SECUELAS CORONAVIRUS

«El 87% de los pacientes del Covid-19 aún tiene algún síntoma de la enfermedad pasados tres meses»

El cansancio y las dificultades respiratorias son las patologías más comunes que persisten

La catedrática de Medicina Preventiva de la Universidad de Cádiz, Inmaculada Failde, durante la entrevista La Voz

Nereida Domínguez

Una persona es positiva en COVID-19 , desarrolla la enfermedad y consigue superarla, pero es probable que siga arrastrando secuelas . Según el reciente estudio ‘Persistent Symptoms in Patients After Acute COVID-19’ del Centro de Control de Enfermedades Americano, el 87% de los pacientes que contrae esta enfermedad arrastra síntomas hasta pasados 90 días.

En este sentido, la catedrática de Medicina Preventiva en la Universidad de Cádiz y directora del Observatorio del Dolor en la capital desde hace más de diez años, Inmaculada Failde, explica que más que de secuelas provocadas por esta enfermedad se debería hablar de complicaciones porque las primeras solo se pueden evaluar hasta pasado cierto tiempo. «Todavía son solo seis meses desde que convivimos con el COVID-19 y seguramente a medida que transcurra el tiempo nos vamos a encontrar con secuelas de esta enfermedad que ahora no se han detectado».

«El virus afecta a todos los sistemas y por eso hay complicaciones oftalmológicas, dermatológicas, respiratorias, neurológicas, cardiológicas . También se está hablando de patologías musculares sobre todo en pacientes graves que han estado encamados mucho tiempo en la UCI. Las complicaciones las vamos a seguir viendo y, a medio plazo seguro que va a ver muchas más», manifiesta Failde.

Asimismo, esta catedrática y médica preventivista alerta de que hay pacientes con otras patologías que debido a que se están dedicando más recursos a lo que es prioritario, a controlar la pandemia , las consultas de estos enfermos se están retrasando o solo son vía telefónica.

En este sentido, añade que en estos últimos meses están percibiendo que entre aquella población que no ha tenido la enfermedad, pero que sí tenía una patología previa , su situación se ha agravado. «Nos vamos a juntar con gente con secuelas del coronavirus y con personas que ya tenían otras dolencias y su enfermedad ha empeorado. Esto va a ser una de las muchas consecuencias que también se va a derivar de esta pandemia y que vamos a ver en los próximos tiempos».

El cansancio , la fatiga , la dificultad respiratoria debido a que disminuye la capacidad pulmonar son derivaciones que ya se están manifestando en pacientes que han superado la enfermedad. Estos síntomas disminuyen su calidad de vida y limitan su actividad diaria.

Aumento del dolor crónico

Asimismo, desde el Observatorio del Dolor han llevado a cabo un estudio pasados tres meses desde que comenzase la pandemia entre el personal de la UCA. De este se extrae que casi el 42% de los trabajadores de esta universidad había empeorado su dolor crónico debido a la inactividad generada por el confinamiento .

Así pues, los procesos dolorosos puede que se agudicen entre la población y a ello habrá que añadir otras patologías consecuencia del propio COVID-19 . «Es algo que todavía está poco explorado, no existen estudios al respecto, y por ello no se pueden hacer afirmaciones rotundas, pero quizás los pacientes que han tenido coronavirus empeoren su calidad de vida o perpetúen dolor crónico », apunta Failde.

Debido al aumento de contagios de los últimos días en la provincia de Cádiz , teniendo en cuenta su experiencia como epidemióloga, Failde explica que habría que considerar tres variables . Por un lado, aumentar las plantillas en los centros de atención primaria que son ahora los que están soportando el mayor peso. «Los rastreadores juegan un papel fundamental, es imprescindible aislar a los contactos estrechos una vez que se ha detectado un positivo y asegurarse de que el aislamiento se hace de forma adecuada».

Además, esta médica opina que es necesario unificar los criterios en cuanto a la forma de registrar los datos y, por último, considera fundamental concienciar a la población joven . «Estos tienen que darse cuenta de que, aunque el riesgo es menor en ellos, no es cero. Algunos creen incluso que sería mejor pasar la enfermedad y no piensan en las consecuencias que pueden tener a largo plazo, además de tener un comportamiento totalmente egoísta sin pensar en su entorno».

En este sentido, Failde declara que «hemos sido modélicos en el confinamiento, en las primeras fases, pero ahora no se percibe tanto el riesgo y la gente se distrae». Para ella, es fundamental la información precisa, sencilla y correcta para que todo el mundo pueda cumplir las normas, pero también alerta de que « contamos con mucha información y poca educación ».

De cara a los meses de invierno, esta catedrática explica que «si nos fijamos en otros coronavirus, la sintomatología es parecida y por eso podría aumentar su incidencia en el periodo invernal. Sin embargo, ahora llevamos puesta la mascarilla y esto nos hace estar más protegidos ante otros virus ».

Hay una serie de factores favorecedores en invierno porque, por ejemplo, se suele estar más tiempo en sitios cerrados. No obstante, la sensibilidad de la población es mayor y ante cualquier síntoma, la ciudadanía debería saber cómo actuar. « Espero que no lleguemos al colapso y que se tenga previsión de cara a lo que pueda ocurrir en los meses venideros », concluye Failde.

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