Huelga Cádiz

Cádiz, epicentro de la violencia radical en las protestas del Metal

El fuerte dispositivo policial evita los cortes de tráfico en los principales accesos a la capital

Grupos de radicales del piquete apostado en el astillero de Cádiz se enfrenta a pedradas a la Policía, que carga en la Carretera Industrial

Así le hemos contado en directo la huelga del metal en la provincia de Cádiz

Carga policial en el astillero de Cádiz. Los radicales apedrearon a la Policía que vigilaba un piquete NACHO FRADE

Javier Rodríguez / Pedro Botella

La huelga indefinida del sector del Metal en la provincia arrancó sin incidentes en la medianoche del pasado martes hasta que se desmadró sobre las ocho de la mañana en Cádiz capital , donde un grupo de manifestantes que integraba el piquete que impedía el acceso al astillero empezó a tirar piedras a los vehículos de la Policía que custodiaban la zona.

Este piquete cortó el tráfico a primera hora en la Carretera Industrial con un a barricada, lo que obligó a la Policía Local a regular el tráfico en San Severiano desviando la circulación por la Avenida de la Sanidad, antigua Juan Carlos I, y por Tolosa Latour.

Mientras tanto, en el resto de la Bahía, concretamente en los polígonos del Trocadero y el Bajo de la Cabezuela , la huelga ha transcurrido sin altercados bajo un amplio despliegue policial . Unidades de la Policía de Prevención y reacción (UPR) se habían distribuido por el nudo del Río San Pedro para evitar cortes en los accesos a Cádiz por el segundo puente, así como en los arcenes de la carretera que lleva hasta el puente de Carranza. El dispositivo se ha visto reforzado por los equipos de Intervención de la Policía (UIP) de Sevilla.

A medida que avanzaba la mañana se recrudecía la movilización en las puertas del astillero de Cádiz hasta que la situación se desbordó cuando medio centenar de radicales la emprendió a pedradas contra los furgones policiales que vigilaban la protesta. Fue entonces cuando la Policía cargó contra el piquete. Los manifestantes asaltaron entonces la garita de vigilancia del astillero, provocando daños en los cristales, para poder atrincherarse en el interior de la factoría aprovechando para lanzar piedras a los agentes desde la valla de protección del astillero.

Los enfrentamientos se han saldado con dos policías heridos leves en Cádiz y dos guardias civiles heridos, también leves, en San Roque

El segundo frente de conflictividad, al margen de Cádiz capital, se abrió en el Campo de Gibraltar. Las subcontratas de las grandes industrias petroquímicas de La Línea, Algeciras y Los Barrios , han parado su actividad. Desde primera hora de la mañana, un piquete de trabajadores ubicado en la rotonda de Las Rosas, en la carretera CA-34 (El Toril-La Línea), provocó fuertes retenciones en esta carretera que desemboca en la ciudad linense, pero que también da acceso al polígono industrial de Puente Mayorga, en San Roque. En esta carretera, un vehículo de la Guardia Civil chocó con una farola con la que estaban cortando la carretera.

La Subdelegación ha informado que el balance inicial de este primer día de huelga se salda con un detenido en uno de los piquetes del campo de Gibraltar y cuatro agentes heridos leves: dos policías en Cádiz y dos guardias civiles en San Roque.

Desde primera hora de la madrugada, los piquetes informativos hicieron acto de presencia en el acceso al astillero de Puerto Real por donde acceden las plantillas de las industrias auxiliares, así como en La Carraca, en el astillero de San Fernando. En el primero, una fogata impedía el acceso a los tornos de entrada, mientras que en el segundo, el piquete se hizo fuerte en el puente de hierro . La misma imagen se repetía en la entrada de Dragados Offshore y en los patios de Alestis, en el Trocadero. Sin embargo, la protesta fue menor en Airbus, donde este martes tenía lugar la segunda asamblea para debatir el preacuerdo de su convenio y la fusión de la planta puertorrealeña con la de El Pueerto de Santa María.

Pasadas las ocho de la mañana, la tensión cerció en las inmediaciones de La Carraca, debido al piquete que bloqueó el acceso a las instalaciones por el puente de hierro. Los trabajadores del Metal quedaban bloqueados por dos furgones de la Policía Nacional, que le impedían el paso. Un cordón policial se estableció para dejar libre la carrtera, lo que obligó a una carga policial para dispersar a los manifestantes que cortaban la única entrada al astillero.

Las dos jornadas de huelga que tuvieron lugar el pasado 9 y 10 de noviembre fueron un ensayo de la movilización que ha tenido lugar este martes en uno de los sectores más importantes de la economía gaditana. A la movilización están llamados unos 22.000 trabajadores tanto de la industria naval como de la aeronáutica, además de los talleres de automoción. A primera hora de la mañana, la actividad era prácticamente nula en los principales centros de trabajo , según los sindicatos, mientras que la patronal destaca que el seguimiento ha sido del 15%.

La tranquilidad ha reinado en los polígonos del Trocadero y La Cabezuela, mientras que una pequeña carga se registró en el acceso al astillero isleño

La situación sigue enconada entre la patronal FEMCA y las centrales UGT y CC OO. De momento, la convocatoria de paro indefinido en el sector sigue vigente . La Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (FEMCA) hizo una última propuesta el viernes que consistía en una subida del 0,5% en 2021, un 1,5% en 2022 y un 1,5% en 2023.

Se trata de una oferta muy similar a la que estos mismos sindicatos aceptaron en Córdoba el pasado septiembre y que permitió la firma del convenio en aquella provincia.

Sin embargo, las centrales gaditanas rechazaron la propuesta y modificaron la suya de manera leve. Piden el IPC para 2021, una subida del 2,5% más el IPC del año para 2022 y una subida del 3%, además de lo que dicte el IPC, para 2023. La patronal no ve viable la propuesta sindical, ya que la inflación que se avecina y la subida de la luz y los combustibles han encarecido la producción , lo que hace «inasumible» un aumento salarial de estas características. Los sindicatos, por su parte, insisten en que no pueden perder más poder adquisitivo.

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