
«Hay mujeres que no se atreven a tener hijos por decisiones que toma el FMI»
La periodista y escritora Raquel Martos publica su segunda novela: 'No pasa nada. Y si pasa, se le saluda', una obra entre la novela y el monólogo, donde reflexiona sobre una realidad ante la que hay que resistir como se pueda
MADRID Actualizado: GuardarLa segunda novela de Raquel Martos no fue premeditada. Las aventuras y desventuras de Carla, una joven periodista radiofónica que se ve imposibilitada para utilizar su voz durante seis semanas -¡seis semanas!- nacieron concebidas como un diario cuyo destino era un blog firmado por la periodista, escritora y guionista madrileña. Sin embargo, la historia fue tomando forma y acabó siendo el germen de ‘No pasa nada. Y si pasa, se le saluda’ (Espasa), "un canto a la situación actual, al hecho de que las cosas pueden estar mal, pero hay que vivir", en palabras de la autora.
La segunda incursión en la novela de Martos se produce tras el éxito de su ópera prima, 'Los besos no se gastan', una emotiva oda a la amistad publicada por Espasa en 2012 que va por la tercera edición y que ha sido traducida al italiano. Superada la prueba de fuego, Martos ataca con una obra a medio camino entre la novela y el monólogo en la que su protagonista trata de encontrar su camino en un momento en el que tanto su vida personal como profesional parecen abocadas al desastre. "Es una mujer muy comunicativa y muy pasional que se ve obligada a estar seis semanas callada y a realizar un gran ejercicio de reflexión. Carla recibe mucha información, pero nunca había estado tan receptiva y su silencio contribuye a esta situación", señala Martos. "En la novela, Carla admite que 'antes hablaba mucho para no decir nada'; un problema que a veces tenemos como sociedad: hablar mucho para no decir nada y quizá callar cosas que son importantes".
Partiendo de una premisa que empasta a la perfección con el momento actual -"¿Qué se puede hacer cuando parece que no se puede hacer nada?"-, Martos realiza una instropección personal sobre los dilemas existenciales del día a día de una sociedad que comparte la incertidumbre ante el futuro. "Noto el miedo a mi alrededor, personas paralizadas para tomar decisiones aunque no estén muy convencidas de lo que están haciendo", describe la autora. "Y, más que miedo, cargo de conciencia ante la posibilidad de renunciar a un trabajo para buscar algo mejor", explica. "También hay otro tipo de personas que, obligadas, han tenido la determinación de emprender algo a lo que quizá no se hubieran atrevido en otro momento de mayor estabilidad".
A través de la novela, Martos reinvidica una actitud que evite de alguna manera que el momento profesional influya de una manera tan excesiva en la esfera más personal. "Se que es utópico, difícil y quizá hasta un mal consejo, pero no me gusta que las personas se vean tan condicionadas en su esfera personal por las decisiones que toman otros; como mujeres que no se atreven a tener hijos o parejas que no se atreven a separarse por decisiones que se toman desde el FMI, por ejemplo", alerta la autora. "Carla, además, se replantea si está haciendo las cosas bien y si merece la pena poner tanto amor en cosas que no le devuelven lo mismo tanto en el terreno personal como el profesional".
Martos, que saltó a la fama por su participación en el programa de televisión 'El hormiguero', comparte con la protagonista de su obra su faceta como locutora radiofónica, así como el trance de quedarse sin voz por un periodo prolongado tras una operación. La periodista, que cuenta con experiencia en prácticamente todos los formatos de comunicación, también se ha referido a la crisis paralela que viven los medios de comunicación y que divide en dos partes, "una económica por la caída de la publicidad y que afecta claramente y otra que experimenta un cambio de modelo que tiene que ver con las nuevas tecnologías pero también con el cambio de los hábitos", explica. "Siempre hay un ambiente catastrófico en el aire pero, aunque habrá cosas que se extingan o que no vuelvan a ser como eran, no creo que esto sea el final de los medios, sino del modelo tal como lo conocíamos".