Manifestación en París en repulsa por la muerte a golpes del joven antifascista Clément Méric. :: AFP
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Imputado por homicidio el neonazi gaditano que mató a un antifascista en París

Esteban Morillo militó en un grupúsculo de extrema derecha cuya ilegalización tramita el Gobierno francés

PARÍS. Actualizado: Guardar
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La Justicia francesa imputó ayer por homicidio voluntario al cabeza rapada gaditano Esteban Morillo, de 20 años, como presunto autor de los puñetazos que causaron la muerte del antifascista bretón Clément Méric, de 18 años, en una pelea callejera el pasado miércoles en París. Otros tres simpatizantes neonazis fueron inculpados de violencias voluntarias en reunión por su implicación en la trifulca mientras que la novia del principal acusado quedó libre bajo control judicial por complicidad.

Nacido el 4 de diciembre de 1992 en Cádiz, de padre español y madre francesa, Morillo se afincó de niño con su familia en la región de Picardía (norte del país) donde era conocido por su activismo neonazi. El diario 'Courrier Picard' informó de que en 2010 fue investigado por la Gendarmería, a petición del alcalde de Neuilly-Saint-Front, pueblo en que el vivía, por realizar el saludo nazi al paso de los vecinos junto a otros tres amigos vestidos con indumentaria paramilitar. De nacionalidad francesa, hace año y medio se trasladó a la región de París, donde trabaja como agente de seguridad, en compañía de su novia, Katia V., empleada en un crematorio y afiliada al movimiento Tercera Vía, vinculado al grupúsculo de extrema derecha Juventudes Nacionalistas Revolucionarias (JNR). Fichado por llevar armas prohibidas el 6 de mayo de 2011 en París, Morillo declaró en comisaría que durante seis meses tuvo carné de esa formación de la que los demás acusados dijeron ser simpatizantes.

Dos puñetazos en el rostro

El jefe del Gobierno, el socialista Jean-Marc Ayrault, instó ayer al ministro del Interior, Manuel Valls, a iniciar inmediatamente el procedimiento de ilegalización de las JNR. La iniciativa, reclamada por partidos de derecha e izquierda, debe culminar en la aprobación por el Consejo de Ministros de un decreto firmado por el presidente de la República, François Hollande.

Morillo ha confesado en los interrogatorios haber propinado dos puñetazos en el rostro a Méric, estudiante de primer curso de Ciencias Políticas y militante del sindicato izquierdista Solidaires, así como del grupo libertario Acción Antifascista. La autopsia practicada concluye que su muerte no obedeció a un hematoma causado al desplomarse contra un bolardo de hierro en la acera sino a los traumatismos craneofaciales, asociados a una hemorragia cerebral, ocasionados por los múltiples golpes asestados a la víctima.

Ni la investigación ni la autopsia han permitido confirmar la utilización negada por Morillo de un puño americano, arma prohibida de la que se encontraron dos ejemplares en el registro de su domicilio. Uno de sus acompañantes dijo que se quitó el cinturón y se lo enrolló en la mano para pelear mientras que otro señaló que el objeto brillante descrito por testigos oculares podían ser sus dos sortijas, que le fueron intervenidas ensangrentadas.

La Policía judicial ha descartado la tesis de la encerrona ya que los dos grupos enfrentados coincidieron de manera totalmente fortuita en una venta de ropa de marca inglesa. Según explicó el fiscal jefe de París, François Molins, los amigos de la víctima provocaron a los 'skinheads', con expresiones del estilo «los nazis vienen de compras», y les dijeron que los esperaban en la calle. Tras pedir la novia de Morillo refuerzos por teléfono, los cabezas rapadas salieron del establecimiento y se desencadenaron los trágicos acontecimientos que han conmocionado a la sociedad francesa.