INDUSTRIA

Arabia puede ampliar el contrato de las corbetas con dos buques anfibios

La ingeniería de Navantia está volcada en el diseño de estas unidades, similares a los buques 'Galicia' y 'Castilla' de la Armada española

El astillero de Puerto Real reclama esta obra a la espera de que el Gobierno de España apruebe el BAM y los ferrys

Inicio de la obra de las corbetas saudíes en San Fernando en enero de 2019 ANTONIO VÁZQUEZ

Javier Rodríguez

El contrato de las cinco corbetas saudíes que se construyen en el astillero de San Fernando puede tener una prórroga o, más bien, una ampliación. El Gobierno de Riad está interesado en la compra de dos buques anfibios para el transporte de tropas y con capacidad para el despliegue de blindados, helicópteros y lanchas de desembarco. La nueva iniciativa de la Marina saudí se dio a conocer de manera muy tímida la pasada primavera, pero lo que fue un deseo se ha convertido ahora en una realidad que empieza a tomar cuerpo.

Las autoridades saudíes esperan recibir en breve una oferta en firme sobre este nuevo proyecto naval. LA VOZ ha podido saber que la sección de ingeniería de Navantia lleva meses trabajando a destajo en el diseño y desarrollo de dos buques anfibios que se adapten a las necesidades del cliente. Así, los ingenieros de Navantia han tomado como referencia los dos buques anfibios (LPD) de la Armada española y, sobre ellos, están haciendo las modificaciones. Se trata de los buques ‘Galicia’ y ‘Castilla’, ambos con base en Rota, y construidos entre 1995 y 1998 en el astillero de Ferrol por la antigua Izar. Se trata de dos buques con hangar para cuatro helicópteros y la posibilidad de transportar hasta 600 efectivos , además de carros de combate. Cuentan también con un hospital en su interior. El embajador de Arabia en España, su Alteza el Príncipe Mansour Bin Khalid Al Farhan Al-Saud, visitó la pasada semana la planta isleña para comprobar el desarrollo de la obra de las corbetas y también visitó el astillero de Puerto Real, donde comprobó ‘in situ’ el potencial de sus grúas y el dique para una obra como la de los buques anfibios.

El embajador de Arabia visitó la obra de las corbetas en San Fernando y también pudo comprobar las posibilidades de la planta puertorrealeña

Cabe recordar que Navantia tiene previsto entregar a Arabia a primeros de 2022 la última de las cinco corbetas que construye en la factoría isleña y no es descabellado, por tanto, que el acuerdo naval entre España y Arabia, firmado en julio de 2018, siga adelante con un nuevo encargo .

Sin embargo, este nuevo contrato tiene que pasar por el Consejo de Ministros del nuevo Gobierno . Su aprobación se antoja complicada si tenemos en cuenta que elPSOE gobierna en coalición con Podemos, que ya puso algunas pegas al contrato de las corbetas.

La firma de este contrato militar sería clave para el futuro de Navantia, ya que, de momento, no tiene nada atado a medio plazo en el ámbito de la defensa. La compañía perdió entre 2018 y 2019 dos importantes concursos militares con Australia y Canadá debido a los efectos del Brexit .

Los gobiernos de Australia y Canadá cerraron filas en favor de empresas británicas a pesar de que Navantia era la favorita para la construcción de nueve fragatas para la Marina australiana y de quince fragatas para la Armada canadiense., La británica BAE Systems se llevó el gato al agua y arrebató a la empresa española los dos megacontratos. Este revés obligó a la dirección de Navantia a acelerar la diversificación de su negocio naval y mirar con más fuerza si cabe hacia la alternativa offshore que había iniciado de la mano de Iberdrola. Este viraje le ha permitido contratos como el firmado con la noruega Equinor Energy para la construcción en la planta de Puerto Real de una subestación eléctrica que dará servicio al complejo petrolífero de Johan Severdrup , en el Mar del Norte.

Imagen del buque anfibio 'Galicia' zarpando de su base en Rota LA VOZ

Además, este mismo astillero, construye las 20 ‘upper’ jackets para el parque eólico Moray Firth Offshore East , adjudicado por el contratista belga Smulders. El tercer contrato eólico que se desarrolla en la planta puertorrealeña es la construcción de una jackets flotantes. Este contrato se lleva a acabo en el astillero gallego de Fene (A Coruña). Las cinco unidades están destinadas al campo Kinkardine, situado a 15 kilómetros de Aberdeen (Reino Unido), pero Navantia desvió a Puerto real la obra de una de ellas para garantizar así los plazos de entrega.

A flote gracias al offshore

Navantia ha seguido apostando por el offshore y el último contrato lo firmó el pasado agosto con Iberdrola El astillero de Fene y la compañía asturiana Windar Renovables fabricarán las 62 jackets -grandes estructuras de acero que sustentan los aerogeneradores en la mar- para el parque de Saint Brieuc, que construirá Iberdrola en la Bretaña francesa. En Puerto Real se espera que Iberdrola adjudique en breve la obra de la subestación que llevará este complejo eólico-marino.

Por ello, la posibilidad que se abre ahora con Arabia es vital para seguir adelante con la construcción naval. En este caso no se trata de un concurso internacional. Arabia asigna a dedo sus contratos en función de sus intereses.

Cabe recordar que las únicas expectativas de construcción naval que le quedan a Navantia bajo la manga dependen del Gobierno español y de su Ministerio de Defensa. La compañía incluyó en 2018 en su plan industrial tres proyectos navales para la Armada española que aún no han visto la luz por falta de presupuesto. Se trata de la construcción del séptimo BAM, destinado a apoyo logístico de submarinos, y el contrato para la puesta a flote de dos buques ferrys para el transporte militar. Estas tres unidades están pendientes de que el gobierno español apruebe sus presupuestos y los incluya en las partidas de Defensa.

¿Ferrol o Puerto Real?

La segunda cuestión que abre el posible acuerdo con Arabia es el lugar de construcción de los dos buques anfibios. ¿Ferrol o Puerto Real? El astillero gallego aguarda con impaciencia el corte de chapa de la primera de las cinco fragatas de la serie F-110, la más moderna y versátil del mercado, que ha encargado la Armada española y que cuenta con la bendición de Defensa. Este proyecto sigue en los despachos de ingeniería esperando su fase de entrada a talleres.

Por otro lado, está el astillero de Puerto Real, que sigue flotando a golpe de encargos offshore pero que, pese a todo, son proyectos pequeños para un astillero de esta categoría.

La decisión depende también del nuevo Gobierno de coalición que preside Sánchez

La rivalidad entre los astilleros del norte con los del sur es de sobra conocida en cuanto a carga de trabajo se refiere. El naval gallego ya movió ficha en 2019 cuando saltó la noticia de los dos buques de Arabia y dijo que se debían de construir en Ferrol para cubrir el vacío del dique hasta que se ponga en marcha el proyecto de las fragatas españolas.

Sin embargo, en la Bahía de Cádiz no quieren perder esta oportunidad y ya se han posicionado para que el posible contrato de Arabia se ejecute en el astillero de Puerto Real.

LA VOZ ha podido saber que la ejecución de los dos buques anfibios que demanda ahora Arabia sería inminente . Arabia y España, a raíz del contrato de las corbetas, constituyeron una sociedad conjunta para el desarrollo de proyectos de defensa . De esta forma nació SAMI (Saudi Arabian Military Industries). SAMI-Arabia posee el 51% , mientras que Navantia cuenta el 49% restante.

Navantia firmó en julio de 2018 con Arabia Saudí un contrato para la construcción de cinco corbetas, una operación que alcanza los 1.800 millones de euros y que representa la mayor de la historia de los astilleros públicos con un cliente extranjero. La obra arranco en enero de 2019.

Actualmente, España tiene en servicio los dos buques de asalto clase Galicia: uno bautizado con el mismo nombre y otro como ‘Castilla’. Se diseñaron para transportar un batallón de infantería de 400 soldados, además de 33 carros de combate o 170 vehículos blindados. Pero al final también se han destinado a misiones humanitarias: desde las inundaciones del huracán Mitch hasta la limpieza de la contaminación causada por el Prestige.

En Ferrol existe un clamor para lograr un contrato puente antes de las F-110 y ahora es la Bahía de Cádiz la que pide esta obra. No obstante, los sindicatos gaditanos y el arco empresarial de la Bahía son partidarios de un reparto equilibrado de la carga de trabajo en los centros de Navantia.

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