EMPLEO

Los perfiles profesionales que buscan las empresas en Cádiz

Faltan ingenieros y candidatos con titulaciones ligadas al entorno digital

La industria naval y la aeronáutica buscan mano de obra especializada. A.Vázquez

Sara Cantos

Ingenieros de cualquier rama y profesionales del mundo digital son los perfiles profesionales que más demandan las empresas que quieren contratar en Cádiz. A pesar del elevado índice de desempleo de la provincia y la capital, a las compañías les «resulta difícil» encontrar titulados en ingeniería naval, ingeniería de sistemas, aeronáutica, desarrolladores web, especialistas en animación 3D o en programación en la provincia gaditana.

Estos son solo algunos ejemplos de titulaciones codiciadas por los departamentos de recursos humanos de grandes empresas pero también pymes. Así lo explica Manuel Álvarez, Director del Área de Internacional, Turismo y Formación de la Cámara de Comercio de Cádiz .

Manuel Álvarez. LV

Esta realidad se sustenta en la dilatada experiencia y colaboración de la Cámara de Comercio con las empresas que acuden a este organismo como intermediario entre la oferta de trabajo y los demandantes de empleo. El resultado es que no siempre hay candidatos para lo que demanda el mercado de trabajo, por otra parte, en constante evolución hacia un mundo más tecnológico y especializado.

Las empresas no encuentran suficientes ingenieros y especialistas digitales en la provincia gaditana

«A nivel general, en cuanto a titulaciones hay una oferta suficiente de todos los perfiles profesionales con excepciones. Las ingenierías son especialmente demandadas por las empresas pero en Cádiz les resulta tremendamente difícil encontrar, por ejemplo, titulados en casi cualquier rama de las ingenierías así como titulaciones ligadas al mundo digital como desarrolladores de software, animación 3D o programación, entre otras muchas».

Inglés fluido, requisito básico

En el proceso selectivo de las empresas para contratar, no obstante, existe en muchas ocasiones una segunda criba para dar con el perfil buscado. El requisito son los idiomas y el dominio del inglés «es lo que marca la diferencia entre un candidato y otro». «Después de la titulación lo que marca la diferencia entre aspirantes es el dominio del inglés porque es lo más demandado ». Álvarez subraya que se trata de un «dominio desde el punto de vista de la práctica» porque hay muchos perfiles «con elevados conocimientos gramaticales pero hay brecha entre la parte teórica y la practica». Es decir, muchos candidatos tienen títulos que avalan sus conocimientos teóricos de inglés pero luego no lo hablan con soltura.

«La experiencia es fundamental en titulaciones básicas y formaciones profesionales»

La experiencia es otro factor importante pero no siempre. Es más determinante en titulaciones «básicas y formaciones profesionales» que en grados universitarios. En la provincia, en relación al sector del turismo y la hostería (camareros, camareras de piso, atención al cliente, etc) «se da mucho peso a la hora de contratar al idioma, a la formación y a la experiencia previa en la profesión, algo que no sucede tanto con titulaciones superiores».

Habilidades sociales

En los últimos años se han sumado las habilidades sociales y emocionales como criterio que puede hacer inclinar la balanza de las empresas hacia uno u otro candidato a la hora de contratar. «Además del idioma, que se reclama en todos los perfiles, las habilidades sociales y emocionales, que no forman parte del sistema educativo, pueden hacer que las empresas se inclinen por uno u otro candidato». De esta forma, se tiene en cuenta de los demandantes de empleo «su proactividad, sus formas de hacer, su capacidad de trato, su forma de relacionarse con el cliente y la asertividad. Esas competencias emocionales y sociales decantan la balanza. Incluso en algunos perfiles de trato al público (consultoría, atención al cliente, camareros…) pesan más que incluso la propia formación porque las empresas entienden que la necesidad teórica se puede cubrir con formación y experiencia en la propia empresa pero la capacidad de socialización es algo innato».

Por otro lado, no se da sesgo ni por edad ni por género aunque siempre encuentran tirón entre las ofertas los jóvenes con implicación y movilidad geográfica. Del lado de los que buscan empleo, las mujeres ganan terreno y cualificación. Dentro de la constante evolución del mercado laboral, se aprecia cada vez una mayor presencia de mujeres. «Antes por cada tres hombres había una mujer y ahora esa proporción se ha invertido». Otro dato interesante, según la experiencia de Álvarez, «cuanto más sube el nivel formativo requerido, más mujeres hay».

«Ahora mismo la aguja en un pajar son los profesionales de la ingeniería y del sector digital»

Dentro de la provincia tiene mucho peso la industria turística y hotelera, naval, vinos y licores, productos agroalimentarios y las empresas de base tecnológica, pero «ahora mismo la aguja en un pajar son los profesionales de la ingeniería y del sector digital », insiste.

En opinión de Álvarez, «son las profesiones que más desarrollo de futuro pueden tener en la provincia». Y expone un caso: «teníamos varias empresas (10) que demandaban esos perfiles y el número de candidatos que optaban a ellos era menor de los que optaban a titulaciones básicas». En resumen, hay perfiles «para casi todo» lo que demandan las empresas y cada vez tiene más peso las competencias emocionales y el manejo del idioma. No obstante, pone el foco en que en un mundo globalizado e hiperconectado, la competencia a nivel global no depende solo de la oferta local sino mundial: «a los trabajos pueden optar no sólo gaditanos, sino también personas del resto del mundo , especialmente de la UE, sin ningún tipo de requisito adicional».

Formación «oxidada»

Uno de los mantras que persigue al mercado laboral en Cádiz es que las empresas de la construcción y el sector naval no encuentran mano de obra cualificada en la Bahía, o al menos, es insuficiente. En este contexto, el reciclaje profesional y el ritmo rápido de los procesos de innovación y fabricación exigen una adaptación y reciclaje constante de los trabajadores. Algo que no siempre sucede. «Vivimos en un entorno en el que cada vez tiene más peso la innovación y las nuevas formas de fabricar y gestionar . Se produce una oxidación rápida de la formación, nuevas técnicas y los candidatos se tiene que ir formando continuamente para poder acceder al mercado».

Para muestra un botón. «Un desarrollador de software que esté especializado en el programa que más se use ahora, si no se recicla, el conocimiento que tiene se queda obsoleto en seis meses», explica. Se trata de una realidad ligada al contexto. Lo que sucede en muchas ocasiones es que «se genera un tipo de candidato con una formación básica y estándar que requiere de complementos que cada vez son más rápidos y cambiantes». Si los perfiles adolecen de esos complementos ligados a las nuevas maneras y procesos de trabajo, la contratación se complica .

Hace unos días la Cámara de Comercio celebraba su segunda Feria de Empleo, dentro de su programa PICE, creado para conectar candidatos con empresas. Está orientado a jóvenes de 16 a 29 años y en ella han participado 150 jóvenes y 28 empresas que aglutinaban un total de 120 ofertas de empleo. En los próximos meses se conocerá el porcentaje de contratación que ha resultado de este encuentro, en cuya primera edición fue del 60 por ciento.

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