SUCESOS

El hijo del Galopa de Sanlúcar, detenido por cultivar marihuana en El Puerto

J. A. P. toma el relevo de su padre, conocido narco de la desembocadura del Guadalquivir, fallecido hace unos meses

La Guardia Civil descubrió los cultivos de 'maría', ocultos en tres invernaderos entre hortalizas

M. A.

Hace unas semanas la banda que supuestamente comandaba el conocido narcotraficante de Sanlúcar, El Galopa, se sentaba en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Cádiz. Los catorce procesados admitieron que se dedicaban a traficar con hachís y aceptaban así las condenas que les imponían por confesar los hechos.

En ese juicio el gran ausente fue precisamente el Galopa, a quien la investigación señaló como quien tomaba las decisiones sobre los alijos de droga que realizaban en barcos de pesca por la desembocadura del Guadalquivir. Antonio G. R. falleció hace unos meses tras salir de prisión preventiva por esta misma causa.

Sin embargo, el comprobar tan cerca las consecuencias penales que puede tener el narcotráfico y el fatal devenir que tuvo el narco sanluqueño, parece que no ha hecho desistir a su hijo de dedicarse a lo ilícito. Aunque en su caso no ha sido hachís sino 'maría'. La Guardia Civil detenía a J. A. P. la pasada semana por regentar presuntamente tres plantaciones de marihuana que estaban escondidas en fincas agrícolas en el Cuadrejón Chico de El Puerto.

El registro y el resto de pruebas que recabaron les permitió saber que tras esos cultivos de cannabis se encontraban dos vecinos de Sanlúcar. J.M.G. y J.A.P.G., este último hijo del Galopa, quien cayó por última vez en la 'operación Euyun', una operación conjunta que desarticuló la organización que supuestamente encabezaba y que acabó con más de una quincena de personas detenidas. Su especialidad era la de traficar con fardos de hachís cargándolos en barcos recreativos y ocultarlos entre las artes de pesca.

Sin embargo, J. A., de 28 años, se estaba dedicando presuntamente a otra droga, el cannabis . Una opción que están tomando muchos traficantes porque las consecuencias penales son menores y el riesgo que se corre a la hora de mantener el contacto con los proveedores, también.

Según fuentes consultadas, al hijo del Galopa le constan ya numerosos antecedentes por delitos de tráfico, cultivo y tenencia ilícita de armas, entre otros.

La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones.

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