CRISIS DEL CORONAVIRUS

Monjas de clausura hacen más de un millar de mascarillas para los trabajadores de las prisiones de El Puerto

Las religiosas las han elaborado a partir de la tela de las fundas de colchones que se hacían en los talleres de los centros penitenciarios antes del decreto de alarma

La iniciativa ha partido tras la presión sindical y ha contado con la plena colaboración de la dirección de Puerto III

Dos de los tres modelos que han confeccionado las religiosas. La Voz

María Almagro

La solidaridad y la empatía son dos de los apoyos más importantes que se están despertando en muchos ciudadanos en esta lucha contra el coronavirus . Han sido ya cientos los buenos gestos mostrados por multitud de personas que se han puesto a disposición de diferentes profesionales que están arriesgando su propia salud y la de los suyos en beneficio del bien común. Uno de estos últimos gestos lo hemos encontrado en la provincia de Cádiz. Monjas de clausura de los conventos de varias congregaciones de Cádiz, Sanlúcar, Jerez y Lebrija, en Sevilla, están confeccionando a mano mascarillas para todo el personal que trabaja en las tres prisiones de El Puerto .

Desde que los contagios fueron aumentando, sindicatos de funcionarios de prisiones, como en este medio manifestó CSIF, han venido reclamando a Interior más material de protección y seguridad para evitar que el Covid-19 se propagara en las cárceles. El contacto entre todo el personal (sanitarios, funcionarios, limpieza, comedores…) y los internos es inevitable y los trabajadores que entran y salen de la calle estaban muy preocupados con poder ser portadores del virus y afectar a los reclusos o al resto de sus compañeros. A los presos no se les proporciona mascarillas por temas de seguridad y porque al estar suspendidos los permisos de salidas y otros traslados autorizados ellos no están saliendo de prisión.

Esta denuncia pública, unida a la gran colaboración que han tenido de la dirección de Puerto III, ha posibilitado que las religiosas hayan conocido esta carencia y querido colaborar. Las mascarillas se han hecho tan solo en unos días, con la tela de algodón con las que en los talleres de Puerto III suelen hacer fundas de colchones para los centros de toda España.

Con la autorización y propuesta de la dirección se contactó con las religiosas que querían ayudar y, tras llevarles las bobinas, se obró esta buena acción. Este lunes llegaba la primera partida de unas 800 mascarillas que han empezado a distribuirse en Puerto III y también se está haciendo lo propio en Puerto I y Puerto II, según van llegando.

La iniciativa tranquilizará también a los reclusos al ver que todo el personal penitenciario toma las precauciones debidas para evitar los contagios. En este sentido, la labor de toda la plantilla está siendo fundamental dando apoyo psicológico e información contrastada a los internos a los que se les ha prohibido, por prevención y por el decreto de Estado de Alarma, que puedan tener comunicaciones (vis a vis y locutorios) con sus seres queridos.

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