Hostelería

Inquilinos de los bajos de Tiempo Libre acudirán a los Tribunales para evitar su desalojo

La Marisquería Baro iniciará un contecioso-administrativo alegando «indefensión» ante las notificaciones de la Junta

Imagen del la Residencia de Tiempo Libre de Cádiz, cerrada desde hace años A. V.

NURIA AGRAFOJO

Algunos de los inquilinos de los bajos de la antigüa Residencia de Tiempo Libre del Paseo Marítimo de Cádiz agotarán el último recurso que les queda antes de acceder al desalojo de sus locales ordenado por la Junta de Andalucía. Tras años de litigio, algunos de los empresarios ya han decidido que ejecutarán la opción del contecioso-administrativo que recoge la última resolución dictada por el ente autonómico ante las constantes alegaciones presentadas.

Así lo ha confirmado Ana, propietaria de la Marisquería Baro, que no está dispuesta a abandonar las instalaciones hasta que no exista una sentencia judicial que así lo ordene. La empresaria asegura que su contrato de alquiler no termina hasta el año 2027 y, por tanto, alega sentirse en una situación de «indefensión» ante la intención de la Junta de desalojar a todos los negocios para iniciar un proyecto hotelero en esta parcela.

La hostelera insiste en su deseo de mantener su negocio abierto ante las consecuencias que traería el cierre. «Si es así, nosotros nos quedaríamos sin nuestro negocio y todos los trabajadores en la calle. Nos quedaríamos sin nada. Cuando nosotros firmamos el contrato de alquiler nadie nos advirtió de esta situación», ha apuntado la responsable del local.

No obstante, desde la Junta de Andalucía aseguraron hace apenas tres meses que contaban ya con una sentencia en firme favorable que obligaba a los inquilinos de los establecimientos que aún se encontraban abiertos a abandonar dichas instalaciones. En este sentido, apuntaron que el desalojo no fue acatado por los mismos, por lo que el ente regional solicitó al juzgado las correspondientes órdenes de lanzamientos, que no habrían llegado a producirse.

Últimos trámites

En la actualidad, ya solo son tres los negocios que permanecen abiertos en la zona, así como la sede de la Policía Autonómica, que se trasladará en cuanto la Junta de Andalucía consiga desalojar el resto de locales. Con respecto a los otros dos negocios, la heladería Mira y El Rincón de Baro, aún no se han pronunciado sobre el asunto aunque podrían estar estudiando también medidas legales.

Si el contencioso-administrativo anunciado por la Marisquería Baro se hace efectivo y la denuncia de esta empresaria prolifera, los plazos para hacer realidad el proyecto de un hotel en la antigüa Residencia de Tiempo Libre podría sufrir un nuevo retraso, precisamente cuando se ha dado a conocer que la Junta de Andalucía está encarando en estas semanas el último trámite para que se pueda autorizar su derribo.

Tras realizarse la modificación del PGOU para ampliar el uso hotelero a toda la parcela, la administración estatal espera ahora el visto bueno del Consejo Consultivo de Andalucía, que debe certificar estos cambios, que sería el último paso antes de proceder al derribo del edificio y sacar a concurso la parcela. Una vez llegados a este punto, lo único que podría parar entonces el proyecto sería la ausencia de ofertas, algo que la administración descarta, ante el interés mostrado por varios inversores desde hace años , que valoran su proximidad al Paseo Marítimo y a las playas de la ciudad.

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