El Rey inaugura en el Teatro Falla la Cumbre de Cádiz

La XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de Cádiz ya no es proyecto, sino realidad. Lo es desde que pasadas las siete y media de la tarde, Su Majestad el Rey Juan Carlos I ha dado por inaugurada una cita que se presenta como clave para el futuro de las relaciones entre los países de la comunidad latinoamericana. Especialmente en lo que compete a España y Portugal, que en boca del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no dudan en abrir la puerta a nuevas vías de cooperación social y económica que permitan a los países europeas afrontar la salida de la crisis que atraviesan.

El secretario general iberoamericana, Enrique Iglesias, ha destacado el simbolismo de que celebrar esta rteunión en Cádiz, lugar que hace doscientos años vio nacer las ideas liberales que con el paso de los años han hecho posible que la democracia, la libertad y la igualdad sean los principios que rigen a las sociedades modernas. El presidente del Gobierno español ha incidido en ello, llegando a calificar la reunión de jefes de Estado como "la segunda Cumbre de Cádiz".

El Rey de España, por su parte, ha agradecido la calurosa acogida dispensada por los gaditanos a las veintidós delegaciones nacional que participan en la Cumbre. Ha destacado la importancia de estas reuniones para avanzar en las políticas de crecimiento económico, fomentar nuevas vías de negocio y alcanzar posiciones políticas comunes que hagan cada vez más fuerte a la comunidad iberoamericana en el nuevo orden mundial. Por eso, se mostró convencido de que las deliberaciones y decisiones que se tomen en Cádiz serán vitales para poner a españoles, portugueses e iberoamericanos en el lugar preponderante que les corresponde en la política mundial.

El acto inaugural ha finalizado con una proyección en la que se han mostrado imágenes de Cádiz, intercaladas con las de otras ciudades iberoamericanas y una actuación del Ballet Nacional de Danza, que ha interpretado la 'Suite Sevilla'.