Primer órdago de la plantilla de Navantia a su nuevo presidente

Los trabajadores de Puerto Real y San Fernando acuerdan en asamblea medidas de presión contra la incorporación de mano de obra temporal

Los comités de empresa recuerdan a Vilasánchez su compromiso en favor de regenerar los astilleros con savia nueva y fija

CÁDIZ / SAN FERNANDO Actualizado: Guardar
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Poco ha durado la paz en Navantia tras el nombramiento de su nuevo presiente, Esteban García Vilasánchez, el pasado 7 de abril. La plantilla de los astilleros ha lanzado un importante órdago a la dirección de la compañía para que actúe de inmediato en favor de la regeneración laboral de los centros. Las últimas decisiones no convencen a los representantes de los trabajadores, que este martes han celebrado asambleas en los centros de Puerto Real, San Fernando, Ferrol, Fene y en las oficinas centrales de Madrid. Las factorías de Cádiz y Cartagena se han descolgado de estas concenraciones.

El nuevo presidente realizó una visita a las factorías al poco tiempo de asumir el cargo. Vilasánchez estuvo en la Bahía el 24 y 25 de abril para transmitir confianza, seguridad y, sobre todo, tranquilidad ante los retos de futuro que abordará la empresa.

En este contexto dio algunas pinceladas sobre el plan industrial que se está diseñando para hacer viables y más competitivos a los astilleros públicos. El máximo dirigente de Navantia anunció entonces que el compromiso de la compañía es rejuvenecer y aumentar plantilla. Sin embargo, según los sindicatos, estas promesas no se cumplen y cunde el temor de que lleguen las jubilaciones y los centros se queden a merced de mano de obra temporal

Denuncian que la jubilación llega para unos 200 trabajadores y no se ha hecho nada para cubrir esas salidas

Este ha sido el caballo de batalla expuesto en las asambleas celebradas este martes en Puerto Real y San Fernando, donde se ha votado a favor de presionar a la compañía mediante medidas contundentes con el fin de favorecer el diálogo y la colaboración. Los presidentes de los dos comités de empresa, tanto Antonio Noria, en Puerto Real, como Jesús Peralta, en San Fernando, sostienen que la dirección de la compañía dice una cosa en las reuniones internas de trabajo y luego hace justo la contraria. Así, los portavoces sindicales de ambos centros han anunciado que las plantillas no realizarán más horas extraordinarias y tampoco será factible ya el trabajo en sábados y festivos. Igualmente, rechazan la movilidad de un centro a otro para cubrir carga de trabajo puntual.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia ha sido la comprobación por parte de los distintos comités de empresa de que Navantia está contratando personal en los astilleros a través de empresas de trabajo temporal, lo que significa que, a juicio de los sindicatos, se van a cubrir las próximas jubilaciones con mano de obra eventual.

Esta situación se produce, precisamente cuando el astillero de Puerto Real rebosa salud gracias a la construcción de los cuatro petroleros de la serie Suezmax para el grupo vasco Ibaizábal, además de la segunda subestación eléctrica para Iberdrola. Más de 2.000 trabajadores acuden a diario a este astillero para sacar adelante ambos encargos.

El envejecimiento de la plantilla de Navantia no es nuevo y tampoco es una novedad la demanda de savia nueva para garantizar el futuro de las factorías gaditanas. Las tres plantas de la Bahía suman 1.800 empleados, de los que el 48% son operarios, un 28% forman parte del personal administrativo y de gestión y el 24% restante corresponde al cuerpo de ingenieros y técnicos.

La protesta viene cuando el astillero de Puerto Real se encuentra a pleno rendimiento con 2.000 trabajadores diarios

El contingente más numeroso de la plantilla se concentra en la planta de Puerto Real con el 53%, seguido de la factoría de San Fernando, con el 18%, y un 14% en la unidad de reparaciones del astillero de Cádiz. El 15% restante forma parte de los servicios compartidos. La edad media de los trabajadores de Navantia ronda los 55 años. Casi la mitad del contingente ya ha superado el ecuador laboral y muchos de ellos orientan su futuro más inmediato hacia la soñada jubilación. De hecho, buena parte de la plantilla estará en edad de abandonar el tajo justo cuando los astilleros recuperen plenamente la carga de trabajo perdida. El presidente del comité de empresa de Puerto Real, Antonio Noria, advierte de que ese momento ya ha llegado y de los 529 obreros que integran la factoría puertorrealeña, unos 200 ya está en el umbral de la jubilación al contar con 60 años. Según Noria, «o la dirección de Navantia actúa contratando a personal o el astillero no es viable». Noria insiste en que la contratación de trabajadores temporales no fue, en absoluto, lo acordado con el nuevo presidente de Navantia.

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