Casi 30 chiringuitos de la provincia de Cádiz deciden seguir abiertos en invierno

Los chiringuitos son también para el invierno. Un total de 29 establecimientos de playa de la costa gaditana ya han confirmado a sus respectivos ayuntamientos la intención de mantener abiertas sus puertas a lo largo de los próximos meses . Los propietarios de estos locales reconocen que hay demanda para ello. El municipio de Tarifa es el que más solicitudes ha recibido para ampliar la temporada, con nueve, seguido de Cádiz, con seis, y El Puerto, con cinco.

La apertura de los chiringuitos durante la temporada baja ha sido uno de los caballos de batalla del sector. La iniciativa ha ido madurando con los años al mismo tiempo que la normativa se ha ido ajustando a las necesidades . Solo los más osados se arriesgaron en 2011 a abrir el invierno. Media docena de ellos dio el paso al frente. La situación ha cambiado ahora. En 2014, un total de 22 chiringuitos de Cádiz mantuvieron la puerta abierta todo el año. Fuentes de la patronal del sector han destacado que hasta la fecha hay unas 29 solicitudes presentadas, pero esta cifra puede ser superior.

Los empresarios confían en que este año no se repitan en la capital las anomalías del pasado 2016, donde el consistorio gaditano presentó con retraso los expedientes ante la delegación provincial de Medio Ambiente. Ante esta anomalía, la Junta tuvo que forzar una prórroga para admitir el trámite . Finalmente todo se solucionó, pero el tira y afloja mantuvo en el aire durante varias semanas la ampliación de temporada en las playas de La Victoria y Santa María. Los chiringuitos que abrieron en invierno el año pasado fueron el Nahu Beach, Malibú, Kala Beach, Potito, Potito Beach y Pikacho’s, propiedad de empresarios gaditanos. Cada uno genera entre diez y quince puestos de trabajo.

La Demarcación de Costas traspasó las competencias de explotación de playas a la Junta de Andalucía en 2011 y fue la Administración regional la que, tras consensuar con los ayuntamientos y fijar los planes de playa, la que delegó en los consistorios en 2014 la concesión de explotación de los locales de playa. Los ayuntamientos, a través de concursos públicos, pusieron entonces las bases para mejorar la imagen de los chiringuitos y ampliar el tiempo de concesión administrativa , con el fin de hacer más atractiva la inversión a sus gestores. Las nuevas concesiones permitieron en 2015, entre otras cosas, dar más garantías al empresario y, al mismo tiempo, renovar la imagen de las instalaciones. Los chiringuitos que pueblan ahora las playas gaditanas son funcionales y con bajo impacto ambiental. Las administraciones lograron ampliar la concesión hasta diez años , con cinco o tres años más de prórroga, lo que permite ahora con menos poblemas rentabilizar la inversión inicial. No hay que olvidar que las nuevas instalaciones han supuesto para el empresario un desembolso medio de 250.000 euros. Con la antigua concesión, unos cinco años, era imposible llevar a acabo una inversión de estas características.

Uno de los objetivos que se han marcado los empresarios de la hostelería gaditana es combatir la estacionalidad a golpe de oferta e imagen. No se trata de vender exclusivamente sol y playa, un destino que ya está consolidado en la provincia, sino de captar un turismo capaz de venir en temporada baja . El sector quiere que la provincia cuente con turistas durante todo el año. Este fue uno de los mensajes más repetidos ayer durante los actos convocados con motivo del Día Mundial del Turismo. Fuentes consultadas por LA VOZ insisten en que Cádiz cuenta con herramientas suficientes para romper la estacionalidad. La principal de ellas es su temperatura.