Agricultura
Una apuesta por el vino ecológico desde las pequeñas viñas del Marco de Jerez
Albarizas, en Trebujena, es la primera cooperativa con la acreditación ecológica en la zona
La primera cooperativa del Marco de Jerez que ha recibido la certificación oficial en ecológic o se llama Cooperativa Vinícola Albarizas , y se encuentra situada en el término municipal de Trebujena.
Este pueblo gaditano está en un magnífico enclave para los viñedos puesto que mientras por la zona de colinas se extiende una importante superficie de tierras albarizas, por el lado norte se ve envuelto por las marismas que acompañan el paso del río Guadalquivir. De manera muy sosegada, el presidente de la cooperativa, José Castillo , explica a La Voz cómo se fue configurando esta cooperativa que ya cuenta con «Terralba», su primer vino ecológico .
La asociación se funda en 1977, después de que la primera cooperativa existente en Trebujena, Virgen de Palomares, ya no pudiera absorber a más socios. Fueron 40 pequeños agricultores los que se unieron para unir sus producciones y sus viñedos que, a día de hoy, suman cerca de 300 hectáreas, repartidas entre 346 viñas inscritas. En aquel momento había 29 bodegas inscritas en el Consejo Regulador con unas 200 botas. «Hubo una pequeña crisis de un par de años que las grandes bodegas no compraron el vino y estas 29 bodeguitas pequeñas, junto con otros viñistas, decidieron montar la cooperativa Albarizas», afirma Castillo. Antes era más rentable molturar la uva, fermentar tu vino, y tener tu solera y venderlo porque lo pagaban bien; y ahora lo que hacen es pagarte el mosto. Con la mirada puesta en que Trebujena tenga su lugar en el mapa vitivinícola español, con ganas de producir las nuevas añadas de sus vinos , ya han empezado a sorprender al convertirse en esa primera cooperativa del Marco de Jerez con un vino ecológico.
La CAAE es la entidad encargada de la certificación ecoló gica en Europa y es la que ha certificado la producción de uva ecológica de la Cooperativa Vinícola Albarizas, de Trebujena. Tras la comercialización de sus vinos, la firma ha dado un paso más con la certificación de la producción ecológica y la salida al mercado del citado vino.
Su inmersión en el certificado ecológico llegó porque dos socios estaban certificados en viña en ecológico, y a partir de ellos solicitaron la certificación en ecológico de la bodega, concedida en este año, explica el presidente de Albarizas. Ahora con esa uva certificada en ecológico y con las instalaciones también adaptadas a la normativa y los reglamentos «hemos empezado a sacar el vino». La acogida ha sido muy buena por parte del público, aunque su expansión se la toman con mucha cautela. «Queremos que funcione y por eso hemos decidido que no tenga mucha diferencia en el precio con el vino convencional».
En 2020 confían en llevar a cabo labores de expansión , a través de las ferias y los distribuidores que tienen por toda la geografía nacional. «Todo es muy manual y muy familiar en nuestra cooperativa. Desde la vendimia hasta el embotellado », apunta José Castillo.
Para el etiquetado del vino ecológico, donde debe aparecer esta denominación, se convocó un concurso de ideas y durante 30 días se aportaron más de 60 marcas, y se eligieron tres para generosos y blancos.
El negocio
Su negocio, en estos momentos, consiste en la mayor parte en la molturación, fermentación y venta a granel , teniendo una comercialización muy pequeña, puesto que han comenzado con el embotellado hace un par de años, «cuando cumplimos los 40 años ». Su principal sustento es la venta de mosto a granel a terceros y no fue hasta 2017 cuando se s acó una gama de vinos embotellados, entre los que hay dos blancos y tres vinos generosos .
La cooperativa moltura una media de tres millones de kilos de uva por campaña, lo que trae como producción unas 4.200 botas de mosto. La bodega de elaboración consta de 36 depósitos en acero inoxidable de 45.000 litros refrigerados por camisa de frío y otros 31 depósitos de almacenamiento.
La bodega de crianza cuenta con unas 250 botas de roble americano entre vino Fino, Amontillado y Oloroso. Dicha bodega se caracteriza por unas condiciones climáticas de temperatura y humedad constantes en cualquier época del año, lo que aporta matices propios a los vinos de esta cooperativa. Cuenta con tres marcas de vino: «Terralba», «Bijuré» y «Castillo de Guzmán».
Además, trabajan con restaurantes de la talla de A Poniente y Mantúa -ambos con Estrella Michelín- y Albalá, en Jerez.
Cómo se certifica en ecológico
La entidad líder en certificación ecológica en Europa es CAAE, cuya representante en la provincia, María López, describe que la viña debe cumplir con todos los requisitos de la agricultura ecológica . Por ejemplo, no pueden usar herbicidas ni tratar con productos de procedencia química. En la bodega se tiene que usar uva procedente de viña ecológica .
Para estos dos aspectos se hace uso de los reglamentos 834/2007 y el específico 203/2012 , que incluyen los requisitos y las «normas específicas para la elaboración; así como el uso de productos determinados o las prácticas enológicas y las restricciones». Lo más representativo en esta normativa y en relación con el vino son los sulfitos que se utilizan para la elaboración del caldo ecológico, que quedan restringidos a unas cantidades máximas. Como ejemplo está para tinto 100 miligramos de sulfitos por litro y 150 miligramos por litro para rosado. «Los niveles de sulfitos para todos los demás vinos reducirán en 30 miligramos por litro el contenido máximo de lo establecido», explica María López. Asimismo también destaca que en el etiquetado debe aparecer el concepto de vino ecológico, la Eurohoja y el código de certificación.
En cuanto a la bodega, si también elaboran vino convencional se tiene que tener bien marcada «la separación, la limpieza y la trazabilidad».
Datos provinciales
La evolución de las hectáreas de viñedo ecológico en la provincia de Cádiz ha sido una constante desde el año 2015, pasando de 69,94 hectáreas a 217,01 en el año en curso. Quizá el cambio más radical se obtuvo entre 2016 y 2017, que se duplicó el número de hectáreas de viñedo ecológico; pasando de 78,14 a las 133,70 hectáreas.
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