CORONAVIRUS CÁDIZ

Más de la mitad de Cádiz perimetrada: cómo son los controles

Más de la mitad de los municipios de la provincia quedan desde este miércoles cerrados al superar la tasa de incidencia de Covid y cientos de agentes trabajarán para que se cumpla la norma

Un agente de la UPR de la Policía Nacional, en un control en la salida por la Avenida en Cádiz. Francis Jiménez

M. Almagro

A mayor alerta, mayor control. Así se podría resumir el plan de seguridad dispuesto por las autoridades para intentar contener los contagios de Covid después de que este insaciable virus lleve meses expandiéndose y dejando a su paso miles de afectados. El número de infectados de coronavirus no ha dejado de crecer en esta tercera ola, por lo que, de nuevo, se han impuesto restricciones más duras en otro intento de frenar la pandemia. Así, desde este miércoles y tras ser aprobado por el comité territorial de la Junta, más de la mitad de la provincia de Cádiz ha quedado perimetrada . En total, 24 localidades que, según los datos oficiales de la Consejería de Salud son los que superan actualmente la tasa de 500 casos activos por cada 100.000 habitantes.

De esta forma, este cierre perimetral que se reactivó el pasado domingo se ha ampliado a otros municipios que el lunes arrojaban datos muy preocupantes. Así se decidió por tanto activar el perímetro de localidades como Cádiz capital o Puerto Real, en la Bahía, que se suman desde hoy a San Fernando, cerrada desde hace tres días. Además quedan también delimitadas, Conil y Vejer en La Janda; Chipiona, Rota, Sanlúcar, Trebujena, San José del Valle y Jerez en el distrito Jerez-Costa Noroeste; Algodonales, Arcos, El Gastor, Olvera, Prado del Rey y Setenil de las Bodegas en la Sierra de Cádiz. Y, Tarifa, Jimena, San Martín del Tesorillo, Castellar, Los Barrios, La Línea y San Roque en el Campo de Gibraltar. Toda la comarca, excepto Algeciras.

Es decir, de todas estas localidades no se podrán salir o entrar a no ser tener uno de los motivos justificados que se han autorizado. Por ello, cientos de agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de cada localidad irán haciendo controles como medida disuasoria para evitar que los ciudadanos se desplacen a otros municipios o salgan de los propios si no está permitido.

Hay que tener en cuenta que dichos controles son aleatorios e itinerantes. No son permanentes ya que las Fuerzas del Orden tienen que seguir realizando sus labores habituales de seguridad y, además, en la práctica más real, no existen efectivos suficientes para poder estar las 24 horas activos en dichos servicios en casi todos los puntos de la provincia. Es inasumible.

Por tanto, de nuevo, desde las autoridades se pide responsabilidad social . «Debemos ser extremadamente cumplidores», afirmaba recientemente el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco. Según explicó, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aumentarán dichos controles en total colaboración con las policías locales y prestando especial atención a los municipios con mayor tasa de contagios que, por tanto, tienen más restricciones. Sin embargo, hay que tener claro que la labor de los agentes es la de supervisar o controlar pero que el éxito de las medidas dependen del comportamiento individual.

Un agente de la Guardia Civil en un control el pasado sábado en Sanlúcar. F, Jiménez

Los motivos justificados

En los controles que se efectúan sobre los perímetros los agentes solicitan al conductor y los ocupantes del vehículo que justifiquen el motivo de su desplazamiento. Los movimientos que se permiten son los laborales, la asistencia a centros educativos o sanitarios, citas judiciales o con la administración que sean ineludibles, cuidado de mayores, dependientes y menores, asistencia a centros veterinarios o cuidado de animales, viajes por citas deportivas autorizadas, repostaje del vehículo a una estación cercana, o por una causa de fuerza mayor o situación de necesidad, debidamente acreditada.

Además los agentes controlan si en dicho vehículo se cumplen las normas sanitarias, es decir, si va el número de personas permitido (cuatro con la nueva orden, incluido el conductor) y con mascarilla en el caso de no ser convivientes. Si los viajeros son personas de una misma familia y superan el número de cuatro individuos, podrán viajar todos juntos siempre y cuando sean personas que viven en un mismo domicilio.

Las multas a las que se enfrenta quien no cumpla con estas restricciones van desde los 100 a los 600.000 euros en función de su gravedad y reiteración. Al detectar cualquier incumplimiento (este u otro sobre cierres por ejemplo) los agentes solo proponen para sanción ya que es la autoridad competente (en este caso la Junta de Andalucía) quien evalúa el caso, tramita y determina la cuantía de dicha sanción.

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