Pepe Alconchel y El Wilo, veteranía y juventud flamencas en El Puerto

Nueva cita con el flamenco en El Puerto. Nueva sesión del ciclo de El Hospitalito. Hoy con Pepe Alconchel y Jorge Ramírez El Wilo. Aunque arcense de nacimiento, Pepe Alconchel es un cantaor payo afincado en Jerez. Su temprana afición al flamenco desembocó en un profundo conocimiento y estudio del mismo; Alconchel conoce e interpreta todos los estilos del cante, así como sus variantes. En 1989 graba su primer disco, ‘Con la fuerza del sentimiento’. Desde entonces ‘Cantes autóctonos’, ‘Pena y alegría en mi cante’, con letras de Antonio Murciano, ‘Cantes y cantaores de Arcos’, ‘Saetas y saeteros de Arcos’, ‘Cantes cabales’, acompañado a la guitarra por Miguel Chamizo, discos que jalonan una brillante trayectoria y donde no faltan alegrías, seguiriyas y bulerías.

Ha realizado giras por la geografía española y, de manera muy exitosa, también por la francesa donde ha cosechado grandes aplausos. Su cante es una interpretación seria del flamenco que convence al que sabe y deleita con su arte.

Por su parte, Jorge Ramírez El Wilo es una de las voces más prometedoras del flamenco de El Puerto de Santa María. Estudioso y gran aficionado al cante, El Wilo en los últimos tiempos está teniendo un protagonismo importante en su localidad natal y a nivel de concursos. Entre los últimos certámenes destaca el tercer premio obtenido en el I Certamen de Cante flamenco Ciudad del Puerto (2016) o el Premio Especial al Mejor Cantaor en el Concurso de Guitarra flamenca Paco Peña de la Sociedad Plateros de Córdoba (2015). El Wilo comenzó a cantar a los 14 años. El gusanillo del cante le viene por su padre, un aficionado de los llamados cabales. En sus inicios, El Wilo se rodeó de gente importante del flamenco como Fernando de la Morena, Periquín niño Jero, Miguel Chamizo, El cachorro y varios artistas locales que lo acogieron. Los cantes donde se encuentra más a gusto son los llamados cantes grandes como la seguiriya, soleá, malagueña, soleá por bulerías, etc. como en los más festeros como alegrías de cai, cantiñas o bulerías.