REPORTAJE
Aviso en prisiones: «¡Os voy a matar uno a uno!»
Platón o Santiago Heredia son dos de los presos que en los últimos meses han causado problemas en la cárcel gaditana de Puerto III. «Sí... se les termina trasladando, pero vienen otros, iguales o peores»
Son las 13.50 horas. De repente salta la alarma en 'el Quince', el módulo donde habitan los más peligrosos en la cárcel de Puerto III. Los funcionarios acuden diligentes al aviso. Se enfundan el equipo y se dirigen hacia la celda donde alguien ha decidido liarla. Otra vez. No han llegado todavía hasta el 'chabolo' (el número 56) y ya por el pasillo intuyen lo que se van a encontrar. «¡Os voy a matar uno a uno, he prendido fuego, y si tenéis cojones entrad a por mí!», se escucha por el interfono. Esa es la 'bienvenida' que este violento recluso dedica a los que van en su auxilio abriéndose paso por una oscura humareda, sin apenas ver, con todo lleno de cristales rotos y los nervios y la tensión de tener que soportar y tragar con un momento así.
Al otro lado de la reja se mueve colérico Ángel Platón Estévez, 'Platón' . Enfadado por algún motivo (cualquiera), ha decidido quemar su colchón. Y ha reventado el cristal de la luminaria de su celda. Consiguen convencerle y finalmente sale de manera automática (a través de puertas eléctricas directas) al patio. Esconde algo en una mano. Sigue muy violento. Cuando minutos después tienen que cachearlo ya sí hay contacto directo. Les da patadas a los funcionarios, les escupe sangre en la cara, les amenaza... «Ya me soltaréis y entonces es cuando os vais a enterar... uno a uno...» , repite casi como un mantra. Lo reducen y se lo llevan a una celda de aislamiento provisional aunque en apenas unas horas volverá a ese mismo módulo, junto a esos mismos trabajadores.
Pero no queda ahí la historia. Cuando hacen la requisa del patio de la galería donde se le evacuó encuentran medio escondido en un rincón un punzón de cristal de 15 centímetros. Coincide con el trozo roto de la luminaria. Platón lo llevaba encima. Parece que esta vez se han librado de que lo usara contra ellos como ya hiciera el 'famoso' Fabrizio en el verano de 2016 .
Este es uno de los últimos perniciosos episodios de auténtica pesadilla que se han vivido en Puerto III. Ocurrió hace unas semanas y refleja, según denuncia el sindicato CSIF, el «peligro» al que se enfrentan –que puede ser esperado en cierta forma ya que es evidente que tratan con delincuentes–, pero, que una vez asumido esto como parte de su profesión, intentan evitar la fatalidad, minimizar los problemas, y poder reaccionar ante ellos de la forma más segura «con más y mejores medios», como viene reclamando insistentemente su portavoz Ángel Luis Perea.
También es sintomático por ejemplo que Ángel Platón Estévez, este mismo interno, de historial delictivo de preso común, ya la había tenido con ellos tan solo un mes antes. En abril la emprendió a golpes y patadas contra cinco funcionarios. Ocurrió tras haber protagonizado otro ‘enfado’ por la mañana. Después de aislarlo como indica el reglamento lo fueron a trasladar de nuevo a su celda cuando comenzó a insultar y amenazar a los trabajadores que realizaban el traslado «cada vez más alterado». De repente, según explicaban entonces, se abalanzó sobre los funcionarios pegándoles y escupiéndoles. Meses antes, había dejado otra decena de funcionarios heridos en Estremera. En el caso de este interno, y advirtiendo de su alta conflictividad, se había advertido de que era necesario llevarlo ya a otro centro. Sin embargo ha sido ahora, tras este segundo incidente de gravedad consumado en El Puerto, cuando se la he llevado a Albocasser.
Reincidentes, habituales
Una situación muy parecida ocurrió con Santiago Heredia . Otro reincidente. Un recluso corpulento, comoPlatón, de gran virulencia y también violencia, otro 91.3. Fue en febrero, justo además mientras lo estaban preparando para trasladarlo de centro por su mal comportamiento. Cuando le quitaron los grilletes e iban a montarlo en el furgón se abalanzó sobre el jefe de servicios golpeándole de manera brutal en la cara. Según se denunció, el preso había comenzado a exigir todas sus pertenencias, el funcionario le indicó que ya tenía el petate con la ropa que legalmente hay establecida y el resto se le enviarían posteriormente al destino. Fue entonces cuando furioso se revolvió y le golpeó causándole lesiones muy graves en la cara.
Como Estévez, Heredia también repetía. Solo días antes había herido a varios funcionarios, también en Puerto III . Según explicaron los sindicatos, fue tras la celebración de un vis a vis y ser cacheado, le lanzó a la cara un paquete de tabaco a uno de los funcionarios. «¿Qué pasa contigo, que carajo te pasa conmigo?», le espetó. Para después lanzarse contra ellos dándoles puñetazos y patadas a todos los que allí se encontraban.Tuvieron que ser atendidos en la enfermería por «numerosas contusiones y traumatismos».
«A este tipo de presos les sale ya gratis cualquier cosa que nos hagan», lamenta Perea. El módulo de aislamiento de esta prisión es uno de los más conflictivos de toda España, ya que alberga internos del régimen cerrado del Reglamento Penitenciario (artículos 91.2 y 91.3). «Hemos denunciado en multitud de ocasiones las condiciones de éste módulo y la tipología de sus internos, y en algunas fechas el alto número de reclusos, de este tipo, que hay aquí concentrados», advierten. «Platón y Heredia se van, sí, pero vendrán otros iguales, o peores».
Los sindicatos llevan años exigiendo más medios y atención por parte de Interior. Además creen «fundamental» que se les considere agentes de la autoridad, se cubran y actualicen los catálogos, se les dé una mejor formación específica y reciban una retribución económica adecuada al complicado trabajo que desempeñan.
