Pieza de la antigua ciudad. :: EFE
Sociedad

La misteriosa Teotihuacan muestra su esplendor

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Teotihuacan, ese 'lugar donde los hombre se hacen dioses', era una antigua ciudad situada a 45 kilómetros de México D. F. La urbe estuvo viva entre los siglos II a.C. y VII d.C. Hasta que, de repente desapareció por ejemplo revueltas internas, bloqueo de las rutas comerciales o el divino pensamiento de los dioses (si éstos dan la vida, por qué no van a llamar a la muerte). Todavía no se saben los verdaderos motivos y los expertos no se ponen de acuerdo.

Esta importante ciudad prehispánica es una de las maravillas arqueológicas del mundo por sus impresionantes construcciones, como la pirámide del Sol o la pirámide de la Luna, construida posteriormente y unida a la anterior por la Calzada de los Muertos; el bellísimo palacio de los Jaguares o el templo de Quetzalcóalt (templo de la Serpiente Emplumada). Y sus joyas, que durante cien años han ido sorprendiendo a los arqueólogos. Ahora, cuatrocientas de esas piezas llegan al CaixaForum Madrid , dentro de la exposición 'Teotihuacan, ciudad de los dioses'.

La muestra, abierta desde este miércoles hasta el 13 de noviembre, está estructurada en seis ámbitos: arquitectura y urbanismo; política; guerra y economía; creencias y rituales; la vida en los palacios y sus calles y las relaciones con las culturas de su entorno, donde esta magnífica ciudad tiene una importante influencia. Durante el recorrido se puede disfrutar de magníficas pinturas murales, donde el color predominante es el rojo, a veces mezclado con tonalidades verdes. La piedra es el elemento principal de todas las esculturas, al igual que en las joyas o figurillas que representan a los personajes de aquella época desarrollando sus labores, como, por ejemplo, las mujeres cargando a la espalda con sus hijos. Las vasijas o recipientes de cerámica se hacían con el destino de 'ser matados' para luego ser elaborados de nuevo, lo que significaba un símbolo de ofrenda. Otro de los famosos rituales era cubrir con una sábana al difunto y ponerle una máscara, con motivo de rendirle tributo después de la muerte.

Pirámide del Sol

En algunas esculturas se muestran las relaciones entre los teotihuacanos y los guatacos gracias a la incursión del 'jade', un precioso mineral de color verde originario de algunos ríos de Guatemala. Todos estos elementos representan tanto las relaciones y formas de vida y rituales, donde destaca Tláloc (dios de la lluvia y a fertilidad), como el urbanismo de Teotihuacan. «Pensaron mucho en la geografía a la hora de hacer el plan urbanístico. Es una réplica geométrica del paisaje geográfico», según el profesor Alfonso de María, director general del Instituto Nacional de Arqueología e Historia de México.

La más famosa construcción de esta ciudad es la Pirámide del Sol por ser la protagonista de una nueva etapa de la historia de Mesoamérica. Su condición monumental puso de manifiesto su gran desarrollo tecnológico. El carácter simbólico de sus construcciones marca «el ceremonialismo intenso, la idea básica de que los hombres viven para servir a los dioses», según Ignacio Bernal, antropólogo-arqueólogo y ex director del Instituto Nacional de Antropología e Historia.