TRIBUNALES

Juan, el jornalero que quedó tetrapléjico y que jamás tuvo la indemnización que ganó

La familia de Juan Carretero lleva quince años esperando que se ejecute la sentencia que ganaron después de que un accidente por una mula dejara a este algodonero en una silla de ruedas

Él falleció hace tres años «después de mucho sufrimiento y sin poder tener en vida lo que de justicia dijo que era suyo»

Juan Carretero se quedó tetrapléjico en 2004 tras chocar con su coche contra una mula. Falleció hace tres años y nunca cobró la indemnización. F. J.

María Almagro

Era un 29 de febrero de 2004 cuando Juan Carretero , un hombre vital, salió de su casa de Algodonales destino a un pueblo de Huelva a trabajar como jornalero en la recogida de la fresa. Decidió partir un día antes para no tener que madrugar y le cogió noche cerrada. A las 19.55 horas, por la carretera entre Utrera y Los Palacios, una mula se le cruzó y no pudo esquivarla.

La colisión fue casi mortal. A partir de ahí comenzó su lucha: por la vida y la justicia. Hace tres años falleció, tetrapléjico, desesperado, preso de todas las graves secuelas que le dejó aquel accidente sin ver como se terminaba ejecutando la sentencia firme y favorable que le adjudicó una indemnización de un millón de euros. Tras el siniestro este hombre que entonces contaba con 54 años se quedó para siempre en una silla de ruedas con el 99 por ciento de incapacidad reconocida. «Iba a ganarse una miseria de jornal y cuando lo encontraron tirado en la carretera pensaron que estaba muerto», cuenta el abogado de la familia, Fernando Osuna. «Estuvo más de un año en la UCI, fue terrible».

«Si no llego a tener la fuerza que tengo, no habría sobrevivido», contaba el propio Juan a este periódico hace unos años. El periplo que vino tras el accidente fue «muy doloroso, terrible». «Además de la tetraplejía, su cuerpo se llenó de llagas, lo tenían que mover con una grúa ortopédica y su mujer se entregó por completo a él. Todo el día pendiente de cada una de sus necesidades, de si tenían que moverlo para que no tuviera úlceras». De hecho, Josefa tuvo que dejar el empleo de cuidadora que tenía, e incluso adaptar toda su casa para poder desplazar a Juan sin problemas.

«Se intentó suicidar varias veces, fue terrible y murió sin que la justicia le diera lo que se le debía»

La desesperación iba creciendo. Tras el accidente la Guardia Civil presentó un atestado considerando que se había producido una negligencia por parte de los dueños de las mulas que se escaparon hacia la carretera. Sin embargo, fueron absueltos por la vía penal. Los propietarios de los animales y de la finca alegaron que les habían robado dos animales el día anterior y que no podían responsabilizarse de aquello. Aún así, el juez encargado del caso abrió la posibilidad de que el afectado pudiera reclamar por la vía civil . Y así, en 2013 la justicia les dio la razón con una sentencia favorable que les reconocía el pago de 800.000 euros (entonces).

Los años pasaron pero la sentencia no se ejecutó jamás. Juan seguía en la cama, incapaz de moverse sin ayuda. Un hombre activo, acostumbrado a trabajar desde muy joven, que veía como había «muerto en vida». «Se intentó suicidar varias veces. Su familia le sorprendió más de una vez intentando cortar los tubos por los que le alimentaban. No podía más...». Sus órganos se fueron deteriorando poco a poco. El tiempo sí pasaba para él pero no para el juzgado de Utrera , el encargado de ejecutar la sentencia que les había sido favorable.

«Cada uno de los movimientos que han hecho este tiempo ha sido una eternidad. Por ejemplo, para pasar el expediente del juzgado número 3 al 2 cuando se abrió la causa civil tardaron unos diez meses. Casi un año para que una carpeta cambiara de un despacho a otro que está al lado», denuncia.

Juan, harto, de verse sin poder trabajar, con tres hijos, su mujer dedicada a él, sin jornal, sin nada, empezó una huelga de hambre. Tuvo que dejarla porque su estado de salud no le permitía correr ese riesgo. Y el tiempo seguía pasando. Hasta que hace tres años falleció . «Fue horrible ver como se iba sin que la justicia le hubiera pagado lo que se le debía». Sin embargo, su derecho sigue vigente y su familia continúa en esa lucha.

En este tiempo el abogado ha intentado mover el caso todo lo que ha podido. Solicitó una petición indemnizatoria al Ministerio de Justicia por el funcionamiento anormal de la Administración. De ahí que recibieran 60.000 euros. «Les ha servido para pagar deudas. Dejaron de trabajar y encima tuvieron que adaptar una casa entera, poner un ascensor...». Además, ha interpuesto un recurso de amparo, una queja al Defensor del Pueblo, una solicitud de auxilio judicial a otro juzgado, etc... «Es una ejecución, no es tan difícil, ya es hora que cumplan con esta familia».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación