Mursi tranquiliza a sus socios en Berlín
BERLÍN.Actualizado:En medio de una de las peores crisis desde que asumió el cargo el pasado mes de junio, el presidente egipcio, Mohamed Mursi, visitó ayer Berlín, donde aseguró que el suyo será «un Estado de derecho, un Estado civil, sin carácter militar ni teocrático». El viaje, programado hace tiempo, iba a tener una duración de tres días, pero las revueltas que prosiguen en varias ciudades de Egipto han obligado a reducirlo a unas horas y a cancelar la posterior estancia en París.
Alemania se alza como uno de los socios más importantes en Europa y Mursi no quiso dejar pasar la oportunidad de reunirse con la canciller Angela Merkel. Durante su visita relámpago, el mandatario aseguró estar dispuesto a continuar con las reformas democráticas. «Egipto será un país donde se permitan todas las opiniones.
Un Estado democrático en el significado más amplio de la palabra», afirmó en la Cancillería de Berlín. El presidente también insistió en su disposición a entablar un diálogo «con todas las fuerzas políticas». Merkel, por su parte, transmitió a Mursi su preocupación por los últimos acontecimientos. «Una cosa que es importante para el Gobierno alemán es que se mantenga una línea del diálogo con todas las fuerzas políticas en Egipto, que estas puedan hacer sus aportaciones, que se respeten los derechos humanos y que se pueda ejercer la libertad religiosa», señaló la política cristianodemócrata.
Sobre este último punto, Mursi quiso dejar claro que él es musulmán creyente y que como tal su religión le compromete a creer «en todos los profetas, respetar todas las religiones y el derecho de la gente a la libertad religiosa».
Los graves disturbios en el país empujaron al presidente de Egipto a declarar el estado de excepción en tres ciudades. «Es una medida temporal», aseguró ayer en Berlín. «Se trata de garantizar la seguridad de los ciudadanos y acabar con los actos criminales en el país. Acabará tan pronto como deje de ser necesario», agregó. En el encuentro entre los dos mandatarios se trataron otros asuntos candentes del panorama internacional, como el conflicto en Oriente Próximo. Merkel agradeció el compromiso de Egipto a favor del alto el fuego tras el reciente ataque de Israel en la Franja de Gaza, y señaló su importante papel en el proceso de paz.
En el plano económico, en el que Egipto atraviesa también serias dificultades, Merkel sólo hizo una breve mención a favor de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reabra sus negociaciones con el país para concederle un crédito millonario. Sin embargo, no se mencionó la deuda de Egipto con Alemania, que asciende a 2.500 millones de euros, o la posible condonación por parte de Berlín de 240 millones de euros, como habría prometido el Gobierno alemán cuando comenzó el proceso democrático en Egipto.