Cádiz

Ciberdelincuencia: los ladrones del siglo XXI

Los delitos informáticos casi se han triplicado en Cádiz en los últimos cinco años y tras el confinamiento las denuncias por este tipo de fraudes tuvieron un pico significativo

Expertos en delitos informáticos de la Policía Nacional La Voz

Nereida Domínguez

Son tendencia los delitos 2.0 . Los estafadores se están modernizando y virando hacia la ciberdelincuencia . «Todo lo que antes eran delitos en el mundo físico, ahora se está trasladando al mundo de internet. Si no se necesita presencia física, se han dado cuenta que es más difícil que los pillen si lo hacen a través de la red», apunta Alejandro Pérez, jefe de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Cádiz .

Un ejemplo claro en este sentido son ciertos temas de acoso sexual a niños. Antes hacía falta que el acosador fuese a las puertas de un colegio o a un parque y sin embargo ahora contactan con los chiquillos a través de la red y con un anonimato mucho mayor porque, aunque se pueden localizar direcciones IP , también existen herramientas para falsear esas direcciones y que aparezcan en otros países. «El mirón del parque ya no existe porque ahora está en su casa con una webcam», explica Pérez.

Los datos hablan por sí solos. Si en 2015 los delitos informáticos en Cádiz alcanzaban la cifra de 1.681 , en 2019 se había pasado a más de 4.300 delitos . Y los números continúan aumentando en el 2020. «Todos los días tenemos denuncias por estafas o delitos a través de la red. Ahora es más fácil que te roben por internet, sufrir un delito tecnológico, a que te den un tirón en la calle », denuncia Pérez. «Hay muchísimas más víctimas de delitos tecnológicos en Cádiz que víctimas por delitos que ocurren en la calle», agrega.

En Andalucía los datos también son similares. En 2015 se alcanzaban las 11.178 denuncias por ciberdelincuencia y en 2019 se llegó a las 28.655. Más del doble en solo cuatro años. Cuando se habla de delitos informáticos o ciberdelincuencia se hace referencia al acceso e interceptación ilícita de datos personales a través de internet, a amenazas y coacciones, delitos sexuales, falsificaciones o fraudes informáticos.

En la Comisaría Provincial de Cádiz distinguen tres grandes bloques en delitos a través de internet . Uno de ellos sería el área económica , donde se engloban los fraudes, estafas, cargos fraudulentos en cuentas bancarias, medios de pago, entre otras. Otro grupo sería el tema relacionado con las agresiones sexuales, acoso y abuso sexual online . Por último, un tercer bloque sería el de las relaciones personales , tanto a nivel sentimental como de amistades. Es muy frecuente las usurpaciones de identidad en este último bloque.

De estas tres áreas, según explica el jefe de la Unidad de Delitos Tecnológicos en Cádiz , el que predomina por encima de los demás es el económico. Cada vez les llegan más denuncias por cargos fraudulentos. «Y eso que no conocemos todos los casos porque hay gente que no denuncia ya que los cargos son pequeños y se los cubre el seguro del banco y ni siquiera pasan por comisaría», explica Pérez y añade, «en la provincia de Cádiz en los últimos tres años este tipo de fraudes se han duplicado».

Durante el confinamiento , la población ha hecho un mayor uso de internet . Han aumentado las compras y gestiones online . Esto también ha llevado aparejado un aumento de las denuncias porque se han acumulado hasta que la gente ha vuelto a desplazarse e ir a las comisarías, pero en Cádiz no ha habido más delitos por internet de los que se venían cometiendo antes de la situación provocada por la pandemia. «La gente ha hecho compras de alimentación o ha hecho gestiones online en su banco durante el confinamiento, pero el problema no está en comprar en páginas seguras, sino que el peligro está en webs que te venden productos a precios muy baratos y que en la letra pequeña está la trampa, por ejemplo, en las suscripciones», explica Pérez.

Estafa del efectivo móvil

Este tipo de delitos se da sobre todo en las compras de segunda mano . La víctima decide comprar algo a un particular, y éste le pide el código que le da el banco. Para ello, el denunciante se mete en su aplicación móvil del banco y autoriza a alguien, a la que previamente le ha facilitado el código, a que saque de un cajero la cantidad de 80, 100, 200 euros. Son pequeñas cantidades y es muy difícil seguir el rastro del ladrón porque cuando saca el dinero del cajero normalmente va totalmente camuflado y el teléfono desde el que se ha puesto en contacto con la víctima tiene datos falsos.

Con el reciente sistema de bizum sí hay más seguridad. Es más fiable porque es un cambio de dinero sin que se sepan datos personales a excepción del número de teléfono. Si hubiese un problema, se puede seguir el rastro porque cada móvil está asociado a una sola cuenta bancaria que tiene un titular.

Nunca datos personales

Este tipo de delitos informáticos ha avanzado muy rápido a la par de la tecnología y, sin embargo, el ciudadano se ha quedado atrás. «En el desarrollo tecnológico ha habido una progresión geométrica y nosotros solo lo hemos hecho en aritmética», explica Pérez.

Hay múltiples recomendaciones y campañas de concienciación en este ámbito, pero un consejo básico que destaca el jefe de delitos tecnológicos en Cádiz es que «tu documentación, tu DNI, no lo envíes a nadie. Esto es un peligro». Pérez manifiesta que el problema mayor no son los 200 euros que te estafan en un inicio. A los estafadores los que le interesa es el DNI y se dedican a poner anuncios con tu documentación, suplantan tu identidad y estafan a otras personas. Cuando esta persona estafada denuncia, enseña en comisaría tu documento de identidad y te citan como imputado en un juzgado.

Otra estafa con el documento de identidad es que piden un crédito o financian determinados productos. «Hay que ser muy precavidos y nunca dar datos personales por teléfono porque acaban metiéndose en el banco con tus datos y después el banco no se hace cargo porque ha sido una negligencia tuya», advierte Pérez. «Lo más sensato es tener una contraseña para las cuentas bancarias , para aquellas páginas donde tengas datos personales y otra para las páginas con menor seguridad. No hay que tener la misma contraseña para todo », comenta.

Por tanto, lo lógico es seguir la máxima de que lo que no se hace físicamente, no se tendría que hacer por internet . Si a alguien extraño en la calle no se le da el DNI, tampoco se puede hacer en el ámbito digital . «Estamos conectados un montón de horas, hacemos muchas gestiones y, hoy en día, existen muchas pasarelas de pago seguras. Somos muy inocentes y realmente hay que ser muy desconfiados en internet porque te engañan en cualquier esquina», aconseja Pérez.

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