
Los campeones, en el ojo público
Los reyes de invierno lograrán jugosos contratos publicitarios tras sus éxitos olímpicos, pero también serán sometidos a un severo juicio No pasarán desapercibidos los últimos triunfadores de Vancouver
VANCOUVER. Actualizado: GuardarLos grandes campeones de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010 recibirán una notable atención mediática y jugosos contratos publicitarios, pero también estarán sometidos a partir de ahora al severo juicio de la opinión pública. Entre los reyes de la cita olímpica clausurada el domingo se encuentran la noruega Marit Bjoergen, la alemana Magdalena Neuner, los estadounidenses Bode Miller y Evan Lysacek, el suizo Simon Amman, la china Wang Meng y la surcoreana Kim Yu-Na. Algunos de ellos consiguieron triunfos inesperados, contra pronóstico, como Bjoergen y Neuner; otros tan contundentes que aplastaron por completo a sus rivales, como fueron los casos de Amman Meng y Yu-Na; y varios controvertidos como los de Miller y Lysacek.
Ni la propia Bjoergen esperaba salir de Vancouver con tres medallas de oro, una de plata y otra de bronce en el esquí de fondo. Teniendo en cuenta que cuatro años antes en Turín había llegado de favorita para irse con las manos vacías, y que desde 2006 no ganaba una competición grande, sus resultados llaman la atención.
Magdalena Neuner, una rubia de 23 años y sin experiencia olímpica previa, no era la gema de la corona alemana en el biatlón femenino, pero se despidió con tres medallas. Alemania tenía esperanzas en la triple campeona olímpica Kati Wilhelm y la doble medallista de oro en Salt Lake City 2002, Andrea Henkel, pero al final la sangre joven de Neuner las eclipsó con sus dos oros y una plata.
Ante la posibilidad de que Neuner se tragara todo el pastel olímpico del biatlón, sus compañeras le exigieron que no participara en el relevo 4x6 km. Quién sabe si con ella en sus filas Alemania hubiera mejorado el bronce ganado en esa prueba.
La china Wang Meng firmó tres títulos olímpicos en el patinaje de pista corta, y se adjudicó seis metales en dos Juegos Olímpicos, ya que en Turín 2006 se colgó medallas de cada color. Otra patinadora, la surcoreana Kim Yu-Na, representó la perfección de estos Juegos, al llevarse el oro en el individual femenino de artístico con una nota de 228,56 puntos, un récord mundial que permanecerá muchos años vigente.
Fin del imperio ruso
El patinador americano Evan Lysacek se impuso en la prueba masculina, con más corazón que técnica, y echó del trono al favorito ruso Evgeni Plushenko, quien se quejó del trono porque sus piruetas no fueron bien calificadas. Entre asiáticos y estadounidenses quebraron el imperio de medio siglo que mantenía Rusia (antes la Unión Soviética) en esta disciplina. Por primera vez desde 1960 ningún ruso se encaramó a lo más alto del podio olímpico del patinaje artístico.
Uno que resurgió de sus cenizas fue Bode Miller, quien se llevó una medalla de cada color después de su estrepitoso fracaso en Turín 2006. El 'Chico Malo' del esquí alpino se impuso en la combinada, ganó la plata en el supergigante y el bronce en el descenso. «Ganar tres medallas, a estas alturas de mi carrera, es un reto realmente especial», aseguró el campeón norteamericano, que debutó a los 20 años en los Juegos Olímpicos de Nagano-98.
Otro que estará en el ojo público será el suizo Simon Amman, cuádruple campeón olímpico de salto de esquí, quien se llevó los dos oros de Vancouver en los trampolines de 90 y 120 m. Según sus rivales, sobre todo los alemanes, el 'Wizard' Amman toma ventaja en las competiciones debido al tipo de calzado que usa, lo que le permite ganar algunos metros. La Federación Internacional de Esquí (FIS) dice haber revisado los calzados del suizo más de una decena de veces en los Juegos de Vancouver y nunca ha encontrado nada ilegal, pero con seguridad llamará cada rato a las puertas de su casa en Schindellegi, y no precisamente para ver si lustra sus esquíes.