El alcalde de Chipiona, Luis María Aparcero , ha disfrutado de lo lindo este fin de semana. Se ha divertido. Ha bailado, cantado, ha reído y ha disfrutado abrazado en un chiringuito de la playa gaditana . Una jornada festiva empañada por dos circunstancias: estas cosas no se pueden hacer en plena pandemia de covid-19, y además le han cazado con un vídeo que se está compartiendo por las redes sociales y los móviles de los vecinos chipioneros.
El regidor no ha dado ejemplo (es complicado hasta encontrar alguna mascarilla en el lugar, hasta que aparece la camarera). Las restricciones marcadas tanto por el Gobierno nacional como por la Junta de Andalucía obligan a tener las mascarilla puesta salvo en aquellas situaciones en las que resulte imposible, como puede ser comiendo y bebiendo. No es el caso.
Tampoco está permitido bailar aún , como bien saben los locales de ocio nocturno. Y hay que mantener la distancia de seguridad para evitar contagios.
Son imágenes que empiezan a ser habituales. La fatiga pandémica es una realidad, y la relajación en las medidas ha provocado un efecto rebote en la población. Por ello, personas como Luis María Aparcero, alcalde de Chipiona, deben ser un referente de lo que el ciudadano tiene que hacer en estos tiempos difíciles.
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