A. V.
Tráfico

El puente nuevo sirve para entrar

Al cumplir medio año en funcionamiento, los datos oficiales dicen que el 63% del tráfico de salida por viaductos aún pasa por el viejo José León de Carranza

Cádiz Actualizado: Guardar
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Tal día como ayer se cumplía medio año de la entrada en funcionamiento del Puente de la Constitución de 1812. Alias, ‘segundo puente’, también conocido como ‘el nuevo’. Seis meses marcan una cifra redonda, simbólica cuando de seres humanos se refiere. Probablemente sea una referencia diminuta para una infraestructura gigantesca, llamada a durar decenios, cuya rentabilidad y utilidad sólo podrán comprobar con perspectiva futuras generaciones.

Atras quedan los fastos, las banderas, las polémicas y los datos de construcción. El nuevo viaducto y sus proporciones internacionales se ha convertido ya en una pieza cotidiana y nadie va a recordar que fueron necesarios 100.000 metros cúbicos de hormigón y 70.000 toneladas de acero para levantarlo. De pronto, se percibe como algo habitual.

Ya nadie repara en que tenga 185 metros de alto, 69 sobre el nivel del mar, tres kilómetros de longitud (menos cinco metritos de nada) de longitud, 36 metros de ancho, 61 dovelas, 176 tirantes, sus 511 millones de euros de coste total, ocho años de obras... Eso sólo se recuerda en la inauguración.

Ya se habló mucho alrededor de aquel 24 de septiembre de 2015 pero ahora, seis meses después de su apertura al tráfico, falta saber para qué sirve, cómo se está utilizando una conexión fundamental, cómo cambia los hábitos diarios de los ciudadanos que se mueven por toda la Bahía de Cádiz.

Una ciudad con la peculiaridad geográfica de Cádiz -unida al resto de la Península sólo por dos nervios: la autovía de San Fernando (llamada técnicamente CA-33) y el viejo puente José León de Carranza (CA-36, en términos profesionales de la Dirección General de Tráfico)- espera un impacto enorme de una tercera pata, de un tercer nexo, fortísimo y directo, que entra en el corazón de la ciudad sin zonas intermedias, sin anestesia. La Subdelegación del Gobierno de Cádiz y la Dirección General de Tráfico tienen los primeros datos que ayudan a conocer el uso y el impacto del nuevo puente. Aunque el recuento de vehículos que lo cruzan aún no está disponible (aún sigue la instalación de las bandas que marcan cada paso), los datos que tienen son absolutamente fiables. Está disponible, mes a mes, el número de coches y motos que pasan por el viejo puente José León de Carranza y por la autovía de San Fernando.

Las cifras del cambio

Si se comparan esos datos, los de esas dos vías, con los del mismo mes del año anterior, hay un descenso claro de vehículos. Son los que ahora pasan por el segundo puente. Con ese cálculo oficial, las primeras conclusiones son llamativas. «Con motivo de la apertura del Puente de la Constitución como nueva vía de comunicación de Cádiz, se evalúa el comportamiento y modificación del tráfico sufrido en las vías ya existentes», detalla el informe oficial.

En las mediciones se usa siempre «un día laborable» y las dos mismas secciones de la CA-36 y CA-33. El recuento se ha hecho todos los meses, sin excepción, desde septiembre hasta marzo. Con los números resultantes, se hace la comparativa interanual (es decir, se ponen esos números al lado del mismo mes del año anterior).

Según esta «evaluación de intensidades» con datos de la DGT, la primera conclusión es lógica: el tráfico por la autovía de San Fernando no ha cambiado desde que se abrió el segundo puente. Bien al contrario, la intensidad de paso en la CA-33 registra «un ligero incremento». Esta consecuencia era totalmente previsible por cuanto ese trayecto de cuatro carriles comunica Cádiz con el Sur de la provincia (San Fernando, Chiclana, La Janda y Campo de Gibraltar...). La entrada en funcionamiento del segundo puente, que conecta directamente con la dirección Norte (Puerto Real, El Puerto de Santa María, Campiña de Jerez, Costa Noroeste, Sevilla, Sierra...) no tiene ninguna influencia. Su uso es incompatible.

Sin embargo, en la comparativa con el puente viejo, el José León de Carranza, aparecen las primeras pistas fiables. Con algún dato llamativo. Por ejemplo, el nuevo viaducto, el de la Constitución de 1812, se usa mucho más en sentido de entrada a Cádiz que en sentido de salida. Para llegar a esa conclusión, Tráfico usa las cifras de paso de vehículos por el Carranza de un año atrás y las compara con las actuales. Los coches que faltan en un puente, deben circular por el otro. En sentido de entrada a Cádiz, el tráfico se reparte exactamente, mitad y mitad. El 50% del número total de vehículos pasa por cada puente. Sin embargo, a la hora de salir de Cádiz, en sentido hacia Puerto Real, la cifra baja.

Sólo el 37% de vehículos usa el puente de la Constitución de 1812 en el sentido de salida. El restante 63% de coches y motos, según este cálculo, permanece fiel al Puente Carranza. Este desequilibrio puede tener varias motivaciones, una es que dos tercios de la población de la ciudad de Cádiz reside en Extramuros y el viaducto antiguo es, aún, más cómodo y rápido para salir de la ciudad, al evitar trayectos urbanos, semáforos y pequeñas retenciones. Para todos esos vecinos de Puertatierra (especialmente del eje Asdrúbal-Parque de Varela hacia Cortadura) buscar el entronque con el segundo puente es más retraso y molestia que avance.

Menos coches de los previstos

Estas mismas cifras también señalan que el paso de coches total y diario por la nueva conexión es levemente menor del esperado. Los estudios de tráfico previos hechos públicos por Subdelegación y Tráfico preveían unos 25.000 vehículos al día (que bajarían hasta los 20.000 de media una vez atenuado el efecto de curiosidad de los conductores). Finalmente, quedan entre 16.000 y 19.000 diarios según los meses. Enero y febrero, con más jornadas festivas a escala local, regional o nacional, registran un leve incremento de tráfico por el nuevo viaducto respecto a los otros cuatro meses estudiados.

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