Mantenimiento urbano

El vandalismo se ceba con Astilleros

Los vecinos denuncian la rotura de la barandilla del Paseo, destrozos en las zonas infantiles y en los merenderos del parque

Los detrozos inundan todos los rincones del barrio de Astilleros F. JIMËNEZ

NURIA AGRAFOJO

Destrozado. Es la respuesta que ofrecen la mayoría de los vecinos y comerciantes de Astilleros cuando se les pregunta por el estado del barrio. «Aquí podemos hacer las rutas de los vándalos, porque no tienen desperdicio», comenta uno de los numerosos residentes indignados por la situación en la que se ha sumergido la zona en estos últimos meses.

Tan solo hay que echar un vistazo por el Paseo Marítimo de Astilleros para ir comprobando los destrozos que han ido dejando a su paso quienes no reparan en la importancia del patrimonio urbano. «Que no digan que son rumanos. Son niños, de este barrio y de otros que vienen aquí a cargarse el mobiliario», comenta el propio presidente de la Asociación de Vecinos, Pepe Gaviño, poniendo además de relieve el peligro que conllevan estos desperfectos.

Uno de los destrozos que más preocupa a los vecinos y hosteleros de la zona es la situación de las barandillas de protección que separan el paseo marítimo del mar. Los jóvenes las arrancan a diario para tirarse al agua y darse un baño. En su lugar, el Ayuntamiento de Cádiz ha colocado vallas amarillas de protección unidas incluso por cuerdas. «Cualquier niño que se escape de la mano de sus padres puede caer perfectamente al mar. Además, hay 15 vallas ya que han caído al mar, con la contaminación que ello supone. Hasta que no haya una tragedia y muera alguien, no van a poner remedio. Avisamos de esto hace más de un mes y aún no se han sustiuido las barandillas», comenta el portavoz vecinal.

El vandalismo se suma a la dejadez de las zonas verdes, donde han aparecido garrapatas

Además de estos actos vandálicos, los destrozos se hacen aún más patentes en el interior del Parque Celestino Mutis . Además de su aspecto descuidado, con la maleza que casi alcanza la altura de los árboles y que ha provocado la existencia de garrapatas y otros insectos, el mobiliario se encuentra destrozado. Algunas de las mesas y bancos que formaban parte de los merenderos han sido arrancados y los jóvenes los llevan incluso hasta la zona del Paseo para hacer allí el botellón. La zona de los parques infantiles está casi inutilizada, ya que los columpios y las mesas de juegos están rotas.

Falta de control

Según algunos de los residentes, esta situación se ha agravado por dos cuestiones: la apertura del parque por las noches y la falta de seguridad. Con respecto a lo primero, los vecinos aseguran que llevan pidiendo desde hace semanas al Ayuntamiento de Cádiz que vuelva a cerrar esta inmensa zona verde por la noche , ya que no hay control sobre quién entra y lo que hace en su inteior. Con respecto a la seguridad, desde la Asociación de Vecinos han denunciado la ausencia de patrullas de vigilancia desde que el Ayuntamiento eliminó los recursos para mantener el grupo de la Patrulla de Barrio de la Policía Local.

La dejadez de las zonas verdes ha propiciado la aparición de garrapatas F. J.

En este sentido, han solicitado al Ayuntamiento de Cádiz que multe a todos los jóvenes que intenten bañarse en la zona, ya que así lo recoge la normativa, y creen que de esta manera se dejarían de romper las barandillas del paseo. Sin embargo, el Consistorio ha hecho caso omiso a la petición. Además, también hay que destacar las conductas incívicas de los propios vecinos, que permiten que sus mascotas hagan sus necesidades en las paredes de los edificios o en plena calle y ni lo limpian ni recogen.

«Los vándalos campan a sus anchas por aquí. El Parque Celestino Mutis es muy grande y nadie puede controlarlos allí. Además, desde que se eliminó el policía de barrio, por aquí no hay nadie que vigile y vele por el mobiliario urbano», aseguró al respecto Pepe Gaviño .

Otra de las quejas de los vecinos más allá del vandalismo, es la situación «salvaje» que presentan desde hace meses las zonas verdes del barrio. El césped está sin cortar y la altura alcanza casi los dos metros, por lo que la basura y los insectos se acumulan. En algunas zonas del barrio, las ramas de los árboles incluso se meten por las ventanas de algunas de las viviendas. «No podemos decir que la limpieza no esté funcionando porque se ha aumentado el baldeo hasta el doble que antes, pero la situación de las zonas verdes es insostenible. Esta semana cortaron el césped del Parque, donde nos dijeron que incluso había garrapatas, y algunos operarios nos han dicho que lo mismo la semana cortan la otra parte», aseguró el responsable de la entidad vecinal.

La lista de desperfectos es aún más larga, ya que a esto hay que unir la rotura de la señalética del parque, algunas pintadas y la basura que se acumula en las calles del barrio.

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