INDUSTRIA

Navantia vuelve a pujar por la construcción en la Bahía de secciones de cruceros

La empresa negocia con el astillero francés de l’Atlantique un acuerdo para final de año que devolvería la carga plena a Puerto Real

La primera oferta se fue a pique el pasado enero por lo ajustado de los plazos de entrega

El astillero de Cádiz es un referente en reparaciones LA VOZ

Javier Rodríguez

A la segunda puede ir la vencida. La dirección comercial de Navantia negocia nuevamente con el astillero francés de Chantiers de l’Atlantique, en la localidad gala de Saint-Nazaire, la posibilidad de construir secciones de cruceros en la factoría de Puerto Real . Los técnicos de la empresa española tratan de ajustar una oferta viable que permita firmar un contrato antes de final de año y comenzar con su obra a primeros de 2020.

De momento, según ha podido saber LA VOZ, las conversaciones están muy avanzadas y hay sintonía entre ambas partes para lograr un acuerdo a corto plazo . De esta forma, el astillero galo delegaría en Navantia, como empresa subcontratada, parte de la carga de trabajo que tiene asignada en construcción de cruceros. Los franceses acumulan una importante cartera de pedidos de las grandes navieras, sobre todo de Royal Caribbean, pero su problema es el tiempo . No dan abasto y necesitan astilleros de referencia en Europa donde subcontratar algunos tramos de las obras para poder cumplir con los plazos de entrega.

Relevo de los petroleros

Navantia perdió en febrero de este año un contrato con el astillero de Chantiers de l’Atlantique por lo ajustado de los plazos y la imposibilidad de cuajar una oferta en condiciones con tanta premura de tiempo. Los contactos se iniciaron a la vuelta de verano y la dirección del astillero francés pidió más celeridad y menos costes para firmar el contrato.

El contrato inicial que perseguía Navantia se fue a pique en favor del astillero polaco de Gdánsk . Cabe recordar que esta importante obra consistía en la construcción de la sección de fondo, de proa a popa, de un crucero para la compañía Royal Caribbean. La obra de esta sección del casco garantizaba un año y medio de trabajo en la factoría y era el relevo a la culminación del proyecto de los petroleros.

Navantia pujó a finales de 2018 por un importante contrato naval en Francia. La intención era colaborar con el astillero galo de Chantiers de l’Atlantique en la construcción de algunas de las secciones de grandes cruceros . La empresa española presentó una primera oferta en diciembre con el ánimo de que Puerto Real fuera el astillero encargado de sacar adelante la obra. Sin embargo, no hubo acuerdo en los tiempos de ejecución a pesar de que la oferta económica fue satisfactoria.

Este contrato era clave para mantener la carga de trabajo plena en el astillero puertorrealeño tras la culminación de la obra del cuarto petrolero, el 'Monte Ulía', que se entregará el mes que viene al grupo vasco Ibaizábal. Los empresarios gaditanos de la industria auxiliar dieron por perdida la obra del crucero a finales del pasado enero, pero confiaban en que Navantia seguiría negociando una cuerdo, como así está siendo.

Carga offshore

El contrato del crucero francés era clave para asegurar la plena actividad en la factoría gaditana, al menos, un año y medio más, sin embargo, no pudo ser. Por esta razón, la dirección de la compañía tuvo que actuar rápido para mantener la carga de trabajo en el astillero. Así, Navantia firmó en febrero de este año en Oslo (Noruega) el acuerdo con Equinor Energy , antigua Statoil para construir una subestación eléctrica, la tercera que levanta Navantia, para el yacimiento petrolífero Johan Sverdrup, uno de los mayores de la costa Noruega.

La factoría gala está desbordada y tiene que subcontratar varias obras de nuevos cruceros para Royal Caribbean

Un mes más tarde de la firma en Noruega, la compañía española logró otro acuerdo para construir también en Puerto Real 20 'upper jackets' para la primera fase de un macroproyecto eólico en el Mar del Norte. Además, la empresa ha decidido desviar carga de trabajo del astillero gallego de Fene a Puerto Real. Así, la planta gaditana construirá una de las cinco estructuras flotantes de eólica marina del contrato de Cobra Wind International para el parque Kinkardine , en la costa norte de Reino Unido. Esta construcción, destinada en un principio junto a las otras cuatro al astillero de Fene, se ha desviado con el objetivo de diversificar la actividad de las instalaciones gaditanas, que hasta la fecha únicamente habían trabajado con estructuras fijas; así como para fomentar la «colaboración entre ambas factorías».

Los tres contratos offshore permiten mantener con vida a la planta puertorrealeña hasta que Navantia logre acuerdos de mayor calado que permitan de nuevo picos de trabajo de hasta 3.000 personas, como ha ocurrido durante los últimos cuatro años con la obra de los petroleros.

De la reparación a la construcción

Las negociaciones que se siguen con el astillero de Chantiers de l’Atlantique permiten albergar la esperanza de carga plena en Puerto Real.

Navantia sigue con el empeño de traer a la Bahía de Cádiz la construcción de secciones de grandes cruceros. Hasta ahora la factoría de Cádiz se había dedicado a la reparación, mantenimiento y transformación de estos buques, sin embargo, a mediados de 2018 surgió la posibilidad de diversificar el negocio y aspirar a obras de mayor envergadura en este segmento de la industria naval . El astillero de Puerto Real, debido a sus características y a la presencia de las grúas pórtico, está llamado a ser uno de los referentes en la construcción de grandes barcos de ocio al sur de Europa, pero todo lleva su tiempo.

El equipo comercial de Navantia negoció en el último trimestre de 2018 con el astillero francés de Chantiers de l’Atlantique la participación en la obra del crucero 'Apex', de la compañía Celebrity Cruise . La construcción del buque arrancó de manera oficial el 28 de julio del año pasado con la puesta de quilla. La naviera forma parte de Royal Caribbean, uno de los mejores clientes de Navantia, y tiene prisa por contar cuánto antes con su nueva flota de cruceros de lujo.

El astillero galo entregó, precisamente en julio de 2018, el 'Edge' y firmó un acuerdo para la construcción de dos unidades más. Esta situación de 'overbooking' es la que llevó a la dirección del astillero francés y a la propia compañía Celebrity Cruise a buscar factorías especializadas para participar en la obra. Unos y otros necesitaban con celeridad la respuesta de Navantia para participar como subcontratista, ya que la construcción de algunas secciones de este nuevo crucero, concretamente varios bloques de fondo de unos diez metros, se llevarían a cabo a mediados de 2019 en Puerto Real. La oferta de Navantia pasó el filtro económico, sin embargo, las diferencias surgieron a la hora de concretar los plazos de entrega.

Obligación de subcontratar

El astillero francés de Chantiers de l’Atlantique es uno de los de mayor prestigio de Europa tiene en esta materia, junto con los de Noruega y Finlandia. De hecho, de sus diques han salido las principales joyas de la corona de la naviera MSC como el 'Fantasía', 'Orquestra' y 'Divinia'. Igualmente, esta factoría fabricó el 'Queen Mary II' y es el astillero de referencia tanto de Royal Caribbean como de Carnival.

La relación entre Navantia y la Royal Caribbean ha pesado mucho en las negociaciones que se llevan a cabo para que la empresa española tome posiciones como constructora de cruceros. El primer paso es, de momento, participar en la construcción de algunas de las secciones de los buques que ya están encargados.

La industria auxiliar gaditana ha mostrado expectación desde el primer momento ante el nuevo camino que acaba de tomar Navantia sobre el negocio de cruceros y que supondrá un fuerte impacto laboral en la provincia. No hay que olvidar que Navantia ha reformado medio centenar de cruceros en los últimos años , incluso ha construido estructuras especiales como colas de pato, caso del ‘Splendour of the Seas’, ha transformado íntegramente otros, como es el 'Legend' y el 'Empress of the Seas', ambos también de Royal Caribbean, y ha construido estructuras completas para albergar nuevos camarotes en cubierta como fue el caso del 'Mariner of the Seas'. Este tipo de trabajos han permitido a Navantia ganarse la confianza de la Royal.

El futuro encargo, de cristalizar, se sumaría a los tres proyectos offshore que ya tiene asignados la planta puertorrealeña

Navantia se estrenó en el negocio de la reparación de cruceros en 2009 de la mano de Iberocruceros, que delegó en la empresa española la reforma del 'Grand Voyager'. Desde entonces el goteo de contratos no ha cesado. La proyección del negocio de cruceros en el astillero de Cádiz subió un peldaño en 2012 cuando logró cinco contratos para reparaciones. Fue entonces cuando la compañía Azamara suscribió un contrato con Navantia.

La explosión del negocio sobrevino, precisamente, en 2013 con ocho acuerdos para reparación y la entrada en los diques de la Bahía del 'The World', conocido como el barco de los multimillonarios, que pertenece a la compañía Residen Sea. El segundo contrato que fue noticia internacional y puso a Navantia en primera línea fue el acuerdo suscrito con la Disney Cruise Line para reparar en el astillero de Puerto Real al ‘Disney Magic’. El espaldarazo en el sector de reparaciones sobrevino en abril de 2015 cuando la dirección de Royal Caribbean firmó con Navantia un contrato para el mantenimiento y reparación de su flota en el Mediterráneo.

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