Consejos. Un farmacéutico dispensa un medicamiento a una persona mayor.
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz

Doce objetivos para una farmacia profesional y sostenible

El Colegio de Farmacéuticos se ha marcado doce pautas para, a lo largo de 2012, seguir mejorando la prestación que ofrece a los ciudadanos

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El Colegio Oficial de Farmacéuticos ha presentado, recientemente, el compromiso asistencial del colectivo para mejorar la salud del paciente y elevar la eficiencia del sistema sanitario. Se trata de una serie de objetivos para conseguir una farmacia profesional y sostenible, acorde con los nuevos tiempos.

La amplia red de oficinas de Farmacia, establecimientos sanitarios imbricados en el Sistema Nacional de Salud, permite que el 99% de los ciudadanos dispongan de una de éstas en un lugar próximo a donde vive, gracias a su planificación sanitaria que asegura la cercanía y accesibilidad del servicio y garantiza que el medicamento llegue en condiciones de igualdad y calidad efectiva a todos los ciudadanos 365 días del año, 24 horas al día.

El farmacéutico o farmacéutica, profesional de la Salud, cuyo objetivo prioritario es la atención integral al paciente en torno al medicamento como bien sanitario, contribuye de forma decisiva a asegurar un uso seguro y eficiente del mismo y obtener los mejores resultados en salud.

El paciente demanda nuevos servicios asistenciales de la Farmacia en relación con el medicamento que deben ser atendidos con garantías de calidad y asegurando la sostenibilidad de la prestación.

DOCE OBJETIVOS PARA EL 2012

Por todo ello, la Profesión Farmacéutica se ha propuesto para el 2012 los siguientes objetivos:

1.Asegurar una dispensación con información personalizada al paciente sobre cualquier tipo de medicamento y producto sanitario.

2.Seguir avanzando en el seguimiento de la medicación, especialmente en pacientes mayores, crónicos y polimedicados, mejorando la adherencia a los tratamientos.

3.Trabajar para incorporar nuevos servicios asistenciales en torno al medicamento que mejoren el cumplimiento de los tratamientos.

4.Incrementar la participación de las farmacias en iniciativas de Salud Pública: educación sanitaria, prevención de la enfermedad y promoción de la salud.

5.Potenciar la formación continuada de los farmacéuticos para la actualización de los conocimientos sobre medicamentos y productos sanitarios.

6.Contribuir a generar información rigurosa, independiente y objetiva sobre el medicamento y los productos sanitarios.

7.Universalizar el uso de las nuevas tecnologías para facilitar la formación continuada a los farmacéuticos, la información sobre medicamentos y productos sanitarios y la dispensación a través de la receta electrónica.

8.Poner a disposición de la Administración la red de farmacias para que en Internet todo lo relacionado con el medicamento cumpla con las mayores garantías de calidad y seguridad al paciente.

9.Desarrollar proyectos de investigación de la actividad asistencial para evaluar la aportación que cada nuevo servicio ofrece a la salud del paciente y a la eficiencia del sistema.

10. Colaborar con las administraciones en proyectos que contribuyan a mejorar la prestación farmacéutica y permitan avanzar en una farmacia sostenible.

11.Establecer un diálogo constante con pacientes y usuarios de la farmacia para detectar nuevas necesidades y ofrecer la mejor respuesta sanitaria.

12.Impulsar iniciativas que favorezcan la colaboración con el resto de profesionales sanitarios implicados en la atención al paciente.

NUEVAS INICIATIVAS

Entre las iniciativas puestas en marcha para mejorar la calidad de vida de los pacientes y optimizar la gestión de los recursos sanitarios se encuentra el programa ‘D-Valor: el valor de la dispensación’. Consiste en un estudio de investigación a escala nacional, observacional y prospectivo, en el que se procederá al registro de las dispensaciones en cinco grupos terapéuticos: bifosfonatos, antiasmáticos, benzodiazepinas, estatinas y AINEs; con el objetivo de evaluar el impacto sanitario de este servicio en el uso de los medicamentos.También cabe resaltar el programa ‘conSIGUE’, con el que se pretende incidir en los ahorros potenciales que tiene para el Sistema Sanitario la detección y prevención de resultados inadecuados asociados a la medicación.

El objetivo del programa se centra en evaluar el impacto clínico y económico de la intervención del farmacéutico en pacientes crónicos y polimedicados (que utilizan cinco o más medicamentos) mayores de 65 años. Los resultados del estudio han sido claros y rotundos: la intervención del farmacéutico, en colaboración con el médico, logra mejorar el control de los problemas de salud de los pacientes en un 12%, aumentando su calidad de vida, y alcanzando una media de reducción de uno a dos medicamentos por paciente.

En el ámbito económico, esta reducción de la medicación representa un importante ahorro para las arcas públicas. Los resultados preliminares obtenidos apuntan claramente a que la intervención del farmacéutico, en colaboración con el médico, permite reducir la medicación y los problemas de salud de los pacientes, lo que supone un ahorro para el Sistema Nacional de Salud hasta de 360 euros por paciente al año, un dato especialmente relevante si se tienen en consideración las medidas legales de recorte del gasto farmacéutico que se vienen aplicando por parte de las administraciones, y que han generado determinadas inequidades, aunque manteniéndose la calidad de la asistencia farmacéutica gracias a la labor de los farmacéuticos, que siguen apostando decididamente por mejorar la eficiencia de la prestación y el uso racional de medicamentos a través de iniciativas como la expuesta.

En efecto, el estudio llevado a cabo demuestra que la intervención del farmacéutico mejora la calidad de vida de los pacientes que acuden a la oficina de farmacia, adultos mayores de 65 años polimedicados, y se someten al asesoramiento del profesional. Esta mejora de la calidad de vida y esta reducción del uso de medicamentos se logra a través del ‘Seguimiento Farmacoterapéutico’, una disciplina en pleno auge entre los farmacéuticos que sirve para comprobar los resultados de la farmacoterapia en los pacientes y la posible aparición de problemas relacionados con los medicamentos, consiguiéndose una estrecha colaboración farmacéutico, médico y paciente. El colectivo de pacientes estudiado, cada vez más numeroso, requiere de una especial atención sanitaria, y en especial de los propios farmacéuticos, ya que éstos representan una figura accesible y de confianza para el paciente. La intervención farmacéutica mejora el grado de adherencia a los tratamientos por parte de los pacientes, pasando de un 41,2% inicial al 70,6% obtenido tras la intervención del profesional sanitario.

Una parte del estudio se llevó a cabo en la provincia deCádiz, siendo coordinado y supervisado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz en estrecha colaboración con el Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada. Los resultados y conclusiones fueron presentados a las administraciones sanitarias competentes, sin que se hayan pronunciado sobre la conveniencia de estudiar la viabilidad de extender este programa a las farmacias de toda España, en el ámbito del Sistema Nacional de Salud.

Además, se llevan a cabo otras iniciativas centradas en mejorar la formación y especialización de los profesionales, en el servicio de seguimiento farmacoterapéutico a pacientes diabéticos polimedicados, a hipertensos con algún factor de riesgo cardiovascular, a pacientes con dolor osteomuscular y a pacientes con trastornos del estado de ánimo.