la nueva empresa concesionaria

Foto de archivo de una movilización en invierno de los trabajadores afectados LA VOZ

José Pedro Botella

«El 30 de octubre recibo una llamada y me comunican que no cuento con permiso para acceder a mi puesto de trabajo , después de 18 años dentro de Camposoto», relata Cristina Castilla , empleada civil fija en el acuartelamiento del Ejército de Tierra en San Fernando y representante del resto de sus compañeros. Casi un año después, el conflicto de los empleados de Dulcinea Nutrición SL –empresa prestadora de los servicios de comedor, que mantiene una deuda con la Seguridad Social y con los propios trabajadores , y que se encuentra en concurso de acreedores– sigue estando lejos de resolverse. En octubre de 2019, tras no ejecutarse la prórroga de un año de la concesión, los trabajadores del catering vieron cómo se les restringía el acceso a las instalaciones militares. Aunque inicialmente los afectados por Dulcinea centraban sus críticas en la compañía, «una vez que se determina que ha fallado la empresa civil, la responsabilidad recae en Defensa », asegura Castilla. Los 17 trabajadores , de los cuales 4 de ellos cuentan con contratos fijos con una antigüedad superior a los diez años y los otros 13 restantes son fijos discontinuos, siguen luchando por alcanzar una «solución justa» .

«Nos sentimos engañados»

Posteriormente, desde diciembre, diferentes empresas civiles obtuvieron «contratos de emergencia», puesto que el servicio de comedor de Camposoto se encuentra en proceso de subrogación. Esta situación, considerada «irregular» por los trabajadores afectados, no ha sido respaldada con el apoyo judicial, «cada vez que iniciamos el trámite y llega al Juzgado, éste nos confirma que hay una nueva empresa encargada, por lo que debemos comenzar de nuevo el proceso», explica Cristina Castilla. En este sentido, la representante siempre ha lamentado que «ni las nuevas empresas, por más que sean temporales, ni Defensa hayan contado con nosotros para devolvernos nuestros puestos de trabajo».

Hace menos de tres semanas, los trabajadores recibieron –por escrito– una certificación de Defensa que declaraba a la totalidad de la plantilla del acuartelamiento de Camposoto como personal subrogable , es decir, el conjunto de los trabajadores debería incorporarse a la nueva empresa que ganase el concurso para la concesión de los servicios en el acuartelamiento. El 17 de septiembre, Defensa anunciaba los lotes que debían llevarse a concurso para que fueran subastados por las empresas privadas interesadas en ser concesionarias. La sorpresa llegó para los afectados por Dulcinea cuando comprobaron que el lote número 10, correspondiente a Camposoto y al Campo de Gibraltar, no figuraba en las listas. « Nos sentimos engañados , esperemos que haya sido un error, de lo contrario comenzaremos con las movilizaciones, no se puede jugar de esta manera con las familias», denuncia Cristina Castilla.

Un año sin poder cobrar prestaciones

La situación de los 17 trabajadores y sus respectivas familias ha llegado hasta el punto de ser «insostenible». Con anterioridad, los empleados tuvieron que reclamar al SEPE el derecho a paro, ya que su contrato no figuraba como extinto, sino «en suspensión» . Por este motivo, los empleados fijos discontinuos no han tenido derecho a prestaciones recurriendo a pedir «ayudas familiares». En total, la empresa Dulcinea Nutrición SL debe un montante que supera, según los afectados, los 30.00 euros entre mensualidades –desde agosto los empleados fijos y los fijos discontinuos desde septiembre– y pagas extraordinarias, sin incluir las indemnizaciones y las prestaciones de desempleo. La salud económica de las familias se agrava como consecuencia de la crisis procedente del coronavirus. La deuda de Dulcinea no solo afecta al acuartelamiento de Camposoto. Los despidos y la situación de incertidumbre llegan hasta el Campo de Gibraltar , donde los encargados del servicio de comedor de las instalaciones militares de Adalides (Algeciras), Charco Redondo (Los Barrios), Campamento (San Roque) y Camarinal-Bujeo (Tarifa), también bajo contratos subrogados a Dulcinea Nutrición, recibieron la notificación definitiva de despido de la Seguridad social el 13 de diciembre.

Apoyo político

Recientemente, ante el inicio del proceso de concesión de los servicios de comedor de los Cuarteles a las empresas civiles, diferentes partidos políticos han mostrado interés y se han querido solidarizar con los antiguos trabajadores de Camposoto. AxSí San Fernando ha solicitado «celeridad a Defensa en los trámites para su incorporación al servicio», además de recordar que «este personal tiene que ser subrogado por la empresa entrante y detalla que la mitad de los trabajadores ya han agotado sus prestaciones por desempleo y sus ayudas familiares». Por su parte, la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada , mantuvo un encuentro con Cristina Castilla para abordar el tema . La representante municipal siempre se ha posicionado a favor de los afectados por Dulcinea. Ante la falta de información, Cavada se ha comprometido a « tratar de primera mano este asunto prioritario con el Ministerio de Defensa y con la delegada del Gobierno de España en Andalucía, Sandra García». Al mismo tiempo, asegura que los trámites «se han ralentizado a causa de la parálisis de la Administración central por las medidas tomada en el marco de la pandemia de coronavirus».

Patricia Cavada, Conrado Rodríguez y Cistina Castilla en una reunión reciente LA VOZ

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