Educación
Manuel Holgado: «Se ha perdido la oportunidad de un pacto educativo de consenso»
El presidente de Escuelas Católicas de Cádiz asegura que «el sistema de conciertos es bueno y ha generado que haya unos centros sostenidos con fondos públicos que garantizan la libertad de enseñanza»
Escuelas Católicas de Andalucía es una de las organizaciones que ha mostrado de forma tajante su oposición a esta ley. En Cádiz, su presidente Manuel Holgado, desgrana los inconvenientes que presenta.
–¿Por qué falla esta normativa?
–En primer lugar nos parece que la ley es una oportunidad perdida nuevamente para el pacto educativo de consenso en España. Es una ley que los partidos han hecho sin consenso con la comunidad educativa por lo tanto es una ley de partidos de una parte de la sociedad frente a otra. Hablamos que haya un pacto educativo porque la educación tiene problemas que hay que arreglar desde el acuerdo de todos, centros educativos, padres, alumnos, profesores, políticos... todos los elementos que influyen en la educación para tener una ley que fuese estable.
–¿Cuál sería el siguiente punto de desacuerdo?
–Otro elemento clave es que ahora mismo hay un principio fundamental que es la libertad de enseñanza, que se basa en que los padres puedan elegir el centro educativo que quieran. Eso supone que lo puedan hacer desde la libertad y la igualdad. El sistema de conciertos es un buen sistema y ha generado que haya unos centros sostenidos con fondos públicos que garantizan esa libertad de enseñanza. La ley cambia el paradigma a otro principio distinto que es que los padres podrán elegir de los centros que la administración ofrezca y entonces no hay libertad. En el fondo lo que se plantea es que la red educativa que en Andalucía tiene el 20% de concertada y 80% de la pública según esta ley los concertados podrían desaparecer porque si hay centros públicos que están vacíos la administración no ofrece los concertados. Rompe el equilibrio entre pública y concertada. Es hacer que la concertada exista en tanto que la pública no esté llena.
–¿Qué otros problemas se presentan?
–Hay otros elementos que son discutibles, que las familias puedan elegir la asignatura de religión. Eso está en contra de los acuerdos con la Santa Sede pero sobre todo implica que el alumno que curse religión va a ser un héroe ya que además no valdrá para nada en su expediente... Otro tema es el de la educación especial. Estamos por la integración pero hacen falta esos centros. Hay alumnado que llega un momento en que no pueden seguir y esos centros están para eso, y que la idea sea cerrarlos para favorecer una integración al 100% pues es algo que no entendemos.
–¿Esperaba que se presentara una ley como esta?
–Siempre ha habido grupos políticos partidarios de ello pero nos extraña que el PSOE, que creó el sistema de conciertos que lo hizo como algo positivo para terminar con otros regímenes que había antes que eran complicados, haya dado el paso y en vez de mejorar este sistema ahora le quiera dar la puntilla con esto de la subsidiariedad.
–¿Qué sensación tienen ahora los padres, docentes...?
–Pues la sensación es de preocupación y también estupor por cómo se lleva a cabo la tramitación que se hace de urgencia y sin participación en el debate.
–¿Qué alternativas hay ante esta situación?
–El camino que te están dejando es esperar que la ley en las modificaciones del Senado cambie en sus puntos más conflictivos. Si una ley se tramita con urgencia con la idea de que este a finales de febrero es porque se quiere aplicar cuanto antes. Si se aprueba en febrero o marzo se aplicaría en el mes de octubre o en el momento mismo en que entre dependería de los recursos y demás.
–¿Y qué esperanza le queda en todo este proceso?
–Pues lo ideal sería que la administración, los políticos, recapacitaran y dieran un cambio a todo esto pero buscando de verdad el pacto educativo.
