EL PUERTO

David de la Encina: «El objetivo es recuperar el orgullo y la moral de la ciudad»

El alcalde considera que se ha perdido la «idiosincrasia» que tenía el portuense y la quiere recuperar a base de grandes proyectos

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En su mesa hay un mapa de la ciudad. Alrededor de él trabaja y de esta forma siempre tiene presente el desarrollo que pretende para El Puerto. Ya sabe cómo trabaja la administración, es consciente de que lo que quiere hacer es muy complicado, pero también que pensar en cuatro años en busca de una reelección no es más que hipotecar el futuro de la localidad. Por ello cuenta con planes de largo plazo, que pretende iniciar o impulsar, pero que verdaderamente signifiquen un revulsivo para la ciudad.

–¿Es una mala época para ser alcalde?

–Lo que no es un buen momento es para los cobardes. Es un momento para las personas comprometidas y eso es lo que representamos una nueva hornada de políticos entre los que me incluyo.

Somos el paso hacia delante de gente que no siendo la mejor época posible por lo que te encuentras de nivel de desempleo, falta de inversiones o deuda acumulada, no duda en enfrentarse a la realidad para mejorar la ciudad. Sobre todo de gente convencida en aportar para salir de esta situación.

–¿Cómo ha sido este primer año de asentamiento en el Consistorio?

–El gran desbordamiento de la realidad administrativa y de gestión ha sido para mi equipo. La mayoría o llevábamos poco tiempo en política o nuevos en la vida pública porque, repito, somos ciudadanos que queremos cambiar las cosas. En cuanto a lo que te encuentras, me ha sorprendido el pozo mayor de deuda y la precaria situación económica que hemos heredado. Pero sobre todo el choque inmediato es con el drama humano. Una situación que hay que afrontar de inmediato.

–¿Cuáles son las prioridades para este curso político?

–A mí me gustaría planificar siempre a mayor plazo que el del curso político siguiente o la acción del próximo Pleno. Yo vengo de la labor de la planificación estratégica y siempre le digo a mis concejales que tenemos que pensar en qué vamos a dejar para nuestros bisnietos. Lo importante de este mandato es lo que perpetúe para las siguientes generaciones. Y en este sentido lo primordial que tenemos que hacer, teniendo en cuenta que lo primero siempre es paliar la situación de emergencia social que padece El Puerto, es sentar las bases del cambio del casco urbano y desarrollar el tejido productivo local que tenemos. Pero todo ello queda vacío si no conseguimos la rehabilitación moral de El Puerto. Esta ciudad que ha tenido nombre vinculado a la calidad de vida, al ocio, se ha ido en picado. Se ha perdido la idiosincracia de la localidad, el orgullo de la ciudadanía. Esa recuperación moral y restitución de la sensación positiva de ser un ciudadano de El Puerto es también uno de los objetivos primordiales de esta legislatura.

–¿Y cómo se consigue eso?

–Pues cambiando la ciudad. Hay que hacer lo que ya he dicho de rehabilitar el centro, cambiar el tejido industrial, desestacionalizar el turismo, porque El Puerto en realidad más que una ciudad turística es vacacional. Luego hay que trabajar en Tecnobahía donde tenemos la punta de lanza aerospacial de Europa. Luego tenemos un sector portuario que nos ofrece un margen izquierdo con muchas posibilidades y cuyo desarrollo además de ocio y otra serie de oportunidades logísticas, nos genera la posibilidad de ser referentes en acuicultura. Eso ya es prácticamente una realidad porque ya hay inversiones muy importantes. Con todo ello se genera una nueva ciudad de la que las personas de El Puerto pueden sentirse orgullosa.

–Lo bueno de El Puerto con respecto a otras localidades vecinas es que sí que cuenta con grandes terrenos en los que crear esas oportunidades de desarrollo. ¿Cómo se afronta?

–Unos 159 kilómetros cuadrados. Cádiz creo que solo tiene 16 kilómetros cuadrados. Eso tiene una complejidad para dar servicio porque por ejemplo aquí el servicio de recogida de basura es más caro que en San Fernando o que en la propia capital, pero nos ofrece un gran potencial. El Puerto tiene elementos que la benefician mucho. Uno es la situación geoestratégica, dentro de la Bahía y muy cercana además a los principales núcleos de población. Y luego, que cuenta con una gran extensión pero equilibrada con suelo residencial hotelero, comercial, industrial, incluso industrial de vanguardia y servicio. Es una ciudad que tiene muchas posibilidades. Por eso aunque pueda parecer un mal momento para dirigir una ciudad, en el caso de El Puerto no lo considero así, porque cuenta con grandes oportunidades de desarrollo.

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