Miles de ciudadanos han visitado y demostrado su afecto por el buque escuela de la Armada Española durante su escala en Getaria y Getxo
Amanece el miércoles 10 de julio en la localidad vizcaína de Getxo y los cuatro palos del Juan Sebastián de Elcano relucen bajo el sol de verano. Son las 7.30 horas y el buque escuela, a la sazón una pequeña ciudad de 250 habitantes, se prepara para levar anclas. Mientras el bergantín-goleta se alista para salir los comentarios se repiten, toda la dotación y los guardiamarinas del buque destacan y se congratulan de la buena acogida que les han dado en el País Vasco. Aquí el Juan Sebastián de Elcano y, por ende, la Armada Española, es querida y se lo han hecho saber.
El buque escuela cuya base está en La Carraca, en San Fernando, llegó a Getaria el pasado sábado 6 de julio y allí recibió 5.100 visitas. Al día siguiente zarpó para Getxo y el lunes por la mañana realizó jornadas de puertas abiertas, momento en el que tuvieron la oportunidad de subir a su cubierta más de 1.600 ciudadanos. No obstante, el ‘día fuerte’ fue este martes 9 de julio. Nadie se iba a quedar en tierra. Por eso, el Juan Sebastián de Elcano amplió su horario de visita hasta medianoche, recibiendo más de 9.000 visitas durante toda la jornada. En la que no sólo los getxotarras, sino también vecinos de otras ciudades de alrededor, como la capital, Bilbao, acudieron a visitar el buque escuela. El cómputo global lo deja claro: casi 16.000 personas han pisado el barco que lleva el nombre del primer marino que circunnavegó la tierra, en su lugar de origen, durante los cuatro días que el Elcano ha permanecido en el País Vasco. “No sabéis lo que significa para nosotros vuestra presencia aquí”, le han dicho a la dotación y los guardiamarinas del buque escuela algunos de los vascos que les han visitado.
A las 8.45 horas el buque bulle de actividad preparándose para estar a son de mar. Hay que organizar las estachas y guardar todo lo que se ha sacado al llegar a puerto para las visitas (portalones y engalanado). Una hora más tarde se realiza la prueba de máquinas. “Babor y estribor de guardia para salir a la mar”, se ordena por la megafonía a las 9.50 horas. Todo el mundo ocupa sus puestos.
Soltar amarras
El puzzle funciona a la perfección, cada cual a su labor. Es entonces cuando el práctico del puerto embarca y sube al puente. Allí se encuentra el comandante del buque escuela, el capitán de navío Ignacio Paz García, responsable de la maniobra, el segundo comandante, el segundo comandante, capitán de fragata Joaquín Revuelta, que coordina los trabajos en las zonas de castillo (cubierta elevada situada más a proa), toldilla (cubierta elevada situada más a popa) y la maniobra de hacerse firme a los remolcadores, el oficial ayudante de derrota, encargado de la navegación, junto a su equipo de puente.
Los guardiamarinas forman ocupando sus puestos, faltan dos minutos para las 10.00 horas. “Nos vamos”, dice el comandante del Juan Sebastián de Elcano. Entonces “se liberan las estachas y se sale”, resume el sargento primero Francisco Javier Verdugo García. Este isleño es actualmente el contramaestre de cargo a bordo, es decir, el coordinador de los siete contramaestres que hay en el Elcano y de los trabajos que se realizan, actuando como enlace entre el oficial jefe de maniobra y la brigada. A Don Javier, como le llaman todos en el barco, le avalan los nueve cruceros de instrucción que lleva a sus espaldas. Su jefe es el también isleño teniente de navío Fernando Díez Gago. “Este barco no tiene hélices en proa, por eso es vital que se apoye en los remolcadores”, explica el oficial jefe de maniobra. “El resto es sencillo, soltar amarras y confiar en el buen hacer del práctico y el personal del puente”, declara.
Mientras, desde el puente se dirigen todos los elementos para hacer la maniobra de separación del muelle con seguridad y, tras ella, la navegación por la zona portuaria, siempre auxiliados por las indicaciones del práctico. “Todo esto requiere un trabajo previo de preparación de la salida por parte del puente, en el que se establecen los horarios, los medios a utilizar (en el caso del Elcano siempre dos remolcadores) y, además, el equipo de navegación es el responsable de planificar la derrota a seguir, teniendo en cuenta todos los peligros que puede haber, ayudas a la navegación que se pueden utilizar y habiendo estudiado las normas y particularidades de ese puerto”, detalla Ignacio Grueiro, oficial de puente del Elcano.
Getaria, la ciudad donde nació Elcano
Sin duda para toda la dotación del Juan Sebastián de Elcano quedará en la memoria la entrada al puerto de Getaria el pasado día 6 de julio. Allí se unieron varios factores. Por un lado, la estrechez del puerto, que hizo que la maniobra de atraque tuviera que ser muy precisa y, por el otro, que era la primera vez que el Juan Sebastián de Elcano visitaba este puerto vasco en el que nació el navegante del que lleva el nombre, el cual de 1519 a 1522 completó la primera vuelta al mundo, de la que se está celebrando el quinto centenario.
Una entrada que se comenzó a planificar en el mes de octubre del pasado año, con reuniones entre el personal del buque escuela y las autoridades de Getaria. “Se realizaron mediciones, tanto de sondas como de dimensiones del barco para poder atracar”, detalla el teniente de navío Díez Gago. Y es que éste es “un puerto pesquero, no tiene el fondo que debe tener un puerto de amarre”, puntualiza el sargento primero Verdugo. La entrada en la bocana es de 40 metros y el largo del muelle de 140, mientras que el buque escuela mide 113. Por eso, “había que meter el barco muy despacio y, dada la poca distancia que teníamos por la proa, asegurarnos que se podía parar”, narra el oficial jefe de maniobra. Así pues, un remolcador se situó a proa del barco, empujándole, y otro a popa, sujetando. Y el buque escuela tuvo que atracar a ocho metros del muelle, debido al calado, por lo que fue necesario colocar unas planchas complementarias en el portalón de acceso al barco para poder salvar esta distancia y las alturas de marea de la zona en esta época del año. “Ha sido un trabajo de coordinación muy fino”, puntualiza.
Getaria fue el primer puerto español al que el Juan Sebastián de Elcano arribó tras cinco meses y medio desde que comenzase su 91 crucero de instrucción en Cádiz, ciudad tras la que visitó Santa Cruz de Tenerife, desde donde cruzó el océano Atlántico. Una escala muy planeada, con un significado especial, y cuya salida también “fue muy bonita”, cuenta el teniente de navío Díez Gago, ya que “nos separaron los remolcadores y nos reviraron con la proa hacia la gran cantidad de gente que nos estaba despidiendo en el muelle”.
Este miércoles la escena se ha repetido. Al son de ‘Ganando barlovento’ interpretado por la unidad de música del Juan Sebastián de Elcano, el ‘embajador y navegante’ ha salido de Getxo e iniciado un tránsito de tres días. Lo ha hecho acompañado de aproximadamente una treintena de embarcaciones, entre ellas las de ‘Sail the way’, una flotilla de pequeños veleros que están realizando el Camino de Santiago por la mar, navegando desde La Rochelle a Santiago de Compostela del 5 al 27 de este mes de julio. “Estamos encantados de verles salir de la ría”, le ha dicho el patrón de la flotilla al comandante del buque escuela por la radio, al tiempo que le ha pedido permiso para realizar una pasada por estribor. De fondo un pasodoble, entre vivas a España y seis pitadas del buque escuela.
Ahora el buque escuela navega en demanda de la Escuela Naval de Marín, a donde llegará el próximo 13 de julio. En la retina de dotación y guardiamarinas una imagen, la de centenares de ciudadanos con banderas de España esperándoles en el faro de la salida de Getxo para despedirles entre aplausos. Y la respuesta espontánea de los militares, contestando también con aplausos al enorme abrazo del pueblo vasco.
>> La ministra de Industria, Comercio y Turismo, a bordo de Elcano
>> FOTOS: Elcano leva anclas tras recibir a miles de personas en Getxo
Me da muchísima rabia que este artículo comience así:
“Amanece el miércoles 10 de julio en la localidad guipuzcoana de Getxo”
Lo más seguro es que cualquier vasco que lo lea se sienta ofendido al no ubicar Getxo donde realmente está, en Vizcaya/Bizkaia. Es como decir: “Jerez de la Frontera provincia de Sevilla”.
De verdad, con que poco cariño lo habéis escrito y qué pena da … Con todo lo que ha conseguido la visita de este barco, impensable hace años. Y la cagais en el segundo uno. Menudos zoquetes. Qué rabia.
Por favor, corregirlo.
Getxo de gipuzkoa? No lo había oído en mi vida.
Getxo, tiene 250 habitantes?. Estoy flipando. Quien es el periodista que ha escrito esto. Que repita la carrera por favor.