El detenido fue trasladado ayer desde la Comisaría a los juzgados a las 10 de la mañana. :: VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

La Policía investiga otras 30 posibles víctimas del director de Salesianos

Una de las últimas familias denunciantes relata supuestos juegos donde los menores «tenían que aguantar el dolor para ganar un premio»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El calor cae como plomo sobre las aceras de San José. La algarabía del mercado ya se ha esfumado. En el barrio ya saben quién está declarando en el Juzgado de Instrucción numero 2 de Cádiz, pero la llegada de la hora nona ha vaciado los alrededores del juzgado. Tan solo los medios y unos pocos irreductibles quedan en la zona cuando a las 15.00 horas Francisco Javier L.L. sale esposado después de prestar declaración ante el juez Miguel Ángel López Marchena, acusado de haber cometido supuestas agresiones, amenazas y tocamientos a 14 menores del Colegio Salesianos. En la exhalación que va de la puerta al furgón de la Policía Nacional, los ánimos de los que esperan se calientan. Profieren insultos y golpean con las manos el furgón. El sacerdote y director de Salesianos, con gesto entre la preocupación y la pesadumbre, marcha de nuevo a la Comisaría hasta la mañana de hoy. Esa es la decisión del juez: una nueva noche detenido (y con esta ya van tres) y la prórroga de otras 72 horas de la detención para desenmarañar unas diligencias que se complican por momentos. De hecho, la Policía identificó ayer mismo a otros 30 menores que también podían haber sido víctimas de los abusos pero que, de momento, no se han atrevido a denunciar.

Ante esta situación, el juez López Marchena decidió prorrogar la detención del sacerdote salesiano a la espera de nuevas diligencias que arrojen más luz al caso. Así, está previsto que el acusado sea trasladado de nuevo a los juzgados en la mañana de hoy para que preste de nuevo declaración». La de ayer se prolongó durante más de cuatro horas, ante la expectación de medios locales y nacionales y curiosos que se agolparon en la puerta de la sede judicial. En su declaración, Francisco Javier tuvo que responder a las acusaciones de esas 14 denuncias que hablan de supuestos delitos contra la integridad moral e indemnidad sexual a alumnos de entre 12 y 14 años de los que era profesor de religión, además de director del centro concertado.

En la primera hora de la mañana de ayer llegó al juzgado, al Ministerio Fiscal y a la Fiscalía de Menores el atestado policial, tras oír las declaraciones de las supuestas víctimas acompañadas de sus padres y también de personal docente y laboral del colegio en calidad de testigos. Es, precisamente el testimonio de todas estas fuentes, la que ha llevado a la Policía a investigar nuevos casos que podrían elevar los abusos a más de 40 menores, todos ellos entre los 12 y los 14 años.

Supuesto juego de manos

Uno de los casos que se sumó a ultima hora de la tarde del miércoles es el de los familiares de un menor de 12 años que decidieron a denunciar, después de leer en medios digitales la información sobre la detención del director. Lo cierto es que el padre del menor sabía y sospechaba de las visitas habituales de su hijo al despacho del director, aunque el menor le aseguraba que «todo iba bien» en esas visitas. Fue una vez que el menor se encontraba en dependencias policiales y ante las preguntas de las declaraciones cuando el alimnose decidió a contar su versión de lo ocurrido en el interior del despacho del director de Salesianos. «Lo reconocieron otros testigos y ya él contó que le pegaba. De hecho fue uno de los que más recibió», cuenta un familiar del menor.

El joven de 12 años relató experiencias de agresiones, siempre basadas en juegos de manos: «Tenía que aguantar el dolor para ganar el premio». De hecho, y siempre según la versión de este familiar directo, el menor contó como una de estas agresiones le originó daños en un tímpano que en casa atribuyó «a un balonazo». La forma de operar era similar: el director llamaba a su despacho a los alumnos, a través de notas en las que se excusaba al menor para «ayudar al director» en diversas tareas.

Ayer, una joven de 2º de ESO de Salesianos, en la puerta de los juzgados, corroboró cómo veía a sus compañeros, «siempre eran niños», salir de clase para ir al despacho del director. «Lo veíamos como normal, además decían que en el despacho se lo pasaban bien». La menor también conocía que algunos de estos mismos compañeros tenían el móvil del sacerdote y «hablaban por WhatsApp con él».

A la espera de los cargos

Por su parte, la congregación salesiana prefirió aplazar su decisión y pronunciamiento a que se conozcan los cargos contra Francisco Javier L.L., como puntualizó el portavoz de la Inspectoría Salesiana Juan José Gutiérrez Galeote. Ayer el salesiano y la familia del detenido se reunió con el abogado tras la primera declaración del sacerdote. Eso sí, prefirieron guardar silencio en torno a la declaración y solo puntualizaron la necesidad de respetar «la presunción de inocencia» del director. La misma petición que realizó ayer las Escuelas Católicas de Andalucía, mientras que la consejera de Educación de la Junta, Mar Moreno mostró su confianza en que los Salesianos «actúen en consecuencia» para dar garantía a las familias.