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La prohibición de fumar en los bares llegará en enero de 2011

La normativa sólo permitirá hacerlo en prisiones, psiquiátricos y habitaciones de hoteles y hostales debidamente acondicionadas para ello

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La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, afirmó ayer que confía en que la reforma de la Ley antitabaco, que prohibirá fumar en todos los lugares públicos cerrados, esté en pleno funcionamiento en 2011, al tiempo que recordó que en estos momentos el Gobierno está negociando la ley con los diferentes grupos parlamentarios y prevé que entre como Proposición de Ley en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados en junio, con lo que podría quedar aprobada en otoño.

La titular de Sanidad resaltó que confía en que después del verano la nueva ley antitabaco esté aprobada, de forma que el próximo año 2011 España empiece a aplicar las nuevas restricciones antitabaco que, según dijo, la mayoría de países europeos ya tienen en vigor.

En este sentido, la ley eliminará todas las excepciones para fumar y únicamente lo permitirá en instituciones penitenciarias, psiquiátricos y en habitaciones especialmente habilitadas para ello en hoteles y hostales.

Respecto a la entrada en vigor de esta reforma, Jiménez puntualizó que la fecha concreta «puede ser modulada» en función del resultado de la negociación entre los partidos políticos con el objetivo de que cuente con el mayor consenso posible.

La ministra señaló que el 75 por ciento de la población española es no fumadora, por lo que resaltó la importancia de ir buscando cada vez «más espacios sin humo». Asimismo, indicó que el humo del tabaco es el causante de más de 5.000 muertes al año.

La titular de Sanidad y Política Social puntualizó que la reforma que trata de llevar a cabo el Gobierno se hace con la intención de cumplir los objetivos que marca la propia ley, que fue aprobada hace cinco años, para aumentar los espacios públicos para no fumadores y reducir así el humo ambiental.

En referencia a la reacción del sector hostelero, que se verá afectado por las nuevas restricciones, la ministra dijo que no ha percibido un rechazo importante a la reforma y matizó que cuando anunció esta modificación legislativa en noviembre, tan sólo escuchó «alguna contestación, casi de inercia, como también pasó con la actual ley».

Una medida sin perjuicios

Así, añadió que cuando el Gobierno toma una decisión «evidentemente» tiene en cuenta todos los elementos que se ven implicados y precisó, en este sentido, que no iban a «adoptar una decisión que supusiera un perjuicio para nadie». Asimismo, subrayó que normas similares se han aprobado en países como el Reino Unido, Italia, Irlanda, Francia, Siria, Turquía, México, Argentina, Chile o Uruguay, y que «en ninguno de ellos ha pasado nada, ni ha habido efecto negativo». Jiménez apuntó, además, que las nuevas restricciones tendrán un «efecto muy positivo» en el turismo.

En referencia a los empresarios de la hostelería que hayan llevado a cabo una reforma en sus locales como consecuencia de la entrada en vigor de la ley, la ministra afirmó que «pocos locales hicieron la reforma», aunque reconoció el esfuerzo del 1 por ciento que sí la llevó a cabo. Jiménez agregó que estas reformas suponían el desembolso de entre 8.000 y 12.000 euros.