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Pincha para escuchar la entrevista con una afectada. El doctor Abel Saldarreaga, con unas garrapatas en su portátil. - Francis Jiménez
Salud

El peligro del mordisco más pequeño

Abel Saldarreaga alerta de las múltiples patologías trasmitidas por las garrapatas, en especial, de la temida enfermedad de Lyme

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Un enemigo pequeño puede causar un daño enorme. Un fin de semana de senderismo, en un descuido, uno puede encontrarse con uno de los animales más peligrosos de la provincia por el daño que causa en sus víctimas. No se trata de un gran mamífero o de un venenoso reptil, sino de un insecto tan mal conocido como la garrapata. Este ácaro (parecido a una araña) es el responsable de la transmisión de una treintena de enfermedades, de las que una docena se pueden producir en la provincia. Entre ellas, la terrible ‘Enfermedad de Lyme’, la enfermedad que está detrás del reto de morder una lima. Un médico e investigador de Cádiz, Abel Saldarreaga, lidera una campaña para concienciar sobre las medidas de prevención contra el contagio por la picadura de garrapatas y para dar a conocer la enfermedad de Lyme, que afectaría a una decena de personas en la provincia de Cádiz.

«Una decena, que tengamos noticia», corrige Saldarreaga, «porque el problema de esta patología es que está infradiagnosticada; a algunos que sufren la enfermedad de Lyme se les dice que tienen fibromialgia, reumatismo, esclerosis o incluso ELA». Saldarreaga llegó a la enfermedad cuando conoció, en el ambulatorio de Alcalá de los Gazules, a Vicenta Delgado, una paciente que le sorprendía porque todas las semanas acudía a ponerse un gotero con antibióticos. «Cuando le pregunté qué tenía y me respondió que Lyme me quedé asombrado, no había conocido ningún caso de Lyme crónico ... cuando comencé a investigar descubrí no sólo sus fatales efectos, sino lo fácil que sería prevenirla».

Imagen de una garrapata.
Imagen de una garrapata.

Y es aquí donde vuelven a entrar las garrapatas. La enfermedad de Lyme (o borreliosis) la transmite la picadura de una garrapata que está infectada por una clase de bacteria. Cuando éste llega al cuerpo no presentan síntomas, que empiezan a aparecer a las semanas, a los meses o incluso a los años. «El problema es que el paciente no atribuye el problema a la picadura de una garrapata, es más, en muchos casos ni recuerdan que le haya picado una alguna vez», comenta Saldarreaga, que cuando hace el recuento de los afectados por el Lyme en la provincia de Cádiz lo hace recordando sus nombres y apellidos, aunque acto seguido insiste en que «según la comparativa con las estadísticas de las que disponemos, en España podría haber entre 40.000 y 50.000 afectados».

La peregrinación de Vicenta

Cuando el paciente ha llevado años sin tratamiento, se encuentra con que la enfermedad se ha vuelto crónica y ya no se puede acabar con ella. Ése fue el caso de Vicenta, que se contagió por las múltiples picaduras de las garrapatas de su lugar de trabajo, el jardín botánico de Alcalá de los Gazules. Después de que le diagnosticaran reuma, de una visita al neurólogo «que duró dos minutos» y de que la infiltraran en el brazo hasta en cinco ocasiones («lo que favoreció la extensión de la enfermedad porque estaba inmunodeprimida»), el contacto con un médico belga le dio el diagnóstico del Lyme «ocho años después de la picadura de la garrapata». Ahora, vive con múltiples afectaciones, como desorientación y problemas motores que le impiden caminar más de 200 metros sin la ayuda de una silla de ruedas. Ella forma parte de ALCE, la Asociación de Lyme Crónico de España, entidad que quiere dar a conocer la enfermedad y que ha puesto en marcha el reto de la lima.

Heridas provocadas por el enfermedad de Lyme.
Heridas provocadas por el enfermedad de Lyme.

Saldarreaga, que en la actualidad es médico en La Janda, se centra en prevenir sobre la picadura de las garrapatas. De hecho, ha colaborado con la Delegación de Medio Ambiente para concienciar a los trabajadores del sector del alcornocal sobre la importancia de tomar medidas de precaución cuando trabajan y de revisar bien tanto su ropa como el cuerpo. «En Europa y Estados Unidos, en las zonas con más presencias de garrapatas, hay incluso carteles en los que advierten de la presencia del insecto para evitar su picadura». Su siguiente objetivo, informar de las patologías que causan al resto de médicos de Cádiz. «De momento, el Distrito Sanitario de Bahía de Cádiz-La Janda me está dando todas las facilidades», reconoce Saldarreaga.

El doctor aconseja, para evitar sorpresas, que siempre se lleven las piernas cubiertas cuando se vaya al campo, que se vista ropa clara «y que se metan los pantalones por dentro de los calcetines». Si se tiene una garrapata, hay que extraerla con unas pinzas (nunca con los dedos) y sin presionarla, agarrando lo más cerca de la piel, «pero nunca de forma brusca ni echándole productos químicos».. Si se tiene duda, lo mejor es acudir al centro de salud.

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