María Teresa Fernández de la Vega, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy ve «impensable» formar un gobierno de coalición «dirigido» por Zapatero

María Teresa Fernández De la Vega ironiza que es «evidente» con que no habrá un Ejecutivo de socialistas y populares

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy extinguió ayer con presteza un fuego que amenazaba con convertirse en el incendio del verano. El líder del PP, durante el coloquio posterior a su conferencia en el Foro Nueva Economía, calificó de «impensable» un gobierno de coalición en España dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero.

Sí reiteró su predisposición a sellar pactos de Estado con los socialistas que apuntalen asuntos cruciales para el país como la educación, la reforma laboral o la política energética. Rajoy trufó este ofrecimiento con reproches al Gobierno por «romper» en los últimos seis años algunos de estos grandes consensos como los hubo en política antiterrorista, aunque se recompuso al inicio del actual mandato; el modelo de Estado, en referencia al Estatuto de Cataluña; o el Pacto de Toledo por la congelación de las pensiones.

El debate del gobierno de coalición surgió tras unas declaraciones de Javier Arenas, vicesecretario general de Política Autonómica de PP, reproducidas en la edición de ayer del diario ABC, en las que defendía la necesidad de forjar esta alianza «a medio plazo» ante el hecho de que un partido solo no puede abordar asuntos de gran envergadura. Rajoy fue taxativo: «Yo no aceptaría un gobierno de coalición dirigido por el señor Zapatero porque no creo en el señor Zapatero ni en las políticas que ha llevado a cabo estos años».

Arenas también advertía de que esa unión temporal de intereses entre socialistas y populares nunca la podría liderar José Luis Rodríguez Zapatero, entre otras cuestiones porque la fijaba a «seis o diez» años vistas. La contundencia de Rajoy cercena cualquier otra interpretación. «Un gobierno de coalición dirigido por el señor Zapatero es impensable», sentenció. La cascada de reacciones a este cruce de afirmaciones en las filas del partido opositor llegó incluso al Consejo de Ministros. María Teresa Fernández de la Vega se decantó por la ironía para responder ante una pregunta que «es evidente que no va a haber ningún Gobierno de coalición», remachó.

La vicepresidenta primera no dejó escapar la ocasión para hurgar en las derrotas del rival. «Parece que Rajoy está convencido de que sólo podrá estar en el Gobierno si no tiene que enfrentarse al presidente Zapatero en las urnas, porque Zapatero ha ganado siempre en las urnas a Rajoy», comentó.

Con todo, la postura contraria del máximo dirigente del PP sobre un hipotético gobierno de coalición deja entreabierta una rendija al a duda. ¿Aceptaría esta fórmula si en la ecuación no entrase Zapatero? De hecho, ésta fue una de las preguntas que surgió en el coloquio posterior a la conferencia. Rajoy no ofreció una respuesta tajante, tal vez porque no desecharía una fórmula siempre que él fuera el máximo responsable, pero sí realizó una exposición que invita a pensar que, sea como fuere, no secundaría un Ejecutivo compartido, al estilo del que vivió Alemania en la legislatura pasada entre socialdemócratas y los demócratas-cristianos de Angela Merkel. Rajoy recordó que las reglas del juego democrático en España sitúan a un partido al frente del Gobierno y a otros «proponiendo alternativas y controlando al Gobierno». Y este es el papel del PP en la actualidad.

Eso no significa que los populares descarten llegar a la Moncloa antes de 2012. Rajoy aseguró, durante su alocución, que está preparado para gobernar «hoy mismo». Defendió con vehemencia que el PP cuenta con los miembros adecuados para desarrollar las reformas estructurales que, a su juicio, necesita el país para salir de la crisis y modernizar nuestra economía. «La cuestión no es si podemos hacerlo o no, la cuestión es cuándo lo vamos a hacer», espetó.

Presencias y ausencias

La conferencia de Rajoy había despertado gran interés ante la posibilidad de que el candidato a suceder a Zapatero en 2012 desgranase su alternativa económica. Más de 600 personas acudieron al desayuno en el hotel Ritz.

En primer fila, la cúpula de esta formación; la secretaria general, María Dolores de Cospedal, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, y la portavoz parlamentaria en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros.

Entre las personalidades del ámbito económico destacaron el presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, el presidente de Caja Madrid y ex vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, o empresarios como Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Florentino Pérez (ACS), Luis de Rivero (Sacyr Vallermoso), José María Entrecanales (Acciona) o Baldomero Falcones (FCC).

Por el contrario, en el capítulo de sensibles bajas se hallaron los presidentes de los dos principales bancos españoles, Emilio Botín y Francisco González, cabezas visibles del Santander y BBVA.