Santamaría defiende al ministro del Interior de las críticas internas y externas

La vicepresidenta del Gobierno defendió ayer al ministro del Interior e indicó que la concesión del tercer grado al preso etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga, que padece un cáncer con metástasis, es una decisión obligada por la ley y avalada por todo el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Soraya Sáenz de Santamaría aseguró que Instituciones Penitenciarias, al activar el proceso para que el terrorista pueda ser excarcelado, no ha hecho más que cumplir con la ley «en la forma en la que se ha venido interpretando y aplicando» por los anteriores ministros del Interior.

La referencia a la política continuista en la excarcelación de enfermos terminales parece destinada a acallar las críticas del exministro Jaime Mayor Oreja, pero sin tener que ser tan explícita y rotunda como lo fue la víspera Jorge Fernández Díaz. El ministro recordó a Mayor Oreja, que ahora habla de concesiones a ETA por la medida en favor de Uribetxebarria, que fue uno de los titulares de Interior que excarceló a 18 etarras enfermos durante los mandatos de José María Aznar.

La vicepresidenta, con el argumento del cumplimiento de la ley, rechazó todas las críticas que soporta el Gobierno, tanto desde dentro como desde fuera de su partido. No obstante, y como ya hizo el jueves Fernández Díaz, se vio en la obligación de aceptar los ataques más duros de todos, los de las víctimas del terrorismo, diatribas que dijo «respetar» y «comprender al 100%» porque «su situación es muy dura» y «humana y personalmente tienen todo mi apoyo». Sin embargo, no aceptó la reclamación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo para que, tras el informe del forense, rectifique el paso a tercer grado del etarra. Se limitó a asegurar que el Gobierno «respetará y aplicará» lo que resuelva la Audiencia Nacional, que es el órgano competente para decidir sobre la libertad condicional.

Lo que sí negó fue cualquier cesión a la banda. «Este Gobierno no negocia ni habla ni tiene contacto con terroristas. ETA tiene que tener claro que no va a conseguir nada, ni por seguir en su estrategia ni por cambiar. Su único destino es disolverse y desaparecer», señaló.

El PSOE, entretanto, reiteró su apoyo y cierre de filas con el Gobierno en este caso y en todo lo que sea política antiterrorista. Eso sí, la número dos del partido, Elena Valenciano, no dejó pasar la ocasión para recordar que cuando Alfredo Pérez Rubalcaba era el titular de Interior nunca logró esta fidelidad en la lucha contra ETA por parte del PP y sí muchas críticas y muy duras. «Pero nosotros no vamos a ser como ellos», resumió.