CULTURA
De combatir la piratería en el Índico a publicar su segunda novela
El oficial de la Armada Española Federico Supervielle ha escrito 'El corsario del oro negro' basándose en su experiencia en aguas africanas
A mediados del pasado mes de noviembre el teniente de navío Federico Supervielle llegaba a casa a bordo de la fragata 'Canarias' tras pasar medio año desplegado en la operación 'Atalanta' de lucha contra la piratería en el océano Índico . Era la segunda vez que este portuense desplegaba en esta operación de la Unión Europea (la anterior lo hizo en la fragata 'Victoria') y esta experiencia, junto con un anterior despliegue en el Golfo de Guinea en el patrullero 'Infanta Elena' proporcionando seguridad cooperativa le han dado las tablas para escribir su segunda novela.
Basándose en sus experiencias en aguas africanas, este joven marino de 29 años ha publicado 'El corsario del oro negro' (tras 'El Albatros y los piratas de Galguduud' ). «A pesar de que los ataques en Somalia han tenido mayor repercusión, navegar por la otra costa de África hace años que se ha convertido en una lucha por sobrevivir. Desde que la comunidad internacional y la Unión Europea en particular desplegaron sus fuerzas navales en el Índico, las aguas próximas a Nigeria han visto muchos más ataques. España considera el Golfo de Guinea una zona de interés estratégico y numerosos militares españoles han desplegado en la zona a bordo de barcos de la Armada», explica el autor.
En Nigeria, la situación política «más compleja, la menor repercusión de los crímenes y el hecho de que muchos tengan lugar en aguas territoriales han impedido la creación de una misión anti piratería», detalla Supervielle. «Sin embargo, los ataques a todo tipo de buques que navegan cerca de la costa nigeriana llevan años poniendo en jaque a la industria marítima mundial. España importa de la zona del Golfo de Guinea un importante porcentaje de las fuentes de energía que consume y, con esta ruta en peligro, tiene la obligación de protegerla».
Así las cosas, el punto de partida de 'El corsario del oro negro' es el supuesto de que toda la situación se descontrola . Y «cuando el país más rico de África quiere seguir exportando su crudo, solo una naviera se atreve a sacarlo de allí. Pero bajo una premisa: su propio barco de guerra, el 'Albatros', protegerá la exportación».
Cómo enfrentarse a la piratería
Con esta novela, el autor ha querido plasmar la «terrible» situación en la que se encuentran algunas de las rutas marítimas más transitadas del mundo. «Pero sin olvidar que la obra es una novela de ficción», apunta. En palabras del escritor, las situaciones que se dan en el libro, aunque posibles, son «poco probables» gracias al empeño de la comunidad internacional.
El segundo libro de Supervielle es la secuela de su primera obra, 'El Albatros y los piratas de Galguduud' , la historia de una naviera que se ve especialmente acosada por los piratas en Somalia. Para proteger su flota el dueño decide fletar un barco de guerra capitaneado por un marino mercante gaditano que termina descubriendo una trama mucho más oscura detrás de los ataques. «Plagado de escenas de acción, el libro narra con todo lujo de detalle pero en un lenguaje claro y llano cómo enfrentarse a la piratería moderna». En palabras de Supervielle, su participación en la operación Atalanta y en el despliegue cooperativo en el Golfo de Guinea le inspiraron a escribir esta novela en la que se recupera el antiguo termino de «corsario» para describir a un barco de guerra particular que lucha contra los enemigos de una nación sin formar parte de sus Fuerzas Armadas.
Cádiz reflejada en la novela
El autor es natural de El Puerto y de familia gaditana, por eso ha reflejado en la novela algunos de los lugares más emblemáticos de la provincia y, a pesar de que la acción transcurre a miles de millas de distancia, el protagonista se ve obligado a volver a la ciudad con frecuencia por motivos familiares . El protagonista no es el único personaje en el que queda patente el vínculo gaditano y andaluz con la mar. Roteños adoptivos, sevillanos, malagueños. El 'Albatros' es un trocito de nuestra patria chica defendiendo a los marinos indefensos en aguas africanas.
Respecto a la situación en el océano Índico , el teniente de navío Supervielle detalla, «si bien el momento álgido de la piratería en Somalia se puede situar alrededor de 2011, el crimen en aguas de Nigeria se ha mantenido en números muy elevados los últimos años bajo la sospecha de que la corrupción hace de caldo de cultivo para estas prácticas. Es por esto que España y otros países de su entorno vienen manteniendo una presencia naval en la zona como medida disuasoria y con el objeto de cooperar con las fuerzas locales para minimizar las posibilidades de actuar de los grupos piratas».
Así pues, «en el Índico, la operación 'Atalanta' de la Unión Europea sigue velando por la seguridad en la mar desde 2009. España, que asumió el mando de la operación en marzo de 2019 desde la Base Naval de Rota, ha mantenido unidades desplegadas durante todo este tiempo y también ha asumido el mando de la fuerza en varias ocasiones. Los esfuerzos europeos se han visto recompensados con la casi desaparición de los piratas, aunque la amenaza aún se considera latente ».
