Pedro Sánchez, ayer, en la rueda de prensa que dio en el Congreso tras la audiencia con el Rey
Pedro Sánchez, ayer, en la rueda de prensa que dio en el Congreso tras la audiencia con el Rey - Afp

El PSOE avisa de que no «negociará» con el PP una abstención en la investidura de Rajoy

Pedro Sánchez mantiene viva su investidura tras haber sido ser descartada por Hernando horas antes

Madrid Actualizado: Guardar
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El PSOE no va a «negociar» nada con el PP porque su rechazo a la investidura de Mariano Rajoy es firme y no piensa cambiarlo por una abstención, según explicó anoche el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, tras escuchar al candidato popular aceptar el encargo del Rey.

Horas antes que él Pedro Sánchez ya había dejado claro que, lejos de contemplar una abstención para que su rival saque adelante un nuevo gobierno, él sigue sin descartar su investidura una vez Rajoy fracase.

Un abierto desafío, éste, a los barones críticos del PSOE, con Susana Díaz a la cabeza, a la «vieja guardia» de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Joaquín Almunia, Alfredo Pérez Rubalcaba y los exministros, y hasta a los miembros de su equipo, partidarios todos de permitir el desbloqueo político.

A excepción de Miquel Iceta, la balear Francina Armengol y algunos diputados, el resto de cuadros del partido aconsejan a Sánchez abandonar la idea de ser presidente de un gobierno imposible con Unidos Podemos, PNV y los nacionalistas catalanes.

En ese grupo figura el propio Antonio Hernando, quien, tres horas antes de que el líder fuera recibido en audiencia por el Rey, había dado por finiquitada la investidura alternativa.

«Incluso en la anterior legislatura, cuando las cifras eran más favorables, el PSOE no lo intentó porque ello conllevaba apoyarse» en fuerzas independentistas. «En esta ni nos lo hemos planteado», aseguraba el portavoz del Grupo Socialista. «Si aquello ya lo descartamos, por supuesto que ahora también lo descartamos».

No al «cordón sanitario»

Pues bien, muy al contrario que Hernando, que oportunamente no estuvo presente en la rueda de prensa del secretario general, éste dio a entender que el órdago secesionista sucedido anteayer en el Parlamento catalán no invalida a la antigua Convergéncia como socio de investidura, del PP y del PSOE.

Hay que «quitar el cordón sanitario» tanto a ese partido como a ERC, y ofrecer una salida política para Cataluña. Mariano Rajoy tiene que presentarse a la investidura gane o pierda -«lo realmente trascendente no es el resultado, sino que se produzca para poner en marcha el motor de la democracia», llegó a decir Pedro Sánchez - y negociar un gobierno con Ciudadanos, PNV y ... Convergéncia.

Es su «responsabilidad constitucional» y, a partir de ahí, que él lo intente a posteriori son «hipótesis, elucubraciones» que ayer no tocaban.

Si bien es cierto que reconoció que se atiene más a los «hechos» de Pablo Iglesias en la pasada legislatura, impidiendo su investidura, que a lo que dice ahora, Sánchez evitó cuidadosamente cerrar todas las puertas a una investidura con Unidos Podemos y los independentistas.

Cosa que sí hizo, por ejemplo, con la posibilidad de que el PSOE cambie su «no» a Rajoy por una abstención: el PSOE «no va a apoyar aquello que quiere cambiar». Así, insistió en que el PP tiene que forjar esos acuerdos y el PSOE va a defender un cambio siendo una «oposición constructiva, útil y leal», presentando iniciativas como las que ha llevado ya a la Cámara Baja.

En todo caso, y aunque el rechazo del PSOE hace muy difícil que Rajoy supere su sesión de investidura, el líder de los socialistas se mostró convencido de que no se convocarán unas terceras elecciones y que la legislatura echará a andar. «Encontraremos la solución las próximas semanas. La clave es que se celebre la investidura».

Preguntado si no ve contradictorio que el PSOE se autoprohibiera el 28 de diciembre el diálogo con los independentistas y ahora pretenda nada menos que lo intenten Rajoy y el PP, Pedro Sánchez comentó que nunca criticará estos contactos y advirtió que no hará «ni de lejos lo que hizo el PP» con el PSOE cuando intentó «hablar» con estos partidos catalanes, sino que incluso le invita a que negocie.

Eso sí, asegura que no se arrepiente de haberse cerrado las puertas con esas formaciones tras el 20-D y defendió la resolución que aprobó el Comité Federal del PSOE el 28 de diciembre, garantizando que no se sentaría a negociar con independentistas.

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