Finaliza el encierro de los exdelphi en Cádiz

Tras 1.074 días acampados, los extrabajadores creen que «es el momento de buscar un cambio de rumbo y de seguir luchando de otra manera»

Cádiz Actualizado: Guardar
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Hoy los extrabajadores de Delphi ponen fin a su encierro. Hoy cumplen 1.074 días acampados en el edificio de sindicatos de Cádiz reivindicando una salida digna y trabajo para la Bahía gaditana. Pocos se imaginaban al principio del encierro que alcanzarían casi los tres años sin una respuesta de la Junta.

Los afectados han explicado que «levantan el encierro para iniciar un nuevo rumbo en nuestras movilizaciones para echarnos a la calle y estar más cerca de los sindicatos».

La hoja de ruta del colectivo incluye un esfuerzo común por presionar para que se cumplan las 123 medidas con las que la Mesa por el Empleo de la bahía de Cádiz, que agrupa a varios colectivos laborales y que está apoyada por partidos como Podemos, quiere reindustrializar la bahía gaditana y mejorar las oportunidades laborales en esta comarca.

«Pensamos que es el momento de buscar un cambio de rumbo y de seguir luchando de otra manera», ha detallado Carretero. «Han sido meses muy duros para todos, hemos sufrido mucho desgaste y queremos que ese esfuerzo sirva para encontrar soluciones de otra manera», ha indicado el portavoz, quien se acuerda de los «compañeros que se han quedado por el camino, porque se han agravado sus enfermedades o porque, directamente, se han suicidado».

La vida de estos trabajadores cambió radicalmente en febrero de 2007 cuando se anunció el cierre de la planta de Delphi, en Puerto Real. Cuatro meses después, en junio, 480 extrabajadores de la factoría fueron incluidos en el protocolo de recolocación y ayuda sociolaboral que firmaron la Junta de Andalucía y los sindicatos. Este documento, considerado la hoja de ruta a seguir para paliar el terremoto laboral que provocó en la Bahía el cierre de la planta, lo rescindió unilateralmente el Gobierno regional en octubre de 2012, entonces en manos de José Antonio Griñán, alegando en su descargo que la crisis económica y sus efectos en las arcas públicas con los ajustes y recortes presupuestarios obligaban a tomar esta decisión. No obstante, la Junta se ofrecía a seguir con la formación, pero sin remunerar.

El encierro de los extrabajadores de Delphi es el más largo de España

El resto de la película es de sobra conocido. Se ha demostrado que los cursos de formación que realizó la plantilla entre noviembre de 2007 y febrero de 2011 fueron un fraude en toda regla perpetrado por las empresas del exconsejero Ángel Ojeda. Igualmente, se ha sabido que las listas que se elaboraron para prejubilar en dos fases a 646 empleados entre 2007 y 2009 tenían tufo político.

A nadie se le escapa que el interés de la Junta por silenciar el efecto Delphi era político. Entre febrero de 2007 y marzo de 2008 se celebraron tres procesos electorales en España: unas elecciones municipales, las generales y las autonómicas. El PSOE trató por todos los medios de que el volcán de Delphi no entrara en erupción en ninguna campaña electoral. Así, los extrabajadores entraron en lo que se llamó el Dispositivo de Tratamiento Singular (DTS), que venía a ser el brazo armado del protocolo firmado en junio de 2007. La mayoría de ellos confió su suerte a este Dispositivo que, entre otras cosas, les aseguraba la recolocación y la formación. Si lo abandonaban quedaban fuera de cualquier proceso de selección en las empresas que estaba previsto que vinieran a la Bahía.

Más de un millar de ellos picó y quedó atrapado en este Dispositivo, que se convirtió en humo en octubre de 2012, cuando la Junta dio carpetazo definitivo al asunto y los abandonó sin más. En ese momento, la media de edad de la plantilla superaba los 50 años. Desde entonces el colectivo ha ido de mal a peor.

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