
Los 'indignados' se salen con la suya
El Ayuntamiento de Nueva York paraliza el desalojo 'sanitario' del parque Zuccotti el día anterior a la gran sentada global
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarLa carga policial tenía fecha y hora y el aviso lo había llevado personalmente el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que se abrió paso entre los indignados de Zuccotti Park para informarles de que había llegado la hora de marcharse y limpiar la plaza. Sería por secciones y se les permitiría volver pero sin sacos de dormir ni permiso para tumbarse en el suelo o en los bancos, lo que de facto era el final de ocupación. Antes de que amaneciese las 'lecheras' de la Policía rodeaban la escena, llena de jóvenes temblorosos dispuestos a resistir porras y gases lacrimógenos. Entonces llegaron los sindicatos, que fueron recibidos como el Séptimo de Caballería.
«¡El pueblo, unido, jamás será vencido!», gritaban los de la Unión de Trabajadores Automovilísticos (UAW). Miles de personas llenaron la plaza y las calles aledañas, mientras dentro de la plaza los 'indignados' aguantaban el fuerte armados con sus escobas.
Tras la visita de Bloomberg, que les mostró la carta del propietario de la plaza pidiendo que se les evacuara para preservar las condiciones sanitarias, los jóvenes habían decidido demostrar que podían hacerlo ellos mismos. Cepillo en mano sacaron la herrumbre a los bancos y el brillo a las losetas. «Esto está más limpio que cuando llegamos», prometió Jamie Parganos. En su afán de demostrar que no hacía falta evacuar la plaza doce horas para limpiarla, como había ordenado el Ayuntamiento, contrataron un camión privado que recogiese la basura y se deshicieron de buena parte de los toldos y enseres permanentes. A los antidisturbios que los rodeaban no parecía impresionarles mucho el zafarrancho general que duró hasta la madrugada del viernes, pero a medida que se corrió la voz del inminente desahucio muchos de los que se han sentido identificados con su clamor decidieron unirse a la resistencia.
Aún era de noche cuando las calles de Wall Street se abarrotaron. Faltaba solo media hora para la batalla cuando llegó la noticia de que el Ayuntamiento suspendía su amenaza. Wall Street ebullía, los mercados de bonos estaban a punto de abrir y arrestar a miles de personas en pleno corazón financiero hubiera impedido que los corredores de bolsa llegaran hasta sus terminales. Bloomberg debió entender que su equipo había cometido un error estratégico al fijar el desahucio a la hora más crítica de Wall Street.
Los 'indignados' se trasladarán hoy hasta Times Square para sumarse al día de la revolución global que se ha fijado en España.