Jenaro Jiménez, durante el juicio que se celebró en la Audiencia.
Jenaro Jiménez, durante el juicio que se celebró en la Audiencia. - A. VÁZQUEZ
TRIBUNALES

Jenaro Jiménez vuelve a Cádiz

El empresario gaditano, que fingió su muerte y después se fugó a Paraguay y Hungría tras ser condenado, está preso en Puerto III desde principios de marzo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El empresario gaditano Jenaro Jiménez, conocido por inventarse una rocambolesca historia que le llevó incluso a fingir su propia muerte y después a inventarse una nueva identidad fugado de la justicia, ha vuelto a Cádiz. Concretamente, desde principios de marzo cumple condena en Puerto III.

Según ha podido saber este periódico, Jenaro permanece desde el pasado 9 de marzo en la prisión portuense, donde llegó tras pasar por la cárcel salmantina de Topas. El procesado ocupa una celda en el módulo 10, de los denominados de respeto, en los que suele haber internos que, a juicio de la administración penitenciaria, no son peligrosos. Además está clasificado como un preso de segundo grado, es decir, un penado en el que concurren circunstancias personales y penitenciarias de normal convivencia, pero sin capacidad para vivir, por el momento, en semilibertad.

Como se recordará, Jenaro Jiménez fue detenido el 15 de septiembre del pasado año en Hungría. Sobre el empresario gaditano pesaba una orden de búsqueda y captura internacional por parte del Juzgado de lo Penal número 1 de Cádiz. Cuando fue arrestado, el ahora reo se encontraba en paradero desconocido desde hacía más de año y medio, después de que se le condenara el 2 diciembre de 2011 a dos años prisión por un delito de estafa al que era su cuñado en 2008.

Ocupa una celda en uno de los módulos 'de respeto' al no estar considerado un reo peligroso

La increíble historia de Jenaro Jiménez saltó a los medios cuando hace nueve años huyó a Paraguay después de hacer creer a su familia que había fallecido ahogado mientras hacía submarinismo en la playa de los Alemanes. Justamente, pocos días después de cometer la estafa sobre su cuñado por la que sería después condenado.

Con varias causas judiciales pendientes en España por asuntos económicos, aJenaro se le acusó de quedarse con 47.000 euros que le había pagado su familiar en concepto de anticipo para la compra de una vivienda. Meses después de simular su muerte en España, el empresario fue localizado en Paraguay, donde se presentaba como un potencial inversor. Allí eligió como nuevo nombre para identificarse nada menos que el de Álvaro Domecq. Según informó entonces la prensa paraguaya, el empresario gaditano había mantenido una relación con una exreina de belleza de 28 años, a la que dejó a los dos meses de tener con ella una hija. A la pequeña le puso el nombre de la esposa que había dejado abandonada en Cádiz.

Su detención e ingreso permitirá seguir avanzando la instrucción del reguero de denuncias que le interpusieron acreedores, socios e incluso su exfamilia política por presuntos fraudes.

Una de estas causas la investiga el Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz. Su titular tiene pendiente tomarle declaración y así cerrar un sumario que lleva abierto desde 2008. Se le acusa de apropiación indebida, evasión de capitales y estafa tras haber engañado supuestamente a varios exsocios con diferentes empresas de las que se hizo administrador. Según denuncian los perjudicados, les engañó y se negó a facilitarles información esencial sobre la evolución de la empresa, como el estado de cuentas, dejando finalmente un boquete. Solo en una de estas sociedades, Casas de Cádiz, fueron 646.000 euros lo supuestamente defraudado.

El informe policial eleva la estimación del dinero posiblemente defraudado a varios millones de euros. De esta forma, si se considerara probado los delitos de los que se le acusan en esta causa, la condena sería mucho mayor de la que le mantiene ahora en la prisión de Puerto III.

Ver los comentarios