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«Me dieron una paliza solo por ser homosexual»

A Raúl Fernández le partieron el labio la pasada Nochebuena en un local del centro de La Isla por su condición sexual, tal y como asegura en su denuncia

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Es una persona que no pasa desapercibida. Suele centrar las miradas de los sitios a los que entra por su estética basada en grupos como 'Depeche Mode' o 'The Cure'. Sombra de ojos, pintalabios, la cara con una base blanca y esmalte de uñas. Desde muy pequeño Raúl Fernández tuvo clara su condición sexual. Nunca lo ha escondido y de siempre le ha gustado vestirse de mujer, pero sobre todo maquillarse.

Un 'look' por el que ha tenido que soportar algún que otro insulto, «nunca he hecho caso a esos comentarios que no pasaban de maricón», aunque nunca imaginó que le fueran a pegar por ello. Hematomas por varias partes de su cuerpo, un intenso dolor en la cara y un labio que tuvo que ser suturado. Así fue como dio la bienvenida al Día de Navidad, que comenzó en Comisaría interponiendo una demanda por una agresión de tintes «homófobos», tal y como recoge en el escrito. Y es que según cuenta la persona que le golpeó no daba más razones que gritos en los que exponía su rechazo a los homosexuales. «Fuera del local repetía que no iba a soportar que un maricón le sonriera y que por eso iba a matarme. Que me iba a esperar en una esquina».

Después de cenar con la familia, Raúl salió a la calle con unos amigos. La fiesta se prolongó durante la madrugada y sobre las cuatro de la mañana decidieron entrar en el último local antes de marchar hacia casa. Allí Raúl estaba bailando junto a una amiga, cuando sin esperarlo sintió un fuerte golpe en la cara. A continuación vinieron varios más y una llave hizo que cayera al suelo, donde comenzó a sentir cómo le daban patadas. «Para mí fue una eternidad y pensaba que me iban a matar. No entendía por qué me estaban golpeando y qué había pasado, porque lo único que estaba haciendo era bailar con una amiga».

Una vez que llegó la Policía, el agresor ya se había marchado, aunque varios testigos y sus amigos, que también fueron golpeados al intentar socorrer a Raúl, incidieron en que el único motivo aparente era la actitud homófoba. «Todos escucharon sus comentarios y que sabía artes marciales y que iba a matar al maricón». Por indicaciones de la Policía, Raúl acudió al hospital Puerta del Mar, lugar en el que tuvieron que darle varios puntos al tener el labio superior abierto. Después acudió a la Comisaría para interponer la oportuna demanda. Ante la rapidez de los hechos ni Raúl ni sus compañeros fueron capaces de retener la imagen del agresor más allá de varios rasgos. Motivo por el que pide la colaboración ciudadana y que cualquiera que tenga una información relevante sobre el caso acuda a la Policía Nacional, que ha abierto una investigación. «A mí no se me olvidan sus ojos ni esa mirada asesina. Aunque no lo pude ver bien por todo lo que me cayó encima estoy seguro de que si me lo cruzo en la calle lo reconocería sin ninguna duda».

El miedo en el cuerpo

Hace unos días Raúl tuvo que volver al médico ante su insomnio y su nerviosismo permanente. Permanece en estado de alerta y cualquier ruido hace que su corazón se encoja. «Creo que vienen a por mí y miró hacia todos lados. No puedo dormir, me cuesta comer y salir a la calle. Lo cierto es que tengo miedo a encontrármelo y desde luego en Fin de Año no saldré».

A pesar de todo ha decidido denunciar su caso públicamente. «Porque no hay derecho a lo que me ha pasado y ninguna otra persona debe pasar por esta situación porque un intolerante así lo quiera. A veces pienso que hasta yo tengo la culpa por ir como voy, pero es mi forma de ser y no hago ningún daño a nadie. No creo que me tengan que pegar por el simple hecho de ir maquillado».

Tiene claro que no va a cambiar su estilo ni su forma de ser, aunque por el momento le resultará complicado salir a la calle para disfrutar como lo hacía antes. Sin importar lo que digan de él, sin percatarse de las miradas que lo enfocan, sin agachar la cabeza ante los dedos acusadores.