Medio Ambiente

Más de medio millar de cotorras argentinas inundan ya las zonas verdes de Cádiz

El Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan de control de la población de esta especie de ave invasora para evitar su reproducción

Varias cotorras argentinas. La Voz

Nuria Agrafojo

El aumento de la población de cotorras, una especie de ave invasora de color verde que se puede ver con frecuencia en muchos de los parques de la ciudad, ha obligado al Ayuntamiento a ejercer un control y vigilancia sobre ella. En principio, los técnicos municipales descartan hablar de una invasión y aseguran que ahora mismo no son un problema, pero si se les permite reproducirse a su ritmo, acabará convirtiéndose en un gran inconveniente para la población y para otras especies autóctonas, como ocurrre en la actualidad con la población de palomas .

La superpoblación de la cotorra argentina, como se conoce a la especie Myioppsita monachus , ya ha sido abordada en varias de las reuniones que han mantenido los responsables municipales con los representantes de las asociaciones animalistas y en estos momentos se está ejecutando un sistema de control que está dando resultados satisfactorios. De hecho, durante los pasados meses de agosto y septiembre, técnicos superiores de Salud Ambiental adscritos al Área de Medio Ambiente a través del Plan de Empleo Joven realizó un censo de psitácidas de la ciudad, estableciéndose transectos a lo largo del término municipal y haciéndose el recorrido a pie. Fruto de este trabajo, se localizaron nidos en 32 árboles correspondiendo a 20 pinos, seis palmeras, dos eucaliptos, un olmo, un cedro, un ficus y una araucaria, contabilizándose un total de 91 nidos pertenecientes a la especie cotorra argentina (Myopsitta monachus), todos ellos dando cobijo a un número estimado de 450 ejemplares , a los que habría que sumar 25 ejemplares de cotorra de Kramer ( Psittacula krameri ). No obstante, este censo no contempla las arboledas pertenecientes al Instituto Hidrográfico de Cádiz y la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz, donde también se ha avistado esta especie.

Para evitar que este número no sigan en aumento, desde el área de Medio Ambiente se están llevando a cabo métodos de control con acciones de prevención y sensibilización; acciones de localización, identificación, censo y retirada de nidos, así como acciones de gestión, con la realización de Estudio Integral de Psitácidas en la Ciudad de Cádiz, formación y sensibilización del personal vinculado en su gestión.

Por su parte, desde los colectivos animalistas han planteado la posibilidad de poner en marcha un plan con pienso estirilizante, al igual que con las palomas, de manera que su acción impida la reproducción de estas aves. Además, los expertos insisten en que ya hay marcas de piensos destinadas tanto a las palomas como a las cotorras, por lo que su implantación sería mucho más fácil.

Debate entre los animalistas

En la actualidad, la llamada cotorra argentina se encuentra, según estos colectivos, en casi todas las zonas verdes de la ciudad, ampliando su hábitat natural, que en la década anterior se había limitado a zonas como el Parque Genovés y la Plaza de España. Ahora, prácticamente se encuentra por toda la ciudad y es fácil encontrar representantes de este especie por cualquier zona verde o con arboleda, tanto en el casco histórico como extramuros.

Según los expertos, una superpoblación de cotorras puede ser perjudicial para la biodiversidad de la capital gaditana, ya que puede fomentar la desaparición de especies autóctonas como los gorriones, a quienes estas aves, mucho más inteligentes, les quitan la comida, además de acabar con ciertos árboles, a los que llegan a dejar sin ramas con el objetivo de construir sus nidos.

También aseguran que son transmisoras de enfermedades a través de sus excrementos, así como a través de los nidos que construyen y que pueden observarse en el Parque Genovés.

Los primeros ejemplares de esta especie datan, según estas asociaciones, de hace dos décadas y su origen es diverso. Hay quienes aseguran que venían en barcos para su comercialización, ya que este ave era muy solicitado como mascota por parte de los amantes de los pájaros. Una de las curiosidades que manifiestan el poderío de estas aves es que su proceso migratorio no transcurre, como es habitual en la mayoría de las especies, por el Estrecho de Gibraltar, sino que su desplazamiento hacia África transcurre directamene desde la Bahía de Cádiz.

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