Chiclana

Sobral, un alma libre como el viento en el Concert Music Festival

Por los poros de la piel de Salvador Sobral corre una electricidad musical desbordante y así lo transmitió al público en Chiclana

Concierto de Salvador Sobral este miércoles en Sancti Petri ANTONIO VÁZQUEZ

Ana C. Ruiz

Salvador Sobral no llegó solo. Acompañado de su banda de músicos y amigos, el cantante portugués apareció en el escenario Lenovo de Concert Music Festival para enamorar a su público con su voz tan peculiar. Con el viento a su favor, como el Levante gaditano, eclipsó a todos convirtiendo su espectáculo en una noche mágica para el recuerdo. No era su primera vez en Chiclana puesto que el artista está tan unido a Cádiz que era la tercera vez que actuaba en nuestra tierra.

Desde que subió al escenario, el joven portugués ya bromeaba con su público; invitando a la gente que estaba en la barra a sentarse a escuchar su actuación. Inquieto, sociable y divertido, así vimos a Salvador Sobral en las tablas del escenario más íntimo de Concert Music Festival. Él sabe tomar las riendas de cada situación, lleva el control de los ritmos, gestos o movimientos. Su mente, creativa y poderosa, le ayuda a encontrar acordes y música de la manera más curiosa y sorprendente.

Cerca del Mar ’ las letras suenan mejor. A orillas de Sancti Petri, Sobral conjugaba su voz con el enclave tan especial del que disfrutamos cada noche en Concert Music Festival. La brisa de Levante y el cielo estrellado hacían de su actuación una velada única e inolvidable. El joven portugués domina todo, lo mismo cantaba en inglés, portugués o hablaba con acento andaluz; algo que le gusta bastante. Sobral quiere mucho a Cádiz, se siente como uno más y los gaditanos también lo aprecian. De hecho, entre el público se encontraba su familia de amigos gaditanos, como él les llama, Chipi La Canalla, quienes no dudaron en acompañarlo en esta velada.

De actitud inquieta pero de apariencia tranquila, el portugués se paseaba por el escenario observando cómo sus músicos tocaban las composiciones. Júlio Resende al piano, André Rosinha al contrabajo y Bruno Pedrosa a la batería, acompañaban a Salvador Sobral en esta aventura musical. El cantante portugués, se hacía dueño de la canción y en ciertas partes de la composición se apartaba a la zona más oscura del escenario para que sus músicos tomaran protagonismo y explotaran toda su expresión musical.

Hubo tiempo para el jazz o para disfrutar de un rap único acompañado del piano, también para saltara y gritar como si de un chimpancé se tratase. Sobral sabe encontrar sonidos donde nadie es capaz de escucharlos y le funciona. Entre bromas aseguraba que hacía estas cosas “por culpa de mis amigos gaditanos, porque sino éste sería un concierto muy solemne”. El público se dejaba llevar con él y cerraban los ojos para adentrarse en el mundo musical de Salvador Sobral. El artista trajo sus últimos temas de ‘París, Lisboa ’, un disco con el que te adentras en un viaje lleno de vida. Canciones como ‘ Grandes Ilusiones ’, ‘ Playing with the wind ’, ‘La Souffleuse ’, ‘Casa Dela ’, o ‘ Ay Amor ’, llevaron al público a un viaje sensorial por el mundo de Salvador Sobral.

Volviendo la vista atrás, el artista portugués recuperó el tema con el que alcanzó la victoria en Eurovisión en 2017, ‘Amar pelos dois’; una canción compuesta por Luísa Sobral y que siempre le acompaña. El cantante aprovechó para bromear con su actuación en Eurovisión asegurando que él «era un chico que disfrutaba compartiendo mi música con mis amigos y me vi en ese mundo tan frío y superficial». Aún así, Salvador Sobral tenía una misión, «llevar música de calidad a tal evento». Entre bromas, fue pasando la noche. Tanto es así que con ‘Benjamin’ el público se atrevió a acompañarle en la letra y Sobral bromeó diciendo «el lado derecho está más fuerte, se nota que estamos en Andalucía. ¿Qué pasa con la izquierda? ¿Podemos o no?» Algo que rápidamente hizo reír al público que continuaba acompañándolo en la interpretación del tema.

Si verlo en directo fue una locura, la aparición de Chipi La Canalla lo desató aún más. Ataviados con unos pantalones remangados, decían que venían a «recoger coquinas». Con ellos, Salvador Sobral se sentía como en casa, para él son su familia gaditana. La complicidad que tiene con ellos le permitía hacer bromas en el escenario. Sobral no desaprovecha ninguna oportunidad y confesó que tenía muchas ganas de ir al Gran Teatro Falla. «¿A quién hay que llamar? ¿ A Kichi ?». El 'equipo B' de Salvador Sobral le acompañó hasta el final de espectáculo y cantaron juntos canciones como ‘Mia Ragazza’, entre otras. Diversión, entrega y amistad pusieron el broche final a noche muy especial para Concert Music Festival.

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