El acrílico sobre lienzo, el de la imagen superior; y el acrílico sobre papel, el de la inferior, reflejan típicas escenas playeras. :: LA VOZ
ARTE

Las distopías descansan en las 'Playas'

El jerezano integra a personas cercanas en un escenario típico del verano y propone un paseo sencillo por el litoral El artista González de la Calle aparca este concepto en la próxima colección de la Galería Benot

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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No hay más explicaciones que valgan, es suficiente con el título. 'Playas', la última exposición del jerezano Juan Ángel González de la Calle (Jerez, 1956) trata exactamente de eso. Imágenes costeras, de las de aquí, personas (mucho mejor que personajes) que disfrutan de un día de sol, del baño, de los juegos en la arena, de la luz de La Caleta, La Ballena o La Barrosa. Gente que puede ser usted, o yo, o su vecino, su cuñado, su hijo.

La propuesta veraniega que inaugura mañana la Galería Benot pretende ser solo una alternativa «fresca, divertida, amena, sin excesiva complicaciones», según destaca el propio González de la Calle. El polifacético artista llega por cuarta vez a la galería gaditana con esta muestra que poco tiene que ver con sus famosas 'distopías'.

En esta ocasión el hilo argumental es el paisaje, aunque no solo descriptivo de algunas playas de la provincia de Cádiz, ya que con solo una mirada se aprecia la capacidad narrativa que el jerezano siempre aporta a su obra. «No quería turistas, solo gente cercana, familiar. Si en otras piezas he desarrollado un discurso extraño, en éstas solo propongo un paseo por la playa, desde mi punto de vista, sí, pero de forma integrada». Esto es, en esta ocasión los personajes (ahora sí) están perfectamente situados en su contexto natural, y no como tiene acostumbrado el pintor al público. «Me apetecía desde hace tiempo dedicarme a este tema y ofrecer una mirada diferente», resume un artista que otras veces ha 'colocado' a una geisha en medio de fila de pingüinos, a 'Lennin en la cascada', o ha disfrazado de santos a otros pintores o galeristas.

En monocromo o en color, González de la Calle desarrolla una potente técnica. El uso del acrílico, tanto en papel como en lienzo, se convierte en una herramienta óptima para tratar el paisaje, principal recurso de la colección. Ésta, no por sencilla, se abandona a la simpleza. El jerezano no persigue la perfección de unas cualidades técnicas de sobra demostradas, sino «conmover y emocionar a su público».

Otros soportes

Un público cada vez más internacional, ya que algunas de las obras del artista forman parte de la muestra colectiva 'Nulla dies sine linea. Dibujo español contemporáneo', que ya ha viajado a Berlín y Seúl y que se presenta ahora en Chicago. A pesar de tanta itinerancia y de los merecidos halagos que recogen sus colecciones, González de la Calle -que asegura trabajar muchísimo-, desatiende a las críticas. «Nunca van a cambiar ni mi voluntad ni mi forma de entender el arte, insiste, habrá cosas que gusten más y otras menos. Mejor así, porque si algún día todo lo que hago gusta a todos, dejaría de gustarme a mí».

Aunque el hastío no es precisamente lo que domina la producción del artista distópico. Promete volver a crear siguiendo los preceptos de esta vía, que lo convierte en un creador único en el mundo. Si en América la entienden como algo catastrófico y otros pintores europeos exprimen su sentido de parodia, la crítica ha tenido a bien conceder a González de la Calle el título del distópico «humanista, tierno y empático». No obstante, el jerezano destaca que él se mueve por ideas que luego es capaz de desarrollar en varias técnicas y formas. Pintura, (la etiqueta con la que más identificado se siente), la fotografía, el montaje o la instalación son algunos de los formatos que emplea. Además de las 'Playas' de Benot y de la colectiva del Ministerio de Cultura el artista tiene varias exposiciones salpicadas por el territorio nacional. Prepara otra colección para Barcelona, donde mezclará los formatos tradicionales de su obra -papel, dibujo y lienzo-, con otros soportes como la animación.

Otros dos proyectos sobrevuelan por su privilegiada imaginación. Uno que combina maquetas de casas imposibles en un montaje de vídeo y otro que tendrá como protagonistas a los animales. «Hago muchas cosas en el día, mi única condición es tener libertad y tiempo para hacerlas», apostilla.